«Ahora podré decir que ¡sí soy profeta en mi tierra!»
Desde el balcón del Ayuntamiento y antes de prender la hoguera de San Juan, Mateo Vergara pronunció ayer el pregón con el que comenzaron las fiestas
- JOANA OCHOTECO
- IRUN
Con el «Gora Irun, gora San Marcial!» y los «miles de besos de colores blancos, rojos y negros» que lanzó Mateo Vergara desde el balcón del Ayuntamiento, ayer al anochecer quedaron inauguradas las fiestas de San Pedro y San Marcial.
El showman protagonizó un pregón, como no podía ser de otra forma, en clave irundarra. La ciudad y el Alarde estuvieron presentes hasta en sus zapatos, con un diseño rojo, blanco y negro y la imagen de un caballo, como guiño a la unidad en la que desfila, diseñados exclusivamente para la ocasión por Pepe Milán, zapatero de Almansa (Albacete). Irun, sus sensaciones y recuerdos fueron asimismo protagonistas de las palabras que Mateo Vergara dirigió a los miles de irundarras que se congregaron en la plaza San Juan.
«A veces la gente llora no porque seamos débiles, sino porque llevamos mucho tiempo siendo fuertes. Con esto quiero decir que tengo mucha 'poxa' interna por tener el honor, placer, emoción de dar inicio a nuestras queridas fiestas de San Pedro y San Marcial», comenzó el irundarra. «He sido, soy y seré muchas cosas en mi vida, pero pregonero una sola vez y aquí... en Irun».
Todo lo que Irun es
Mateo Vergara habló de la ciudad en lo personal, y también en lo universal, sobre esas vivencias con las que cualquier irundarra puede sentirse identificado. Porque, como dijo, «Irun es Joló en la calle Mayor; opilla de Aguirre aunque me la coma en Barcelona, no en el monte de los enanitos, gracias Ana Iriarte por mimarme tanto siempre. Irun es colonias de Luquín, mi adolescencia en el Depor, el Txuberry, los picantes del Gaztelu, el pintxo de tortilla de patatas con su característico toque picante del Manolo. Es la merienda que nos pegábamos yendo con la ama a por los Levi's a Hendaia al pasar por Elgorriaga y Recondo, olías y ya habías merendado. Las campanadas del Juncal que me vieron bautizar, comulgar, confirmar... Y porque no hay más que hubiera llenado el bono. Tranquilos, que os lo juro por las cerezas de Pachá, que casarme no me verán, yo libre como Nino Bravo...».
En definitiva, Irun «son anécdotas, sentimientos, vivencias... Pero lo que aquí nos trae hoy y en este momento es San Marcial». Esas fiestas que atesoran tantas emociones y experiencias, como «venir desde Alunda con la compañía Bidasoa, viendo despertar el día de San Marcial; el colegueo entre soldados, seas de la ideología política que seas; las reacciones del público, las caras de los niños ante la majestuosidad de sentir cerca un animal tan noble como es el caballo».
Mateo Vergara compartió también con los irundarras muchos de sus recuerdos relacionados con los sanmarciales, como «la elección de mi padre como general de nuestro Alarde de Irun, en el año 1994». El showman tuvo asimismo palabras para «mis cantineras», entre ellas su hermana Jaione Vergara Echeveste y su prima Icíar Vergara Mitxeltorena, las cantineras de Caballería y todas las demás: «gracias por dar color a la fiesta». Hubo tiempo, asimismo, para compartir esos recuerdos que son también 'irundarramente' universales: «San Marcial son las rosquillas del monte, los madrugones, los sonidos, el ambiente, el calor, el olor a pólvora, el olor a caballo, el jalear de las personas en las aceras al paso de la Caballería...».
Mateo Vergara guardó un espacio para los agradecimientos: «mi familia, mis amigos...». Y, en los sanmarciales en los que además de ser pregonero estrena cargo en el Alarde, «gracias Josemari, capitán de la Escolta de Caballería, por decidir que este año sea yo vuestro alférez».
El irundarra se refirió también a su etapa en Txolarte, «con un grupo de personas maravillosas, trabajando con y para un grupo mágico de chavales con un desarrollo intelectual diferente. Todos iguales, todos diferentes. A mi siempre me han gustado las diferencias, en ello reside la originalidad. Al fin y al cabo, eso te hace ser único, cien por cien uno mismo». Mateo Vergara habló también sobre su trayectoria profesional: «estoy orgulloso de haber elevado a la categoría de artista la función de un animador de público en televisión; que a día de hoy muchos piensan y te dicen '¿eres el que manda aplaudir?'. Es mucho más que eso. El animador es el encargado de tener vivo, 'on fire', atento, entregado, con ganas, receptivo, sonriente, feliz y animado al público, dure lo que dure la grabación o la gala. Ardua tarea, creedme, a la par que enriquecedora. Soy un médico de las sonrisas», resumió. El showman recordó también sus últimas colaboraciones profesionales en Irun, durante el centenario del nacimiento de Luis Mariano y en el ciclo de encuentros organizados por Bidashop.
Y, para terminar, «como despedida y en agradecimiento a todos, deciros que a partir de ahora podré decir abiertamente por donde vaya... ¡Que sí soy profeta en mi tierra!». Aunque reside en Barcelona, la pasión de Mateo Vergara por su ciudad puede constatarse siguiendo su perfil en Instagram, @mateovergaraTV.
Hoguera de San Juan
Inmediatamente después del pregón, el alcalde, José Antonio Santano, prendió la hoguera dispuesta en la plaza San Juan, que iluminó la noche más corta del año. Previamente, a última hora de la tarde, los dantzaris de Kemen Dantza Taldea habían bailado en torno a ella recibiendo los aplausos del público congregado en la plaza. Todos ellos vivieron un arranque festivo al calor y la luz de las llamas.
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