Yerai Lebón y Rufino Regueira: «Nuestros bañadores son más estéticos, no son 'fardahuevos'»
YERAI LEBÓN Y RUFINO REGUEIRA, NADA DE NADA, Estos dos nadadores del Bidasoa XXI han salido de la piscina para romper moldes con su marca 'Nada de nada' y salpicar a todo el mundo
- YLENIA BENITO
- IRUN
¿Conocen algún nadador con barba? ¿Es la piscina el único sitio por conquistar para los hipsters? ¿Puede un perro llevar gafas de bucear? ¿De qué color son los bañadores de Michael Phelps? ¿Negros? ¿Estampados? ¿De qué tamaño son? ¿Minúsculos? La respuesta a todas las preguntas es 'Nada de Nada'. Sí, olviden todos los tópicos de la piscina. Rufo y Yerai, gallego uno e irundarra el otro, se han tirado a la piscina, donde hay 'Nada de Nada'. ¿Su intención? Romper con la rutina del cloro y que todos nos 'tiremos' a su piscina.
-Vosotros a una piscina sin agua no os tiráis, ¿verdad?
-(Risas) ¡No! Eso nunca, pero queríamos probar qué tal se nos daba la vida fuera del agua. Así nace la marca 'Nada de Nada'.
-El que nada no se ahoga, dicen. Y vosotros, Yerai, sois grandes nadadores.
-Nos hemos conocido en la piscina, sí, compitiendo. Yo soy de Irun, pero Rufo es gallego. Coincidíamos en muchos campeonatos.
-¿Erais rivales, Rufo?
-¡Qué va! Yerai me idolatraba.
-Yerai...
-(Risas) Yo creo que era al revés, fichó por el Bidasoa XXI para estar conmigo. Es broma, habíamos hablado muy pocas veces, pero en el 2011 Rufo entró en el Bidasoa XXI y estuvimos un año viviendo y entrenando juntos en Toulouse.
-¡Mon Dieu!
-Sí, allí en Francia es donde empezó nuestra amistad. Estuvimos un curso entero, Rufo, su perro Watson y yo. Pero la natación nos volvió a separar...
-¿Qué pasó?
-Yo me fui a Barcelona a entrenar y Rufo empezó el segundo curso en Toulouse. En realidad fue muy poco tiempo, se dio cuenta de que me echaba de menos y se vino a Irun.
-Vaya, vaya... ¿No había pulpo en Toulouse, Rufo?
-(Risas) Mis abuelos vivían en Donostia, así que ya conocía la zona. Al poco, nos volvimos a juntar. Ambos estábamos trabajando, pero estábamos en uno de esos puntos de inflexión en los que piensas: '¿qué hago con mi vida?'
-Y antes de hacer nada de nada...
-¡Exacto! Pensamos en montar una tienda de material deportivo enfocado a la natación. Por aquí faltan sitios en los que comprar cosas buenas para entrenar, así que nos sentamos a desarrollar la idea.
-¿Qué os hizo cambiar de idea?
-Nos dimos cuenta de que era muy complicado y de que requería de una inversión grande. Pero no tiramos la toalla, pensamos que ese no era el camino y que teníamos que buscar otro.
-Había que buscar otra piscina a la que tirarse...
-¡Sí! Y precisamente, pensando en piscinas y entrenamientos, Yerai se acordó de unos bañadores que usaba en Toulouse y que no se comercializaban en España.
-¿Cómo eran esos bañadores, Yerai?
-Son diferentes en el corte, en los colores y en el material. Tenía uno que lo usé más de un año, cada día para entrenar, y no se cedió ni un milímetro. ¡Estaba perfecto!
-¿Y el corte? ¿Qué aspecto tiene?
-Pues es menos pequeño que los habituales, es...
-¿Rufo?
-¡No es el típico 'fardahuevos'! Es un intermedio entre un boxer y un 'fardahuevos'. Nosotros estamos acostumbrados a ese tipo de bañador pequeño, nos lo ponemos cada día para entrenar, pero éste estéticamente es más bonito. Sienta mejor, vaya.
-Vaya, ¿los nadadores sois presumidos, Yerai?
-Bueno, tal vez sí. En Toulouse me regalaron uno rosa fosforito, muy llamativo, y todo el mundo me decía que le encantaba. Era un color diferente, por eso pensamos en hacer unos bañadores con colores 'potentes'.
-Tenemos el corte, el material y el color. ¡Falta la marca!
-El nombre de la marca es lo que más llama la atención, sin duda. ¡Estamos muy orgullosos!
-Cuenta, Rufo, ¿cómo fue?
-Pues después de darle muchas vueltas a la cabeza, sacamos el nombre de la manera más tonta: ¡por whatsapp! Una noche le mandé un mensaje a Yerai: '¿se te ha ocurrido algo?. Me responde: 'nada'. Y yo: '¿nada?. Él: 'nada de nada'. ¡Lo vi claro! Le dije: '¡Lo tenemos! Nada de Nada, es perfecto'.
-Suena a que fue fácil, ¿cuál fue el siguiente paso?
-Pensar un logo, el nombre necesitaba una imagen. Veía que en ese momento los hipster estaban muy de moda, había chicos con barba por todas partes. Yo, por aquel entonces, llevaba barba también y no era algo habitual. ¿Has visto alguna vez un nadador con barba?
-¿...? Yerai...
-¡Los nadadores se quitan hasta el último pelo! Hay que nadar rápido...
-Rufo, ¡no me digas que los del logo sois vosotros!
-Efectivamente. Le pedimos el diseño a un amigo, quedó tan bien que Yerai se puso celoso y quiso salir él también. (Risas)
-El logo ha gustado, ¿verdad?
-Al principio, nuestros amigos decían que no iban a ponerse un gorro con nuestra cara. ¿Y sabes qué? Se han agotado de lo mucho que les ha gustado. Nuestra intención era plasmar nuestra esencia, hacer algo diferente. Creo que lo hemos conseguido.
-No estáis solos, hay un perro.
-¡Watson! Es el perro de Rufo. Vivió con nosotros en Toulouse, es uno más en este equipo. Le sacamos una foto con el móvil, se la mandamos al diseñador y... ¡quedó fenomenal! La gente ha reaccionado genial.
-Rufo, tu perro se ha hecho famoso...
-Ya lo era, más que nosotros. ¡Tiene hasta facebook! (Risas)
-La cosa parece que va bien, no sólo tenéis bañadores y gorros de piscina, ¿verdad?
-Hacemos de todo, camisetas, sudaderas, gorras... La idea es que la natación llegue a gente que nunca antes se ha tirado a la piscina. Vendemos online y de 'strangis'...
-¿Cómo?
-Seguimos yendo a campeonatos y digamos que discretamente vendemos nuestros productos. (Risas)
-Se os ve buenos comerciales, pero también diseñadores, ¿no, Yerai?
-Sí, acabamos de diseñar la equipación del Bidasoa XXI. Ha sido increíble. Imagínate, hacer la ropa de nuestro equipo y para más de trescientos nadadores.
-Muchas piscinas habéis conquistado entonces.
-¡Y las que quedan! Igual llegamos hasta la playa, los bañadores también son para el mar. (Risas)
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