La nueva ordenación urbanística del espacio ferroviario estará aprobada para el año 2019
El Gobierno municipal se plantea esa fecha como horizonte para empezar a realizar las primeras actuaciones del proyecto
- JOANA OCHOTECO
- IRUN
La nueva ordenación del espacio ferroviario de Irun es un proyecto ambicioso que transformará la ciudad. La envergadura y afecciones del mismo implican que sea un proyecto a largo plazo, que lleva años dando pasos muy poco a poco pero que, tras los últimos avances, comienza a dibujar algunos plazos en el horizonte. 2019 y 2023 son las dos fechas que se plantean, en principio, como claves para que el proyecto empiece a hacerse realidad.
El encuentro con el presidente de Adif, celebrado hace unas semanas, «va a marcar un antes y un después en el desarrollo del espacio ferroviario de Irun. Estábamos pendientes de determinar, finalmente, qué espacio quieren dejar de emplear para uso ferroviario el ministerio de Fomento y Adif, la entidad que lo gestiona», recordó el alcalde, José Antonio Santano. «Están dispuestos a dejar de dar uso ferroviario a una parte muy importante de la playa de vías y de los edificios que tienen en el entorno de la calle Aduana», un total de «38.000 metros cuadrados».
A esta extensión se sumarían «los casi 10.000 metros cuadrados que tiene la Agencia Tributaria, con la que tenemos que tratar directamente y estamos en ello», así como los espacios que ya pertenecen al Ayuntamiento de Irun o «a algún particular. Ese conjunto suma los casi 60.000 metros cuadrados que son objeto de la operación».
Una vez enviadas a Adif y Euskotren las cartas que solicitan formalmente la desafección del espacio ferroviario para incorporarlo al uso de la ciudad , comienza un proceso que «lleva su tiempo» pero que culminará en la obtención de la autorización «que nos permita empezar a trabajar en la ordenación urbanística de ese espacio». Para ello, se encargará un proyecto «lo más detallado posible» que defina los nuevos usos del entorno.
Una nueva estación
El alcalde se refirió a «los horizontes que estamos manejando. El primero que tenemos que tener en cuenta es el año 2019», fecha en la que se prevé que la construcción del tercer hilo termine el tramo hasta Irun. Entonces, «el corredor Donostia-Irun-Baiona tendrá un ancho europeo, y habrá una primera oportunidad para generar una relación a través del tren en clave de Cercanías. Es una oportunidad más a corto plazo» que la alta velocidad «y que tenemos que aprovechar como ciudad». En el encuentro con el presidente de Adif, se planteó la posibilidad de incorporar al proyecto «una nueva estación». Eso significa que, para dentro de dos años, el ordenamiento urbanístico de la zona tiene que estar definido, de modo que quede claro dónde se ubicaría dicha estación. «Tenemos tiempo suficiente para llegar a 2019 con la ordenación acordada y pactada, y aprobada por el Pleno», aseguró el alcalde. Santano manifestó su deseo de que, para entonces «haya habido ya alguna operación de limpieza mínima de pabellones y espacios en desuso. Estamos en ello, en que se empiecen a percibir cambios elementales».
El segundo año clave es 2023, «la que están planteando el Gobierno Vasco y el Estado como fecha probable para terminar el trazado vasco de la alta velocidad. Para entonces, la operación urbanística del espacio ferroviario no sólo tendría que estar empezada, sino haber dado ya pasos muy importantes en materia de urbanización. Sin estar terminada, debería estar muy avanzada».
José Antonio Santano subrayó la intención de que el proyecto del espacio ferroviario «avance con consenso. No nos podemos permitir el lujo de generar discrepancias en torno a este proyecto, por la importancia que tiene para el futuro de Irun, para nuestra economía, empleo y desarrollo como ciudad. En todo momento he mantenido informados a los grupos políticos», aseguró el alcalde. La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Irun será el marco en el que los grupos municipales de la ciudad podrán realizar un seguimiento del proyecto.
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