El hilo de las casas incautadas
La investigadora Mertxe Tranche presentó en la bibioteca CBA su libro 'Los buenos hijos'
Es el primer volumen de un trabajo encargado por la Asociación Republicana Irunesa y abarca desde el golpe de Estado de Primo de Rivera hasta el inicio de la Guerra Civil
- MARÍA JOSÉ ATIENZA
- IRUN
«¿Por qué Eloy Iglesias Pablo y su hijo fueron trasladados al fuerte de Guadalupe nada más conocerse el golpe de Estado del 18 de julio? Cuando entraron en Irun las tropas franquistas, ¿cómo sabían a quién fusilar, a quién detener, a quién torturar? La respuesta es bien sencilla: porque unos y otros se conocían.
Si analizamos la República y la Guerra Civil -en Irun, pero también a nivel más general- desde cero, tendremos la misma sensación que al entrar en un cine en mitad de la película: apenas entenderemos nada. En realidad, los enfrentamientos políticos que se ventilaron a partir del golpe de Estado habían comenzado mucho antes, en un periodo histórico al que apenas se presta atención: la Dictadura de Primo de Rivera».
Este es el comienzo del libro 'Los buenos hijos. Guerra Civil en Irun', escrito por la irundarra Mertxe Tranche, tras seis años de investigación. En 2011, la Asociación Republicana Irunesa Nicolás Guerendiain hizo un encargo a la investigadora para que tratara de averiguar lo que había ocurrido en la ciudad, en relación con las incautaciones de inmuebles tras la Guerra Civil. Cuando Tranche se puso a seguir la pista de las casas incautadas, se encontró con una historia que ha terminado por ocupar dos volúmenes. El pasado viernes, se presentó en el CBA el primero de ellos, un libro que comienza en 1923, con el golpe de Estado de Primo de Rivera y termina al inicio de la Guerra Civil.
Ante una sala abarrotada de público, el bibliotecario, Iñaki Ceberio, presentó a la autora y definió 'Los buenos hijos' como «una obra importante, de enjundia, respetuosa y bien documentada. Nos va a ayudar a poner caras y a reconocer situaciones que se dieron en la ciudad. Mertxe ha hecho un gran esfuerzo. Ha guardado un justo equilibrio entre no faltar a la verdad y no ensañarse con lo que se cuenta. Ahora hay que esperar a la segunda parte, que promete mucho».
Ceberio felicitó a la autora y a los promotores del trabajo por su apuesta para sacar a la luz un periodo poco conocido de la historia de la ciudad.
Al igual que el bibliotecario, Mertxe Tranche no desveló en detalle el contenido de 'Los buenos hijos' -«se trata sólo de despertar la curiosidad sobre el libro»- pero sí transmitió algunas de sus experiencias y sensaciones en el largo transcurrir del trabajo realizado.
La autora dijo estar «sobrepasada, como la sala» por el éxito de la convocatoria y advirtió que «no voy a hablar del libro. Me da mucho pudor. Es como hablar de alguien tuyo y no soy capaz, aunque sí contaré por qué este libro está hoy aquí».
Mertxe Tranche recordó que en el año 2011, la Asociación Republicana «me encargó una investigación sobre la incautación de inmuebles en la Guerra Civil. Es casi un lugar común en Irun oír decir a gente. ''A mí me quitaron la casa''. Hubo incluso una esquela en el periódico de alguien de las casas baratas de Anaka que decía: 'Nunca consiguió recuperar su casa'. Y no sólo se perdieron inmuebles. Hay infinidad de anécdotas de gente que dice que ha visto pasar su abrigo en el cuerpo de otra persona. Era algo que se afirmaba que había ocurrido, pero lo cierto es que no se había investigado nunca con detenimiento».
Cuando Mertxe Tranche se puso a la tarea encargada por la Asociación Republicana, descubrió que había muchos inmuebles que investigar, por lo que el trabajo no iba a resultar sencillo. Ni siquiera era fácil «saber quién era el dueño de cada casa, en el momento en que la gente se marchó. No es una información que den con facilidad en el Registro de la Propiedad».
A la autora del trabajo le costó entender «cuál era el sistema que había puesto en marcha el Ayuntamiento. Las casas cuyos propietarios se habían marchado de la ciudad, el Ayuntamiento las alquilaba a gente que se había quedado sin casa y fue guardando el dinero de los alquileres hasta que los propietarios regresaron, en unos casos. En otros, la Ley de Responsabilidades Políticas les condenó a perder el dinero y se lo quedó el Estado».
Según avanzaba la investigación, surgían otros aspectos difíciles de entender, sobre todo en lo relativo a la adjudicación de las casas. «¿Por qué entre la gente que volvía y se había quedado sin vivienda a unos les daban unas casas estupendas en Beraun y a otros los metían en un agujero? ¿Por qué a ciertas personas se les permitía volver y a otras no?»
Demasiadas preguntas para una investigadora con ganas de encontrar respuestas. «Me pareció que si me limitaba a hacer lo de las incautaciones de los inmuebles, el resultado sería un estudio meramente estadístico, con un mar de números de y nombres».
Así, tirando del hilo de las casas incautadas, Mertxe Tranche empezó a retroceder en el tiempo para tratar de responder a las cuestiones que iban surgiendo. ¿Por qué se fusila a unas personas y no a otras? «Estaba claro que tenía que investigar la República, pero me parecía poco y decidí retroceder hasta el periodo que los historiadores consideran el antecedente inmediato del golpe de Estado franquista: la Dictadura de Primo de Rivera».
Un título evocador
El primer volumen de 'Los buenos hijos' comienza, de esta manera, el 23 de septiembre de 1923 y se cierra el 18 julio de 1936, convirtiéndose en el primer estudio sobre ese periodo de la historia en Irun.
Mertxe Tranche quiso explicar el significado del título del libro, «un título evocador, que responde a una metáfora que cada parte utiliza para acusar a la otra: ''Nosotros somos los buenos hijos de la patria, de Irun y los otros son los malos hijos''. Lo que obvian es que son hermanos cuyo comportamiento no parece responder a una madre común».
La autora quiso dejar también claro que 'Los buenos hijos' «no es un libro neutral, lo que no significa que sea un libro de combate. No es un libro neutral, porque yo no lo soy. Creo que más vale una mala democracia que una buena dictadura y por tanto, el libro se posiciona de parte de los gobiernos legítimos. Pero eso no significa que yo haya ocultado información».
Mertxe Tranche dedicó, por último, el libro a sus cuatro hermanos, «por enseñarme las cosas más importantes de la vida: jugar, leer y reír». Antes, dio las gracias «a todos los asistentes; a las personas que me han ayudado a corregir el libro; al equipo de la Biblioteca por el trabajo realizado para la presentación; al personal del Archivo, especialmente a Antonio de las Heras y a Jose Monje; a mis patrones de la Asociación Republicana Irunesa Nicolás Guerendiain, por su infinita paciencia y a la imprenta Antza y a Mikel Garikoitz, que hizo el chiste de que a Franco le costó menos tomar Madrid que a mí escribir este libro».
'Los buenos hijos. Guerra Civil en Irun' no llegó el viernes a tiempo para la presentación, pero estará a la venta, a partir de mañana lunes, en las librerías irunesas y en la Asociación Republicana.
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