Problemas de estructura obligan a cerrar el paso por el puente Avenida
El informe que encargó el Ayuntamiento con vistas a una futura renovación ha instado a que se cese en su uso mientras el entramado de hierro no se rehabilite
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
El puente Avenida no podrá usarse a partir de hoy mismo. Este histórico paso sobre el Bidasoa servía desde hace años exclusivamente como conexión peatonal y ciclista entre Irun y Hendaya, pero a partir de ahora paseantes y bicicletas ya sólo podrán usar el puente internacional, por el que circula también el tráfico rodado.
El pasado año, coincidiendo con el centenario de su construcción, el Consistorio irundarra tomó la decisión de afrontar una restauración de la estructura del puente. Anteriormente, tanto en la década de los sesenta como en la de los noventa, ya se habían realizado actuaciones para reparar y sanear distintas partes del mismo.
Como paso previo para acometer la reforma, se encargó el proyecto a la UTE Injelan-fhecor. El informe remitido por estas empresas ha revelado que la situación de la estructura, principalmente en lo que se refiere al entramado férreo, es muy delicada por lo que el informe aconsejaba restringir su uso mientras no se acometan las obras de renovación. «En la estructura metálica el grado de corrosión es tal que en muchos casos se ve amenazada la integridad de estos elementos, cuando no han desaparecido ya totalmente», citaba literalmente el documento técnico.
Sin fecha de reapertura
Desde hoy el acceso al puente estará cerrado desde ambos lados. Aunque la propiedad es íntegramente irundarra, el Ayuntamiento realizó ayer la preceptiva comunicación al Consistorio de Hendaia para que tomen las medidas pertinentes para impedir el acceso al puente desde su orilla y cuantas otras considere oportunas.
Precisamente porque Irun es la única propietaria de la infraestructura, corresponderá a la ciudad asumir el coste total de la futura remodelación. Eso, en realidad, lo contemplaba el Consistorio. La intención era redactar este año el proyecto y ejecutar la obra el próximo. «El proyecto ya lo tenemos», indicaba ayer la delegada de Obras, Cristina Laborda. «La rehabilitación se estima en dos millones de euros, una cantidad que podríamos afrontar de inmediato porque podríamos usar parte del remanente del pasado año» que, según anunció la semana pasada el alcalde, José Antonio Santano, asciende a 5,7 millones de euros. El problema, como también indicó el primer edil, llega con las limitaciones que la Norma de Estabilidad Presupuestaria impone al uso de esos recursos, a la espera de que Diputación establezca algún criterio que permita su incorporación al Presupuesto Municipal. Otras dificultades podrían aparecer con la gestión de los permisos para realizar la obra. Por un lado, porque es necesario el visto bueno de Costas del Estado; por otro, por tener que realizar parte de la actuación en suelo francés.
Éstas incógnitas impiden poner una fecha al arranque de las obras y, por tanto, a la reapertura del puente. «Tenemos el proyecto y tenemos el dinero. Todo lo demás no depende de nosotros, sino de otras instituciones», resumía Laborda. Lo único que queda claro es que, por seguridad, mientras no se realice la rehabilitación, el puente seguirá cerrado.
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