Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 7 de Junio de 2022.
Bidasoa XXI ve peligrar su continuidad por el retraso de ingresos municipales
La empresa adjudicataria de los polideportivos es una SL propiedad del club de natación que advierte problemas tanto por la gestión de estos como en el cobro de subvenciones
La gestión externa de los polideportivos municipales supuso un cambio de paradigma en la forma de prestar el servicio en Irun. La entrada de Bidasoa XXI al frente de Artaleku y Azken Portu fue un movimiento que, sin obviar algunos problemas laborales, satisfizo al reconocido club de natación y al Ayuntamiento. A través de una SL de su propiedad, Bidasoa XXI asumió la gestión de Azken Portu cuando se abrió, en 2007. Cinco años después optó al nuevo contrato, que incorporaba también Artaleku. El consistorio redujo su gasto sensiblemente, los abonados se multiplicaron, se organizaron más cursos y más variados y el club encontró una importante vía de financiación con un canon del 5% anual de los ingresos de su empresa.
La fórmula dejó de funcionar en marzo de 2020 con el cierre obligado de las instalaciones por el confinamiento decretado a raíz de la pandemia. La pérdida de usuarios y abonados fue terrible y aunque con el progresivo avance de la normalidad postpandémica algo se han recuperado, las cifras no han vuelto a ser las que fueron.
El Pleno de la Corporación ha aprobado sucesivas resoluciones para garantizar lo que se ha denominado como 'reequilibrio financiero del contrato'. Es decir, el Ayuntamiento ha destinado partidas específicas a compensar los ingresos que en algunos de sus servicios subcontratados han dejado de percibir las empresas adjudicatarias por los cierres y restricciones de la pandemia. No es un caso exclusivo de Irun y en la ciudad tampoco ha sido sólo para Artaleku y Azken Portu, pero lo cierto es que se han destinado 1,3 millones a enjuagar pérdidas de los polideportivos en 2020 y 2021: 421.000 euros por el cierre obligado de marzo a junio de 2020, 204.000 euros por las restricciones en el servicio el resto de ese año y 704.000 en compensación por las limitaciones con las que se vieron obligados a operar en 2021.
Varios frentes
Bidasoa XXI comunicó que no quería renovar el contrato, que vencía a comienzos de este 2022, porque con las cifras actuales de usuarios las condiciones no compensan. Según apuntan desde el club, no están recibiendo nada de su empresa gestora, que bastante hace con cubrir gastos. «Sin embargo, el Ayuntamiento nos obliga a una prórroga forzosa», lamenta la presidenta, Ane Saseta.
Una parte del problema es que el club no quiere seguir gestionando sin obtener un margen favorable, pero otra parte es que «el Ayuntamiento no nos garantiza que vayan a seguir con el reequilibrio», es decir, ven peligrar la seguridad financiera de una empresa «de la que, no lo olvidemos, responde el club. Nos dicen que sí, que va a haber aportaciones, pero no se dan pasos definitivos, no hay confirmación por escrito. Por eso, por recomendación de los abogados, interpusimos un recurso contra la adjudicación forzosa. Es una manera de que nos aseguren las aportaciones de reequilibrio. Si nos las garantizan, retiramos el recurso de inmediato», dice Saseta.
El efecto, de momento, no ha sido ése. «Desde que pusimos el recurso se ha hecho un silencio total y el Ayuntamiento no avanza en lo del reequilibrio y parece que también se han quedado congeladas las subvenciones pendientes que tiene el club». Saseta habla de 105.000 euros. «29.000 son partes no pagadas de los convenios de 2013 y 2015», en las que, al parecer, hay discrepancia entre el interventor y el club. Son clave otros 3.000 euros de 2020 para los que el Ayuntamiento pidió justificación. «La entregamos en diciembre, pero no se han abonado en estos seis meses» y mientras el expediente de 2020 esté abierto, ni se abona el convenio de 2021 (27.000 euros) ni se puede adelantar nada del de 2022 (otros 27.000). También están pendientes de recuperar 19.000 euros por la bonificación en el uso de instalaciones que el Ayuntamiento aprobó para los clubes locales.
«Hemos escrito al alcalde, José Antonio Santano, para decirle que podría ser quien entierre la natación en Irun y provoque el cierre del mejor club de Euskadi en los últimos 30 años. Esperamos que al menos nos dé una respuesta porque llevamos mucho tiempo sin que el Ayuntamiento nos conteste a nada de lo que presentamos», añade Saseta.
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