Si algo ha caracterizado a la empresa Dinuy a lo largo de sus más de 75 años de trayectoria ha sido, además de su carácter familiar y de un gran arraigo bidasoarra, su clara apuesta por la innovación. Lo que Agustin Asurmendi y Ramón Ardanuy comenzaron en 1947 como un taller de reparaciones electromecánicas en el corazón de Irun, se transformó en 1960 en una fábrica de producto, tras lanzar al mercado el primer timbre musical Bison de dos melodías fabricado en España. 

Aquel hito fue posible gracias al conocimiento del electromagnetismo cosechado durante años en el taller y a la indudable inquietud de sus responsables, que durante la década de los 60 se convirtieron en fabricantes de productos eléctricos propios.

La segunda transformación tecnológica importante que se produjo en esta empresa irundarra tuvo lugar en los años 90, cuando se optó por dejar atrás la tecnología más clásica, es decir, el electromagnetismo, para apostar por desarrollar sus productos mediante la electrónica. Incorporaron para ello un departamento de I+D, dirigido por ingenieros electrónicos que transformaron todo el catálogo e incluyeron en él productos que hoy en día resultan de uso común, pero que en su momento fueron totalmente innovadores. 

Tras la irrupción en aquella misma década de las lámparas LED, que en aquel momento contaban con una naturaleza de carga difícil, Dinuy tuvo el acierto de lanzar al mercado el primer regulador que posibilitaba controlar ese tipo de carga. Desde entonces ningún otro fabricante ha arrebatado a la empresa irundarra el liderazgo en el mercado español de la regulación. 

Sostenibilidad y eficiencia energética

La extensa y variada oferta de Dinuy se completa con otras familias de productos. Su actual director general, Antxon López González de Audikana, destaca, por ejemplo, la de la detección, en la que llevan trabajando 20 años, así como la destinada a la gestión eficiente de edificios, que incluye todo tipo de dispositivos avalados por el estándar internacional KNX. 

En este sentido, López relata que el Plan Estratégico de Dinuy, que se revisa anualmente, abarca diversas líneas de trabajo dentro del ámbito de la sosteniblidad y de la eficiencia energética, con un 80% de su catálogo destinado a estos segmentos.

Pero no solo se trata de aplicarlo en sus productos, sino que la propia fábrica también ha asumido el reto de ser más sostenible. Para ello, en los últimos años han aplicado el ecodiseño de los productos, han introducido una gestión medioambiental de los residuos, han eliminado los procesos que resultaban más agresivos con el medioambiente y han reducido el uso del plástico, optando por cartones reciclables y reciclados. 

El espíritu innovador y el compromiso con el medioambiente de Dinuy se refleja asimismo en otra de sus principales líneas de trabajo: la de la digitalización. Desde el pasado año han comercializado varias familias de productos que se gestionan y se programan a través de los dispositivos móviles. Claro ejemplo de ello es el lanzamiento que el pasado jueves realizaron de la primera generación de detectores de movimiento vía Bluetooth, los primeros ecodiseñados y fabricados en España.

Se trata de dispositivos totalmente novedosos que cumplen tres funciones, ya que detectan tanto el movimiento como la presencia, además de contar con un interruptor crepuscular, que mide la luminosidad de la estancia para encender y apagar las luminarias automáticamente. De esta manera, lo que hasta el momento se lograba mediante alrededor de 20 productos, se ha unificado en uno solo. 

"Otro ejemplo claro del alma innovadora de esta empresa bidasoarra es que un 6% de sus recursos anuales se destinan a I+D"

Otro ejemplo claro del alma innovadora de esta empresa bidasoarra es que un 6% de sus recursos anuales se destinan a I+D, una aportación importante, pero basada en la certeza de que el sector de la electrónica requiere mucha velocidad, tanto en los desarrollos de producto y en los lanzamientos, como en la investigación, puesto que se trata de un mundo que cambia constantemente.

Con todo, no es este el único ingrediente que ha llevado a Dinuy a la cima del mercado. Para saber ofrecer respuestas a las necesidades de cada momento, la política de la empresa ha consistido desde el principio en estar muy cerca de los clientes. “Esto nos ha aportado mucha información de lo que el mercado precisa, y siempre tratamos de cubrir esas demandas, pero optando por intentar dar un paso más allá”, explica su director general.

Trabajo en red en la comarca

Si a todo lo citado anteriormente se le añade la calidad de los productos y el empeño por no defraudar nunca a sus clientes, resulta fácil entender que Dinuy, desde su ubicación en el Bidasoa, es una empresa competitiva, incluso frente a grandes multinacionales y al mercado asiático

En esta receta del éxito entra también en juego la apuesta por el producto de proximidad, y es que el 75% de la actividad subcontratada se localiza en la comarca

En esta receta del éxito entra también en juego la apuesta por el producto de proximidad. Y es que el 75% de la actividad subcontratada se localiza en la comarca, gracias a que el tejido empresarial del Bidasoa es rico y variado. Este planteamiento forma parte de la política de la empresa desde sus inicios, una decisión que fue ratificada por la pandemia, que puso en evidencia la importancia del KM0. “Cuando grandes empresas de automoción tuvieron que parar, nosotros pudimos seguir funcionando, sin parar un solo minuto nuestra cadena de producción”, recuerda López.

Mirando al futuro, López se muestra convencido de que el de la digitalización, la sostenibilidad y la eficiencia energética es “el camino a seguir”, por lo que su objetivo a corto y largo plazo consiste en continuar por la senda de la innovación, ofreciendo productos cada vez más flexibles y multifuncionales, con el fin último de seguir abriéndose paso frente a las multinacionales, no solo en mercados europeos, sino también en los de Latinoamérica y Oriente Medio, en los que ya operan.