Noticia publicada en Diario Vasco,el jueves día 4 de Marzo de 2021.
Emotivo reconocimiento al ertzaina Montxo Doral en la comisaría de Irun
La asociación Mila Esker traslada a la familia del exjefe de la lucha antiterrorista de la Ertzaintza, asesinado por ETA el 4 de marzo hace 25 años, que su memoria «no se ha diluido ni olvidado»
Compañeros del ertzaina Montxo Doral, el exjefe de la lucha antiterrorista de la Ertzaintza asesinado por ETA el 4 de marzo de 1996, han compartido este mediodía un acto de reconocimiento en la comisaría de Irun. El homenaje, impulsado por la asociación Mila Esker y al que han asistido las jefaturas de la Policía Vasca en Irun y Hondarribia, así como de la Policía Municipal de Irun y compañeros, representantes de los sindicatos de la Ertzaintza y amigos de Montxo, ha consistido en una ofrenda floral y unos minutos de silencio en su memoria. Tras el acto, la asociación ha hecho llegar a la viuda del ertzaina asesinado, Cristina Sagarzazu, las flores y una poesía dedicada al agente irunés. La familia, que no asiste a este tipo de actos desde hace años, ha agradecido el gesto de reconocimiento de sus compañeros.
Según ha explicado Mila Esker, con este acto han querido «mostrar el cariño a la familia de Montxo» y trasladarle que tiene «el afecto, respeto y agradecimiento de todos los que formamos la Ertzaintza, ya que su vida, historia y trayectoria entre nosotros no se ha diluido ni olvidado». La asociación asegura que se sienten «muy orgullosos» de su compañero Montxo por la labor y el sacrificio que hizo por la defensa de las libertades, la convivencia y la democracia, motivo por el que le arrebataron la vida».
El homenaje de esta mañana es el cuarto acto de reconocimiento que organiza este colectivo creado el pasado mes de enero para recordar a los agentes que se dejaron la vida luchando contra ETA.
Montxo Doral tenía 36 años, estaba casado con Cristina Sagarzazu y era padre de tres hijos de 13, 11 y año y medio. El atentado se produjo en la calle Cipriano Larrañaga de Irun, cerca del domicilio del agente, cuando se dirigía a su trabajo en Bilbao. Había recorrido apenas 50 metros cuando se produjo la explosión de una bomba adosada a los bajos de su vehículo que acabó con su vida.
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