Las obras de la cuesta San Marcial acabarán para mediados de junio
Si el tiempo acompaña, está previsto que a lo largo de esta semana comience la colocación del nuevo pavimento
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
La calle San Marcial inició a finales del año pasado una reurbanización con la que completar las renovaciones que ya habían tenido lugar en las plazas que se encuentran en sus extremos, la de Urdanibia, abajo, y la de San Juan, arriba. Ése era el punto de partida de una actuación que en sus fases de diseño iniciales ya apuntó un objetivo clave: mejorar la relación con el parque de la Sargía, tanto en lo estético, eliminando el muro, como en lo funcional, con nuevos accesos.
«Normalmente no solemos empezar las obras en diciembre», señaló la delegada de Obras, Cristina Laborda, «pero en este caso quisimos hacerlo y trabajar todas las navidades con el objetivo de llegar a San Marcial en las mejores condiciones. Vamos por delante del plazo», confirmó. Según detalló, «a falta de una conexión con San Juan», todo el trabajo de subsuelo para la renovación canalizaciones de abastecimiento y saneamiento «ya se ha completado. Esta semana llegarán las losas y si el tiempo acompaña, podrá empezar su colocación». De esta manera, «para mediados del mes de junio o, en cualquier caso, para los días de las fiestas», la calle «estará pavimentada y con la iluminación colocada, en perfectas condiciones».
La intención era que para esas fechas estuviera en condiciones aptas para su uso, asumiendo que después se retomaran los trabajos. «La meteorología ha ayudado, también otros factores, y es cierto que desde el área hemos metido presión», dijo Laborda para explicar que se haya avanzado más rápido de lo previsto.
Solución original en el talud
Para integrar calle y parque se optó desde el comienzo por eliminar el pretil que existía y compensar la diferencia de cota con un talud verde. El problema es que al pie del muro, a menos distancia de la que hubiera sido óptima, hay un «arbolado de importancia y significativo en la ciudad», apuntó la delegada.
En algunos puntos, y aún dibujando una pendiente más pronunciada de lo deseable, «el talud alcanzaba los árboles», explicó el responsable técnico del área de Obras, Pedro Lapazarán. A él le atribuyó Laborda el diseño de la original solución que se ha aplicado «con el objetivo de ejercer la menor presión sobre los propios árboles y su sistema de raíces». Se ha construido un muro de gaviones que ahora se ve como un pretil contra el que muere el talud. «Más adelante quedará tapado por la última capa de tierra, la que dará la altura definitiva hasta la cota de la calle», anunció Lapazarán. Lo nuevo aquí es cómo se ha creado ese talud, ya que bajo la tierra que hoy se ve «hemos colocado unas cajas de plástico apilables que prácticamente son huecas, no pesan nada y filtran aire y lluvia». Así, agua y oxígeno llegarán con más facilidad a las raíces de los árboles «y conseguiremos afectarlas lo menos posible».
Las escaleras de acceso que existían a la altura de la Irungo Atsegiña se están sustituyendo por otras más directas y a mitad de cuesta se está creando un nuevo acceso al parque. Laborda recordó otro cambio fruto del proceso de participación previo. «Vamos a colocar una estructura delante de la fachada trasera del edificio de plaza Urdanibia, 1, conocido por el bar Iskiña, para pintar un mural. Reproduciremos el balcón, las ventanas... una tercera fachada en línea con las otras dos de la casa».
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