«El ajedrez encaja muy bien dentro de la educación necesaria para el siglo XXI»
El periodista Leontxo García, especializado en este deporte, pronunció el jueves una conferencia acerca de la historia y vicisitudes del mismo
- JOANA OCHOTECO
- IRUN
Leontxo García propuso este jueves a los irundarras un viaje por la historia y las anécdotas más relevantes del ajedrez. El periodista, especializado en este deporte, contagia su pasión por el mismo a través de sus crónicas y columnas al respecto y también en sus conferencias. Lo constató el público que acudió al encuentro organizado por la Asociación Bidashop en el bar Manolo.
A pesar de que este juego tiene «más de 1.500 años de historia documentada», Leontxo García afirmó que «el siglo XXI encaja muy bien con el ajedrez». Ejemplo de ello es que, mientras otros deportes no pueden practicarse por internet, «en este momento puede haber millones de personas jugando al ajedrez» a través de la red.
Pero, «más importante que eso, el ajedrez encaja muy bien en la educación necesaria para el siglo XXI», afirmó el periodista. «Dentro de, como mucho, quince años, más de la mitad de nuestros niños de hoy van a ejercer profesiones que todavía no existen, utilizando tecnología que todavía no existe y para resolver problemas que aún no existen. En ese contexto, la educación de los niños, desde mañana mismo, tiene que poner un especial acento en enseñarles a pensar siendo capaces de adaptarse a una realidad que cambia todos los días, una realidad muy flexible». Y es ahí donde el ajedrez «encaja como un guante».
Durante una partida, «con mucha frecuencia una sola jugada hace que cambie todo el tablero. Los jugadores tienen que adaptarse a las nuevas situaciones constantemente y a toda velocidad, porque el reloj está en marcha», explicó Leontxo García. «Si lo has hecho durante cien o mil partidas, ese proceso cerebral está automatizado». Y este es un proceso también útil para «la vida real».
Pero la conferencia que ofreció el periodista irunés no tuvo tanto que ver con los argumentos científicos que ciertamente demuestran que el ajedrez «es una herramienta educativa eficaz», sino «algo mucho más divertido»: un viaje por los entresijos históricos del juego, desde su origen hasta la actualidad, con paradas en los momentos más interesantes de esos más de quince siglos de historia y visitas a personajes «fascinantes» vinculados al ajedrez.
Porque «se supone», según «la teoría más extendida», que este deporte nació en torno al siglo V o VI en la zona de India y Persia. Pero hay otros historiadores «que dicen que es todavía mucho más antiguo y empezó en Egipto hace 3.500 años». Al margen del momento exacto al que se remonta su origen, España jugó un papel clave en la historia del ajedrez: fue «hace 500 años, probablemente en Valencia», donde nació el ajedrez moderno. Hasta entonces, el juego «no tenía ninguna figura femenina. Son los españoles quienes añaden la dama y la convierten en la pieza más potente del tablero». Ello permitió al ajedrez «ganar en dinamismo».
Grandes rivalidades
Un par de siglos más tarde, François-André Danican 'Philidor', uno de los mejores ajedrecistas del XVIII, pronuncia en París la frase «los peones son el alma del ajedrez». El significado de sus palabras gana en profundidad al saber que las pronunció «en vísperas de la revolución francesa».
No es la única vez que los caminos del ajedrez y de la política se han entrecruzado: Leontxo García recordó el duelo entre el estadounidense Bobby Fischer y el soviético Boris Spassky, que en plena Guerra Fría fue mucho más que la partida que determinaría al vencedor del Campeonato Mundial de Ajedrez de 1972. No menos tensas eran las partidas entre Kaspárov y Kárpov, que mantuvieron «la mayor rivalidad de la historia del deporte», no sólo en lo que se refiere al ajedrez sino en general. Leontxo García cubrió duelos que disputaron ambos jugadores entre los años 80 y 90.
La conferencia del periodista dejó datos asombrosos como el récord del mundo de partidas simultáneas de ajedrez jugadas a ciegas, «batido el año pasado por un uzbeko que vive en Estados Unidos: 48 partidas a la vez durante casi 24 horas consecutivas». Una habilidad así «está cerca de los límites humanos».
Durante una partida, «con mucha frecuencia una sola jugada hace que cambie todo el tablero. Los jugadores tienen que adaptarse a las nuevas situaciones constantemente y a toda velocidad, porque el reloj está en marcha», explicó Leontxo García. «Si lo has hecho durante cien o mil partidas, ese proceso cerebral está automatizado». Y este es un proceso también útil para «la vida real».
Pero la conferencia que ofreció el periodista irunés no tuvo tanto que ver con los argumentos científicos que ciertamente demuestran que el ajedrez «es una herramienta educativa eficaz», sino «algo mucho más divertido»: un viaje por los entresijos históricos del juego, desde su origen hasta la actualidad, con paradas en los momentos más interesantes de esos más de quince siglos de historia y visitas a personajes «fascinantes» vinculados al ajedrez.
Porque «se supone», según «la teoría más extendida», que este deporte nació en torno al siglo V o VI en la zona de India y Persia. Pero hay otros historiadores «que dicen que es todavía mucho más antiguo y empezó en Egipto hace 3.500 años». Al margen del momento exacto al que se remonta su origen, España jugó un papel clave en la historia del ajedrez: fue «hace 500 años, probablemente en Valencia», donde nació el ajedrez moderno. Hasta entonces, el juego «no tenía ninguna figura femenina. Son los españoles quienes añaden la dama y la convierten en la pieza más potente del tablero». Ello permitió al ajedrez «ganar en dinamismo».
Grandes rivalidades
Un par de siglos más tarde, François-André Danican 'Philidor', uno de los mejores ajedrecistas del XVIII, pronuncia en París la frase «los peones son el alma del ajedrez». El significado de sus palabras gana en profundidad al saber que las pronunció «en vísperas de la revolución francesa».
No es la única vez que los caminos del ajedrez y de la política se han entrecruzado: Leontxo García recordó el duelo entre el estadounidense Bobby Fischer y el soviético Boris Spassky, que en plena Guerra Fría fue mucho más que la partida que determinaría al vencedor del Campeonato Mundial de Ajedrez de 1972. No menos tensas eran las partidas entre Kaspárov y Kárpov, que mantuvieron «la mayor rivalidad de la historia del deporte», no sólo en lo que se refiere al ajedrez sino en general. Leontxo García cubrió duelos que disputaron ambos jugadores entre los años 80 y 90.
La conferencia del periodista dejó datos asombrosos como el récord del mundo de partidas simultáneas de ajedrez jugadas a ciegas, «batido el año pasado por un uzbeko que vive en Estados Unidos: 48 partidas a la vez durante casi 24 horas consecutivas». Una habilidad así «está cerca de los límites humanos».
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