Cristina Laborda y Pedro Alegre. / Ayuntamiento de Irun
La delegada de Vía Pública y Obras, Cristina Laborda, y el delegado de Participación Ciudadana y Barrios, Pedro Alegre, informaban este miércoles del estado en el que se encuentra el Plan de Barrios, una iniciativa puesta en marcha este mandato como una herramienta para mejorar la calidad de vida de la ciudad y del espacio público. La premisa con la que nació este plan fue muy importante: que fuera homogéneo y que hubiera acciones en todas las zonas del municipio.
“El Plan de Barrios es una muestra que permite ilustrar muy bien la manera en la que este Ayuntamiento de Irun y gobierno municipal entienden que una ciudad puede avanzar ganando en bienestar y calidad de vida. Una característica fundamental es el compromiso que adoptamos con los barrios de Irun, siempre con la escucha activa y llevando a la práctica muchas de las peticiones que hemos ido recogiendo”, explicaba Cristina Laborda.
El presupuesto inicial estimado fue de 14 millones de euros, con un bloque de 47 actuaciones que fue presentado en una ronda por las asociaciones de vecinos; de ese casi medio centenar de propuestas, una inmensa mayoría (36) están ya realizadas o en proceso. De esos encuentros surgieron nuevas propuestas, algunas de las que cuáles se incorporaron al ser asumibles económicamente; “es un conjunto de medidas que favorece que exista un equilibro entre el centro y los barrios; y lo que une en definitiva es tener en conjunto un bloque de mejoras que hagan de Irun una ciudad más amable en todos los aspectos”, explicaba Cristina Laborda.
Por su parte, el delegado Pedro Alegre subrayaba que “este Plan de Barrios es probablemente el resultado más palpable de este contacto permanente del Ayuntamiento de Irun con los barrios de Irun, escuchando sus preocupaciones y materializando muchas de sus peticiones para mejoras las calles y plazas de nuestra ciudad; lo hemos visto en otras iniciativas donde la participación ciudadana es un referente como puede ser el programa ‘El alcalde en los barrios'”.
En total, sumando las 47 actuaciones iniciales más las que se fueron incorporando a través de los presupuestos participativos y programas como ‘El alcalde en los barrios’, la inversión ha superado finalmente los 23 millones de euros, a lo que hay que sumar otras líneas de actuaciones que trabajan los mismos objetivos; se trata de intervenciones relacionadas con campañas generales como son el asfaltado, la iluminación, los caminos rurales, ejes peatonales y barreras arquitectónicas; bloques que suman más de dos millones de euros.
Los delegados se detenían en lo ya realizado pero también en aquello comprometido que falta por ejecutar como por ejemplo la renovación del centro del barrio de San Miguel; se ha empezado con la parte alta de la calle Fuenterrabía con previsión de poder continuar hacia las calles Javier Esteban Indart y Zubiaurre; otro ejemplo es el vial de Gazteluzahar que se prevé licitar la obra próximamente; o la necesaria reurbanización de la calle Lapice que, si bien se incluyó en la propuesta de modificación de créditos, grupos de la oposición echaron atrás. También se incluye en este apartado la calle Berio, que por la posible afección que puede tener ante la construcción de la Ronda Ser y la rotonda de conexión con la avda. Euskal Herria, es necesario retrasar su ejecución.
“El Plan de Barrios es un elemento vivo; es decir, no se detiene con estas actuaciones previstas sino que continúa en tanto y cuando haya necesidades de la ciudad a atender”, añadía Cristina Laborda.