Los piquetes de la huelga en Francia vuelven a colapsar la AP-8 en Irun
Miles de transportistas y automovilistas se vieron inmersos en un gran atasco por el cierre de la frontera, con colas de seis kilómetros
La movilización de los 'chalecos amarillos' en Francia ha vuelto a tener un efecto negativo en la frontera de Biriatou, donde los piquetes han impedido el paso de camiones y han provocado retenciones kilométricas a este lado de la muga. A los transportistas y automovilistas no les ha quedado más opción que la de armarse de paciencia y aguardar, en algunos casos hasta varias horas, hasta poder cruzar la línea fronteriza y proseguir su ruta.
Los problemas en el tráfico han empezado a dejarse notar desde primera hora de día. Varias decenas de miembros de este colectivo que vieneprotestando por la subida de los carburantes y la pérdida del poder adquisitivo en el país galo, se han posicionado en el paso de la AP-8 y han entorpecido el tráfico circulatorio.
En pocos minutos las colas no han tardado en alcanzar dimensiones que han hecho presagiar un nuevo caos en la red viaria. Los tres kilómetros que se observaban a media mañana pronto se han convertido en seis. Los activistas han decidido impedir el tránsito del transporte pesado, aunque han permitido por momentos la circulación de turismos. Los camiones han ocupado al arcén y el carril derecho de la autopista, aunque la situación ha afectado también a la N-121-A.
Para evitar que el colapso fuera todavía mayor, la Ertzaintza ha desviado la circulación por la carretera GI-636. Aun y todo, la situación no ha mejorado en exceso y en torno a las tres y media de la tarde se ha decidido cerrar la frontera. Sin posibilidad de continuar la marcha, miles de conductores han aguardado dentro de sus vehículos hasta que la orden de cierre quedase sin efecto, hecho que se ha producido sobre las cinco y media.
Las consecuencias de la protesta también se han dejado notar en el lado francés, donde las retenciones han sido igualmente importantes. En el peaje de la Negresse, a la altura de Biarritz, los piquetes también hanobstaculizado el tránsito de los vehículos que procedían de Irun.
Varios manifestantes han explicado que continuarán con las movilizaciones y que prevén bloquear el peaje de Biriatou en los siguientes fines de semana, hasta que el Gobierno acceda a sus reivindicaciones.
No es la primera vez que el paso fronterizo de Irun vive una situación similar por la acción de los chalecos amarillos. El pasado 20 de noviembre,el cierre de la frontera provocó colas que alcanzaron 14 kilómetros. Al igual que este sábado, esta situación ha indignado entonces a los usuarios de la vía, especialmente a los chóferes de camiones, muchos de cuales se han visto obligados a pasar la jornada a pie de asfalto. Otros han decidido no hacerse a la carretera en tanto la situación no se normalizara.
Las autoridades locales y territoriales guipuzcoanas vienen expresando su malestar por los reiterados atascos que se registran en torno a la frontera y la repercusión que ello tiene sobre la ciudadanía. Por su parte, las empresas del sector del transporte están ya hartas de denunciar las graves pérdidas que este tipo de comportamientos les generan.
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