Hondarribia exige «más nichos de negocio» para resistir ante Loiu
Vueling asegura que el puente aéreo Bilbao-Barcelona no afectará a su decisión sobre la línea a Donostia, que depende «solo de la seguridad»
- AMAIA CHICO | SAN SEBASTIÁN
«Somos lo que somos». Un «aeropuerto pequeño» que no puede ni debe aspirar a competir con Bilbao, con Vitoria ni con Biarritz y que debe asegurarse su continuidad a través de «otros nichos» de mercado. La Diputación de Gipuzkoa fue ayer elocuente a la hora de situar su aeródromo ante el nuevo impulso que están tomando Loiu y Foronda (que recupera los vuelos comerciales), y valorar las consecuencias que ese incremento de vuelos en las tres terminales aledañas podría tener para una instalación en plena adaptación (reducción) de su ya limitada pista de aterrizaje para cumplir con las exigencias europeas.
«De momento, para 2017, la apuesta para Hondarribia es mantener la operatividad actual y empezar a buscar nuevos nichos de negocio con otras compañías y destinos, quizás regionales; explorar el mercado de los touroperadores y promocionar el aeropuerto como destino para vuelos particulares de alto standing», reconoce la diputada foral de Movilidad, Marisol Garmendia, que apunta a esa otra vertiente del tráfico aéreo, más allá de las líneas regulares a Madrid y Barcelona, para mantener los números de pasajeros registrados hasta ahora, casi 36.000 en el arranque de año, un 5,2% más según Aena.
Desde la Diputación foral asumen que es imposible evitar que, como ocurrió el pasado año, 400.000 guipuzcoanos despeguen o aterricen en Loiu, que para el próximo verano amplía su oferta a casi medio centenar de destinos. O que, cada vez más, esos usuarios elijan alguna de las también crecientes ofertas de vuelo desde Biarritz, aeropuerto situado a media hora de la mitad de municipios guipuzcoanos y que, simplemente para este próximo verano, ya programa desde hoy vuelos directos a Bruselas o a Dublín -hasta cinco semanales-, y a partir de mayo y junio, enlaces con Estocolmo, Copenhague, Basilea-Mulhouse o Helsinky. «Tenemos que tener claras las potencialidades y problemas de Hondarribia. No podemos competir con Loiu, pero tampoco con Foronda o Biarritz, pero nuestra tarea debe ser buscar el máximo potencial posible» al aeródromo guipuzcoano, defiende Garmendia como portavoz en este caso institucional.
Ese potencial de Hondarribia pasa en primer lugar por conocer el resultado final de unas obras de adaptación de la pista que la reducirán 300 metros y que pueden afectar en el futuro a la operatividad de líneas como la que Vueling tiene con Barcelona o, de cara al próximo verano, a la que este año se repetirá con Luthon (Londres). La compañía catalana insiste en que su «voluntad» es continuar operando desde Hondarribia, donde no tiene competencia, pero sigue sin confirmar si lo hará o no. «Lo sabremos pronto, pero aún no hay una decisión tomada», aseguran fuentes de Vueling, que insisten en que el único factor que determinará la balanza es la «seguridad». Un asunto que «estamos trabajando con Aena», explican en alusión a la rugosidad de la futura pista, elemento clave para permitir que sus Airbus sigan operando en este aeródromo. «La decisión no tiene nada que ver con la operatividad de Loiu», remarcan desde la compañía, tras la ampliación ayer de las conexiones diarias con Barcelona y la 'guerra de precios' abierta con la compañía noruega Norwegian, que de momento va a permitir a los viajeros hacerse con billetes desde 20 euros.
Esa decisión final de Vueling y de su conexión con Barcelona, que confían en que no se demore en exceso, será esencial para el futuro de Hondarribia, aunque desde la Diputación confíen casi ciegamente en la continuidad de la ruta.
«Lo importante» para que el aeropuerto guipuzcoano resista ante la amplia competencia que tiene a menos de una hora, añade una tercera voz interesada en que se refuerce el aeródromo -Afodesa-, es «apoyo institucional para que se amplíe la pista» y se pueda potenciar la «competitividad» con nuevas compañías y destinos. Yon San Martín, miembro de la asociación de fomento del aeródromo, ve «oscuro» el futuro próximo de la pista guipuzcoana. Pero no por el incremento de los vuelos en Loiu o en Foronda, que el domingo recuperó después de diez años los vuelos regulares de viajeros. «Mala noticia no es que haya más vuelos para todos», matiza. «Lo malo es que no se invierta en Hondarribia, porque aunque se nos vende que se mantiene la operatividad, algunos aviones como el RJ200» que viaja a Luthon no podrá operar tras el recorte de la pista, asevera San Martín.
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