sábado, 29 de septiembre de 2018

La Diputación aportará medio millón a la rehabilitación de Ikust Alaia

Noticia publicada en Diario Vasco,el sábado día 29 de Septiembre de 2018.

La Diputación aportará medio millón a la rehabilitación de Ikust Alaia

Pleno. La sesión de ayer estuvo marcada por alguna que otra discusión./DE LA HERA
Pleno. La sesión de ayer estuvo marcada por alguna que otra discusión. / DE LA HERA

El Pleno acordó la modificación de crédito, 250.000 euros este año y 250.000 el que viene, pese a las discrepancias entre los grupos por las formas y por el fondo

IÑIGO MORONDOIRUN.
El ayuntamiento en pleno aceptó ayer la modificación del presupuesto para incorporar los fondos provenientes de una subvención nominativa de la Diputación Foral de Gipuzkoa que tiene por objeto la rehabilitación de la villa Ikust Alaia, la antigua biblioteca municipal en la calle Mayor. Se trata, en realidad, de una partida plurianual con 250.000 euros para este año y otro tanto para el próximo.
Pese a que el dictamen por sí mismo aparentaba una sencillez ajena al conflicto, lo cierto es que durante su debate plenario surgieron asuntos que, por momentos, hacían prever que no habría aprobación.
El destino de la villa, según el programa de Gobierno aprobado en 2015, es el de convertirse en un futuro museo de la ciudad. Eso creó discrepancias en Sí se Puede Irun y EH Bildu, que no es que no compartan la idea, sino que consideran que por tratarse de un lugar «emblemático», calificaron los portavoces de ambos grupos, su uso próximo debería ser sometido a un proceso de participación.
SPI, PNV y EH Bildu mostraron dudas y, en algún caso, pidieron dejar el punto sobre la mesaEl Gobierno aseguró no entender qué pasaba, dio explicaciones y consiguió que se abstuvieran
José Enrique Corchón, por su parte, que además de concejal jeltzale en Irun es director foral de Presupuestos, advirtió que «hay información sobre esta subvención que no se está dando», que él no iba a darla «por lealtad institucional a mis compañeros de Gobierno. Yo la sé por mi condición de director y ustedes también la saben». Añadió, además, que el proyecto tiene que ser explicado «porque recibir la información la tarde anterior al pleno no es de recibo». Pidió que el punto quedara sobre la mesa para aclarar ambas cuestiones. Muriel Larrea (PP) aseguró que «ha habido tiempo para preguntar a los técnicos desde que se habló de este proyecto en la Comisión de Obras», mientras aseguraba no entender «que nos podamos estar planteando rechazar un dinero que nos da la Diputación».
El edil de EH Bildu, José Cayetano Díez, alegó «no haber tenido acceso al expediente», por lo que, dijo, «nos preocupa y no nos gusta que esto se pueda acabar convirtiendo en otro proyecto personalista del equipo de Gobierno». El portavoz de SPI, David Soto, atacó el otro frente: «qué información es esa que el director foral de presupuestos no da sobre una subvención por lealtad a sus socios de gobierno». Esta cuestión, añadida a sus dudas sobre el proyecto, le llevó a pedir «que se den más explicaciones o que quede sobre la mesa».
Enfado del alcalde
«No doy crédito», dijo el alcalde, José Antonio Santano, en una intervención en la que admitió que «me están sacando de mis casillas». Sobre la cuestión presupuestaria señaló que «el presupuesto de la Diputación, que está aprobado y es público, tiene una subvención nominativa para la rehabilitación de Ikust Alaia. Lo que hacemos hoy es trasladarle que estamos conformes con que nos lo dé. ¿Pero qué clase de juego es este de arrojar dudas sobre esto?». Recordó que el destino es un proyecto «contrastado por los técnicos municipales y aprobado por la Junta de Gobierno, que busca rehabilitar un edificio histórico de la ciudad. Puedo estar de acuerdo en que sea necesario un debate como ha dicho David Soto, sobre cuál será el uso futuro. Tenemos una opinión, pero este proyecto es para rehabilitar estructura, fachada, cubierta; garantizar accesibilidad... No impide el debate sobre el uso futuro. Y para eso, Diputación nos da 500.000 euros. Decir que no, es, intentando dañar al Gobierno, hacer daño a la ciudad, porque no podemos adjudicar la obra si no aceptamos el dinero de Diputación».
A estas explicaciones y otras más técnicas que dio Santano, Laborda añadió que «el proyecto se aprobó en agosto y se dio cuenta de ello en la Comisión de Obras hace 15 días. Nadie preguntó nada aquel día ni en los posteriores. La víspera del Pleno SPI me pidió información y tras dársela, me pareció adecuado trasladarla al resto de grupos, pero no era información, sino ampliación de información».
No le bastó a Corchón, que siguió planteando que quedase sobre la mesa, pero cuando Soto anunció que su grupo se abstendría, retiró esa petición. SPI, PNV y también Bildu se abstuvieron, dejando claro, eso sí, su disgusto por que se les acuse sistemáticamente de querer dañar a la ciudad, y los votos de los grupos Socialistas de Irun y Popular aprobaron el dictamen.

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