Uno de los objetivos que también pretende esta campaña de recogida de firmas es «la movilización social, despertar un poco a la gente, remover conciencias. Estamos como paralizados. Pasan cosas que nos cabrean a todos, estamos cansados de que nos mientan y abusen de nosotros, pero no reaccionamos», advierte Tomasena. En buena medida, esta plataforma quiere canalizar ese malestar, visibilizarlo. Y lo están haciendo. «La gente está muy quemada. Hemos salido a la calle y no ha hecho falta mucho para recoger más de 3.600 firmas en los cuatro primeros días», sin contabilizar aún las que recogían ayer en Irun. Percibe en la gente «falta de entusiasmo, una desesperanza total, falta de fe en que alguien pueda hacer algo por mejorar las cosas... Vamos a mandar las firmas al presidente del Gobierno y al presidente del Congreso de los Diputados, pero estamos intentando que alguien, alguna institución, alguna entidad con peso, recoja este trabajo que estamos haciendo y lo pelee; que alguien enganche un tema que afecta a todos los trabajadores, a los que lo son y a los que lo fueron».
No hay comentarios:
Publicar un comentario