EL PLENO DE LA CORPORACIÓN TRATARÁ ESTE MIÉRCOLES LA PROPUESTA DE MODIFICACIÓN DE CALLES
Por amplio acuerdo, la Comisión de calles plantea introducir en el callejero municipal los nombres de “Maritxu Anatol”, “Cerilleras-Poxpologile”, “8 de marzo”, y “Nicolás Guerendiain”
El alcalde de Irun José Antonio Santano ha explicado las nuevas denomiaciones que la Comisión de Calles acordó la semana pasada para cuatro vías de la ciudad. Esta propuesta forma parte del orden del día del Pleno de la Corporación que se reúne en sesión plenaria este miércoles día 26.
Las modificaciones que ha planteado la Comisión de Calles son las siguientes: la calle General Telletxea por el nombre de “Maritxu Anatol”; Ortiz de Zárate por “Nicolás Guerendiain”; la calle General Bergareche por “Cerilleras-Poxpologile”, y también Embajador Manuel Aznar por “8 de marzo”.
El primer edil irunés ha destacado “el amplio acuerdo para cambiar estas cuatro calles, y plantear sustituirlas por cuatro propuestas de consenso; en un caso recuperando el nombre de un antiguo alcalde que ya daba nombre a la misma calle, y en el resto de casos siguiendo unos criterios de ir introduciendo en el callejero oficios, o nombres de mujer que representan además los valores de este Irun de presente y futuro”. Santano ha recordado igualmente que esta propuesta atiende las indicaciones del documento que al respecto hizo llegar EUDEL a los ayuntamientos.
Maritxu Anatol: una de las primeras mujeres en la Aduana
María Anatol nació en Irun el 24 de enero de 1911. Hija del agente de Aduanas de origen francés Anatolio Anatol Choperena y la irundarra Concepción Aristegui Vidaurre, tuvo seis hermanos: Manuel, Pedro, Concepción, José, Jesús María y Carmen.
Desde joven destacó por su iniciativa y como una mujer adelantada a su tiempo, al pedir a su progenitor trabajar en la agencia de aduanas de su propiedad, algo “inaudito. Ninguna chica de Irún -y menos de los que se llamaba ‘una buena familia’ trabajaba en una de esas oficinas”. Una vez cumplido su objetivo fue la primera mujer que tuvo acceso a las instalaciones de la Aduana para tramitar despachos. Posteriormente y, tras adquirir experiencia en el ramo, comenzó a trabajar para la firma hendaiarra Casa Hirigoyen.
Cuando estalló la Guerra Civil, el 20 de julio se exilió a Francia, pasando a residir en una casa llamada Kontxeshinea que era propiedad de su madre y se encontraba en Béhobie, al otro lado del puente, donde supieron que su casa sita en el paseo Colón 18, su domicilio habitual, había desaparecido a consecuencia del incendio de septiembre de 1936.
Al poco de terminar la citada contienda comenzó la II Guerra Mundial, quedando paralizada la vida fronteriza. El 22 de mayo de 1940 los alemanes ya estaban en Hendaia y pocas semanas más tarde surgieron los primeros brotes de Resistencia francesa. Ajena a ello, Maritxu pronto inició su vida de compromiso, el máximo exponente de la cual fue su militancia en la conocida como “Red Comète”, cuya misión principal era pasar clandestinamente a este lado de la frontera a los pilotos aliados que caían en territorio enemigo, y de la que fue responsable para la zona de San Juan de Luz-Biriatou y Behobie (NAVAS, Emilio: Irun en el siglo XX, tomo II, p. 207).
En reconocimiento a sus servicios recibió una comunicación firmada por Eisenhower, en nombre del Presidente de EE.UU, agradeciendo su dedicación a la asistencia a los aliados. Asimismo, por otro escrito se le comunicó que los ejércitos americano y británico le concedían la Medalla de la Libertad. Regresó a Irun en 1948 para contraer matrimonio con Eugenio Angoso, canciller del consulado de Hendaya (del enlace da cuenta NAVAS, Emilio: Irun en el siglo XX, tomo II, p. 355). Fallecido éste fue la titular de la Agencia de Aduanas “Marichu Anatol. Viuda de Angoso” (salvo otras referencias de archivo y bibliografía) la información sobre su biografía procede fundamentalmente de SEISDEDOS BOUZADA; Juan Luis: Crónicas del Bidasoa. Boletín de Estudios del Bidasoa – Ikerlanak II, p. 654-661).
En la década de 1960, cuando menos, María residió en calle General Tellechea (piso 1º del número 2), y solicitó en diciembre de 1969 la construcción de un cobertizo en la propiedad, a lo que se opusieron Teodora Leiza y Josefa Aldaraborda como propietarias usufructuarias de la Villa Madariaga porque se invadía el terreno de la misma (A.M.I.: 6029/22). María Anatol Aristegui fue enterrada en el cementerio de Blaia el 24 de agosto de 1981 (A.M.I.: 8203/2 – Libro registro de enterramientos).
Cerilleras-Poxpologile, un oficio muy unido a Irun
La primera fábrica de cerillas de Irun fue establecida en 1858 en la “casa de Asquemportu”, fecha en la que Juan Poylo adquirió el terreno de la misma denominación, si bien en un informe que el Ayuntamiento remitió a la Diputación se dice que la fábrica había sido fundada dos años antes. Regía por la razón social “Hiriart y Vedet”, de la que eran gerentes los franceses Marcelino Hiriart y Adolfo Vedet. Este último vendió su parte de la empresa a favor del primero y de Agustín Zaragüeta quien en 1864 se hace con la propiedad total del negocio que pasó a denominarse “Fábrica de Nuestra señora del Juncal”.
La factoría de Azkenportu resultó seriamente afectada con motivo de la Guerra Civil y a partir de 1938 se inició su reconstrucción y ampliación sucesiva que abarcan la década de 1960 en la que Carlos Rivilla (esposo de Elena Zaragüeta) siguió siendo su administrador, ocupando el cargo al menos hasta 1971.
Una vez que cesa la producción, el 17 de octubre de 1989 Fosforera española y Financiera Económica, S.A. firmaron un acuerdo con Alcaldía para la ordenación del espacio que ocupaba la empresa. El resto fue adquirido por la fábrica Recondo. La demolición de la antigua fábrica dio comienzo en 1995.
Según un documento de 1925 las cerilleras eran mujeres jóvenes (su media de edad está estimada en 23 años) y solteras mayoritariamente, siendo su nivel de alfabetización superior al resto de las profesiones. Afincadas con sus progenitores (normalmente abandonaban su trabajo cuando se casaban), vivían sobre todo en el casco viejo, así como en los barrios Behobia y en mucha menor medida en los de Meaka y Bidasoa (datos extraidos del artículo de Merche Tranche “Fabricantes de Luces” publicado en el Boletín de Estudios del Bidasoa nº 24).
Entre las mujeres trabajadoras, este colectivo fue tempranamente “vanguardia de la sindicación y toma de postura política”. Por poner un ejemplo, la “Asociación de Cerilleras” era la sección más numerosa de la “Federación de Sociedades Obreras”, contando con 410 afiliadas (dato extrairdo de la “Historia de las Mujeres en Irun” pág. 41).
8 de marzo, Día Internacional de la mujer
En el año 1975 la Asamblea General de Naciones Unidas estableció el 8 DE MARZO como DIA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES. Aún siendo un hito importante, éste no fue el comienzo de esta conmemoración internacional, que se remonta a diversos hechos de finales del siglo XIX y comienzos del XX. En concreto, en 1910, más de 100 mujeres procedentes de 17 países y reunidas en Copenhague, aprobaron la propuesta de proclamar el Día internacional de la Mujer Trabajadora, siendo en 1911 el primer acto de celebración, el día 16 de marzo. Ya en 1917, fueron las mujeres rusas las que se manifestaron a favor de sus derechos un 8 de marzo según el calendario gregoriano.
Por lo tanto, en 2011 se celebró el centenario del comienzo de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, del comienzo de su lucha por participar en todos los ámbitos de la sociedad en plena igualdad con los hombres.
Nicolás Guerendiain, primer alcalde republicano de Irun
La actual calle Ortiz de Zarate recibió este nombre en 1937 en sustitución de la denominación Nicolás Guerendiain, que regía desde que el 25 de octubre de 1924 el Pleno (previa propuesta de la Comisión Permanente) decidiera dedicarla a Nicolás Guerendiain Aguinaga.
Hijo de notario y abogado de profesión, nació en Irun, localidad de la que fue Juez, además de su primer alcalde republicano entre 1889-1893. Asimismo, fue Diputado provincial en 1883-1885 y Secretario de la Diputación. Falleció en Donostia (con tan solo 43 años de edad) en agosto de 1889, motivo por el cual el Ayuntamiento, además de asistir en Corporación a sus honras fúnebres, decidió instalar su capilla ardiente en la sala capitular de la casa consistorial (A.M.I.: A-1-127, 83).
Las consideraciones por las que le fue dedicada la calle del sector de Mendibil fueron que se trataba de un “irunés de rancia estirpe vascongada, que fue Alcalde de Irun varios años y por dos veces Diputado provincial y en ambas Vicepresidente de la Excma. Comisión provincial. Trabajó mucho a favor de Irun, de este pueblo que le vio nacer y al que amó intensamente. Es un justo homenaje a sus desvelos y a su mérito el que Irun enaltezca de esta manera el nombre de uno de sus hijos más dignos y merecedores de esta distinción” (A.M.I.: 1506/11).
Su hijo, Nicolás Guerendiain Salaberri, igualmente abogado, nació a los pocos meses del fallecimiento de su progenitor en 1900. Detentó el puesto de Juez Municipal entre los años 1932-1936 y fue General del Alarde este último año. Afiliado al Partido Radical-Socialista en 1931 fue nombrado Presidente de la Junta Local del mismo. Durante la Guerra Civil participó en la defensa de Irun y evitó las ejecuciones de algunos de los detenidos en el fuerte de Guadalupe si bien él fue detenido en Santoña y, tras ser conducido a Irun, fue fusilado en las canteras de Vera de Bidasoa (información obtenida de la web de la Asociación Republicana Nicolás Guerendiain).
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