Testigo de la historia irundarra durante el último siglo
León Iruretagoyena era el alcalde de Irun cuando el Ayuntamiento de la ciudad construyó el puente Avenida, terminado a finales de 1915 aunque no fue prácticamente hasta 1916 cuando entró en funcionamiento. Vino a suplir la mala conexión en este punto, donde sólo un servicio de barcas habilitaba el paso de un lado al otro del Bidasoa.
No tuvo demasiado uso en sus inicios por las limitaciones de entrada y salida impuestas en Francia con motivo de la I Guerra Mundial. Tras la contienda, se popularizó enseguida pese a que el Ayuntamiento cobraba un peaje para amortizar la inversión que asumió en solitario. El puente Avenida, llamado así porque daba continuidad a la entonces avenida de Francia, fue protagonista local en el desarrollo de los siguientes conflictos bélicos (la Guerra Civil y la II Guerra Mundial), así como de muchas anécdotas relacionadas con el contrabando o el paso de personalidades de toda índole. Durante décadas fue también el punto de entrada de las ideas que llegaban desde Francia y que marcaron en muchos aspectos el desarrollo de la ciudad.
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