BERTAKO GAIA
El nuevo frontón Uranzu coge forma
La histórica cancha de pelota de la Parte Vieja irundarra lleva nueve meses siendo renovada, modernizada y ampliada con un mayor graderío y mejores instalaciones deportivas para llegar a ser referente a nivel de Gipuzkoa
REPORTAJE Y FOTOGRAFÍA DE JON GUEZALA - Sábado, 22 de Septiembre de 2018 - Actualizado a las 06:04h
El frontón de Uranzu, en pleno proceso de rehabilitación integral.
Desde que se inauguró en 1934, el frontón Uranzu ha ocupado un lugar especial en la historia de Irun, siendo una de las instalaciones deportivas centrales del municipio, no solamente por los innumerables partidos de pelota y balonmano que ha hospedado, sino también por las múltiples citas culturales y musicales que aún resuenan en la memoria de los irundarras. Tras la renovación de la plaza Urdanibia y la reurbanización de la calle San Marcial, el nuevo frontón Uranzu es el próximo paso en la modernización que está experimentando la Parte Vieja de la ciudad.
Hoy, donde durante más de 80 años el sonido protagonista fue el de la pelota golpeando la piedra, se escucha el estruendo de martillos y grúas, cuyos operarios llevan trabajando nueve meses en la reforma del centro deportivo. Así, el ajado aspecto que el frontón ha presentado a lo largo de las últimas décadas desapareció hace ya varios meses, dando paso al andamiaje que ha permitido levantar la nueva cubierta de hormigón, totalmente finalizada en la actualidad.
La reforma cuenta con un presupuesto total de cuatro millones y medio de euros, que incluye una subvención de 600.000 euros de la Diputación, y la superficie total construida llegará hasta los 4.163 metros cuadrados a lo largo de los tres niveles que albergarán, además de la cancha, las gradas, vestuarios, aseos, almacenes y el resto de estancias que completan la instalación.
Esta actuación comtempla la equipación deportiva del frontón con vistas a poder celebrar partidos de pelota televisados de nivel profesional, así como para recuperar la posibilidad de albergar encuentros de otras disciplinas, como el balonmano. Para ello, se prevé la construcción de unas gradas retráctiles que, recogidas, dejan una cancha de 19,85 por 43 metros, apta para la práctica de deportes de pista.
Las obras, que comenzaron el pasado mes de diciembre, han incluido hasta ahora una nueva cimentación del edificio por micropilotaje, el levantamiento de la estructura del graderío ampliado y de la cubierta del nuevo modulo de acceso a la instalación por el parque de la Sargia, así como el comienzo de las distribuciones internas de vestuarios, aseos y almacenes.
A día de hoy, los instaladores de fontanería, ventilación y del ascensor, que dotará de una completa accesibilidad al edificio, ya han comenzado sus labores.
La prevision del Consistorio es que los trabajos de remodelación finalicen entre febrero y marzo de 2019.
VISITA INSTITUCIONAL El pasado miércoles, el alcalde de Irun, José Antonio Santano, la delegada de Vía Pública y Obras, Cristina Laborda, y el edil de Deportes, Pedro Alegre, junto al presidente de Kurpil Kirolak, Juanjo Aldako, realizaron una visita para observar el avance de las obras de remodelación del frontón Uranzu.
El primer edil quiso destacar la nueva orientación del edificio, cuyo acceso principal, anteriormente en la calle Juncal, estará ubicado en el parque de la Sargia. “Hemos querido girar la instalación porque creemos que así se integra mejor con el resto de la Parte Vieja, acercándolo al parque y a la plaza San Juan”, afirmó Santano, para seguidamente explicar que, de esta manera, se evitará la percepción de fondo de saco que hasta ahora tenía la Sargia y se ganará luminosidad en la zona.
UNA NUEVA IDENTIDADEl alcalde también hizo hincapié en los nuevos colores y el uso de materiales y recursos arquitetónicos que caracterizarán al frontón. Así, la cubierta de hormigón tendrá su contraste en la madera de las gradas y el yeso laminado de paredes y techos.
La iluminación será fundamental, el nuevo edificio está pensado para que la luz natural se filtre en su interior a través de cristaleras y claraboyas, haciendo predominar el color blanco.
Por otro lado, Aldako reveló un dato que quizás haga encoger los corazones de los más nostálgicos: el verde Asegarce, que desde siempre han exhibido las paredes del frontón, pasará a ser negro y rojo. Se trata de una decisión que no responde solamente a valores estéticos sino que otorgan una utilidad extra a la cancha. Al parecer, se ha demostrado que los pelotaris son capaces de detectar mejor las trayectorias de las bolas sobre un fondo negro. Por lo tanto, Uranzu se suma a la estela de frontones como el de Miribilla, en Bilbao, intercambiando tradición por eficiencia.
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