Una mirada al exilio
La Asociación Republicana Irunesa organiza una exposición sobre los refugiados de ayer y de hoy
- MARÍA JOSÉ ATIENZA
- IRUN
«Bienvenidos». Ésa es la palabra esperada por los refugiados que huyen de cualquier guerra y en cualquier época. Es la palabra «que quisieran haber escuchado aquellos republicanos, más de medio millón, que huyendo de Franco cruzaron la frontera camino del exilio», señaló Marijo Nogués, en la inauguración de la exposición 'Una mirada al exilio', organizada por la Asociación Republicana Irunesa Nicolás Guerendiain. «Muchos de ellos encontraron el hambre, el frío y el abandono. Hoy, los refugiados que han abandonado su tierra, huyendo de las guerras y del hambre, nos piden la misma palabra».
La similitud entre el sufrimiento de los exiliados de la Guerra Civil española «y lo que actualmente está pasando, nos hace ver que, en 80 años, no ha cambiado prácticamente nada», añadió Tino Zamora, presidente de la Asociación Republicana. Y esa es la evidencia y la reflexión a la que lleva la exposición instalada en la sala de Laboral Kutxa.
Más de un centenar de imágenes y documentos de los movimientos migratorios habidos entre 1936 y 1939; de mujeres, ancianos y niños huyendo de la guerra y de los campos de refugiados componen la muestra. Junto a este material, se exhibe una colección de fotografías recientes, de refugiados que han salido huyendo de la guerra de Siria. Las imágenes antiguas y las actuales son tan parecidas, que prácticamente sólo se distinguen porque unas son en blanco y negro y otras en color.
Zazpi García Amiano, voluntario de Zaporeak en Chíos, intervino para relatar su experiencia. «Nos encontramos con gente desesperada, en muy malas condiciones, huyendo de una guerra que no han generado ellos. Hay un enriquecimiento brutal por parte de las mafias. Llegaban alrededor de 20 a 25 embarcaciones diarias con 50 personas, que pagaban 1.000 euros cada una. Hay un movimiento económico terrible y eso lo están permitiendo las autoridades», dijo.
Tras un año repartiendo comidas y asistiendo a una media de 1.300 a 1.500 refugiados cada día, los voluntarios de Zaporeak denuncian el cierre de fronteras, que califican como «la vergüenza de Europa. Vemos estas fotografías de los refugiados de la Guerra Civil y es algo que nosotros hemos vivido allí. Lo que vemos aquí en blanco y negro, nosotros lo hemos vivido en color, pero comparativamente es lo mismo».
Zazpi agradeció «el trabajo de los voluntarios, cientos de voluntarios, y muchos de ellos de Irun».
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