RAMÓN GUIRAO, MÉDICO Y AFICIONADO A LA HISTORIA
RAMÓN GUIRAO, MÉDICO Y AFICIONADO A LA HISTORIA
«Saber qué ha pasado en el lugar donde vivimos enriquece a los pueblos»
Este sábado, día 31 de agosto, dirigirá la visita guiada por los escenarios de la Batalla de San Marcial de 1813
29.08.13 - 00:25 -
MARÍA JOSÉ ATIENZA | DIARIOVASCO.COM |
«La historia cercana es la que más me interesa, porque la gente se sitúa enseguida»
«Con los documentos a los que tengo acceso, intento contar lo que pasó, sin interpretarlo»
Nació en Irun, vive en Huesca desde hace mas de 30 años, ejerce como médico especialista en aparato digestivo y tiene tal afición por la historia que ha escrito una docena de libros y numerosos artículos. Uno de ellos fue el publicado en el Boletín de Estudios del Bidasoa Nº12, editado por Luis de Uranzu Kultur Taldea, con el título 'La Batalla de San Marcial del 31 de agosto de 1813 y los combates previos y posteriores a orillas del Bidasoa, de junio a noviembre de 1813'. El próximo sábado, día 31 de agosto, Ramón Guirao Larrañaga dirigirá la visita guiada que ha organizado la Junta de Mandos del Alarde tradicional, en colaboración con el Ayuntamiento de Irun, dentro del programa de actos del bicentenario. Le acompañarán en las explicaciones la historiadora Sagrario Arrizabalaga, el presidente de la Asociación Histórico-Cultural Voluntarios de Aragón, Luis Sorando y los estudiosos de la batalla Iñaki Aramburu y Ricardo Campo.
-La convocatoria para la visita guiada a los escenarios de la batalla de 1813 ha sido un éxito.
-Sí. Estamos encantados con la cantidad de gente que se ha apuntado. Casi hemos tenido que poner numerus clausus, porque los autobuses previstos ya están llenos y sabemos que va a ir gente por sus medios particulares. Lo que pretendemos hacer con la visita es ver el campo de batalla, donde hace 200 años las tropas napoleónicas querían pasar para liberar San Sebastián y el ejército español, que estaba en las alturas de San Marcial tenía que impedirlo. Comenzaremos en Lastaola y desde allí haremos un recorrido con varias paradas para explicar los ataques. Hay zonas en las que se ve bastante bien y otras que son más agrestes y no se verán las cosas con tanta claridad, pero podremos hacernos una idea.
-Viajemos en el tiempo. ¿Podría situarnos en la mañana del 31 de agosto de 1813?
-La batalla tuvo varias fases. A primera hora, hacia las 6.00, las tropas francesas, saliendo de Biriatu, pasaron por varios vados, entre ellos el de Lastaola y se pusieron detrás de Iratzabal. Con un primer ataque, lo que hicieron fue subir hacia Saroia con la idea de tomarla por detrás. Unas columnas subieron por el barranco de Los lobos y otras brigadas subieron por Erkasti. Este primer ataque fue rechazado. Entonces, intentaron otra subida por el camino que va desde Saroia hasta San Marcial y volvieron a ser rechazados.
-Pero no se dieron por vencidos.
-No. Hicieron unas pasarelas, unos puentes de madera, más cerca de Behobia y sobre las 11.00 iniciaron otro ataque por allí, junto con otro por Iratzabal. Pero tampoco les salió bien, porque los echaron monte abajo. Hacia las 13.00, cuando tuvieron noticia de que San Sebastián estaba casi en las últimas y que iba a ser tomada por los ingleses, el mariscal Soult hizo un último intento y lo hizo por Portu, un poco más a la derecha. En este ataque, los franceses consiguieron llegar hasta la ermita de San Marcial, pero fueron de nuevo rechazados. A las 17.00, dicen las crónicas que descargó una tormenta horrorosa, que los torrentes iban llenos de agua, que el Bidasoa creció, coincidiendo con la pleamar y que muchos franceses murieron ahogados.
-¿Los combates se libraron cuerpo a cuerpo, a bayoneta calada?.
-La mayoría de los combates fueron cuerpo a cuerpo. Los franceses pusieron baterías de artillería en Biriatu, en Malkarroa, en Hendaya y en otras alturas y desde allí bombardearon la zona, pero no pasaron la artillería porque era imposible. No tenían ni un puente. Los defensores de San Marcial sólo tenían dos brigadas pequeñas de artillería ligera, que llevaban un cañón y un mortero y que se movían entre Saroia y San Marcial, porque el frente de la batalla estaba entre la ermita y todo el camino que va hacia Saroia. Los que defendían tuvieron la ventaja de que estaban arriba. Los que atacaban, llegaban muy cansados y sometidos al tiroteo de los defensores.
-En las fechas próximas a la batalla hubo regimientos instalados en Irun. ¿Hay datos de la convivencia con la población?
-En Anaka hubo un regimiento de Guardias Reales británicos y hay constancia de que Wellington también estuvo en Anaka, pendiente del ataque. Cuando el general Freire le pidió ayuda, Wellington le dijo que no, que sus hombres podrían resistir, como efectivamente lo hicieron. También en Meaka hubo un regimiento, éste de alemanes que estaba al servicio del rey de Inglaterra. En Irun hubo una división de reserva del ejército español y en Fuenterrabía estuvo la séptima división de ese mismo ejército, que era la llamada división vasca, con tres regimientos guipuzcoanos y un regimiento vizcaíno. Hubo convivencia, porque los soldados españoles, cuando llegaron Irun, estaban malnutridos y muy cansados, la intendencia no funcionaba prácticamente nada. Hay noticias de que los habitantes de Irun y de Fuenterrabía los ayudaron, cuidaron y alimentaron. De hecho Freire, en el parte de la batalla, agradeció a los habitantes de Irun y de Fuenterrabía lo bien que se portaron con ellos.
-Usted es un gran aficionado a la historia en general, pero la que más le interesa es la historia cercana.
-Siempre me ha gustado la historia cercana. También en Huesca, donde vivo, escribo sobre la historia local. Me gusta meterme en lo antiguo, especialmente en el siglo XIX. Me gusta sacar a la luz cosas de la historia más cercana, porque la gente se sitúa en seguida, porque conoce los lugares, porque los nombres le suenan. Eso es lo que a mí me gusta sacar. Con los documentos a los que tengo acceso, intento contar lo que pasó, sin interpretar la historia, sin meterme en quiénes eran los buenos ni quiénes eran los malos.
-¿Cree que en este país hay, en general, poco interés por conocer la historia?
-Creo que, en el Estado español, en general, hay bastante desidia con respecto a nuestra historia. Todos deberíamos saber un poco qué es lo que ha pasado en el lugar donde vivimos. Creo que ese conocimiento enriquece mucho a los pueblos. Ahora está empezando a salir la historia pequeña, que tiene más estímulo porque nos acerca a lugares conocidos. Gracias estas cosas y a gente como la que hay en LUKT o como el ya fallecido Antonio Aranburu, podemos conocer esta historia local, que interesa más la gente. La historia grande no se suele leer y casi siempre está mediatizada o sesgada.
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