Diputación entrega el convenio para tramitar el nuevo enlace en la A-8
Alcaldía dará el visto bueno al documento para poner en marcha el expediente que permitirá crear la nueva conexión cerca de Oinaurre
- M.A.I.
- IRUN
El Ayuntamiento de Irun recibió la pasada semana el convenio redactado por la Diputación Foral de Gipuzkoa con el objetivo de poder poner en marcha el procedimiento que concluirá con la creación de un nuevo enlace de la autopista en Irun y la construcción de la Ronda Sur que complementará ese tercer 'pinchazo'.
El Gobierno Municipal deberá dar el visto bueno al documento foral, pero no se esperan problemas en esta parte del proceso. Dada la aprobación llegará mediante Resolución de Alcaldía, y el Gobierno local ya ha adelantado que la propuesta recibida «recoge los términos que, desde que se acordara esta obra entre el alcalde, José Antonio Santano, y el diputado general, Markel Olano, se han ido gestionado por parte de los técnicos municipales y forales».
El objeto de este convenio «es, principalmente, establecer los compromisos mutuos para la ejecución de este proyecto y la disponibilidad de los terrenos necesarios», para lo que ya se ha contratado un estudio técnico. El convenio recoge además «la voluntad de acordar posteriormente, en un futuro convenio, la financiación, ejecución y mantenimiento de las obras siguiendo los criterios recogidos» en los acuerdos previos entre las dos instituciones.
El proyecto, que ya había sido redactado previamente por el ente foral, prevé construir un semienlace de conexión con entrada hacia Donostia y salida para los vehículos que vienen de allí. También incluye el sistema viario de borde para la distribución de esos tráficos en la ciudad, conocido como Ronda Sur, y que se extenderá, en una primera fase, desde Oianurre a Larreaundi. El punto elegido para el semienlace se encuentra entre los ámbitos denominados Txenperenea y Oinaurre, aunque formalmente incluido en el primero.
Obras en 2018
La redacción de proyecto estimó que las obras tendrían un coste de 15 millones de euros. Ambas instituciones acordaron compartirlo a razón de catorce millones forales y uno del Ayuntamiento, que asumía una parte del gasto entendiendo que, en cierta manera, la Ronda Sur iba a formar parte del entramado circulatorio interno de Irun.
El grueso recayó sobre la Diputación, responsable de las infraestructuras viarias guipuzcoanas, que ya en su día aceptó esta solución como una alternativa al desdoblamiento de la antigua N-1 (actual GI-636) en su tramo irundarra, al que se había comprometido y que no se veía en condiciones de abordar, pese a admitir que era necesario actuar sobre los accesos a la ciudad.
El objetivo de ambas instituciones es ahora apretar el paso en las tramitaciones necesarias durante el presente año con el objetivo de que la Diputación pueda iniciar las obras de construcción del semienlace en algún momento de 2018.
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