«En Irun aún hay huellas de las Guerras Carlistas»
El escritor irundarra, Rafael González Merino, ha escrito, junto con Ramón Guirao, un libro que recoge lo ocurrido en Irun durante las diferentes contiendas
- J.Z.
- IRUN
En ocasiones puede ocurrir que los restos de batallas pasadas estén delante de nosotros y no sabemos darles la importancia que tienen. Eso ocurre con algunos elementos de la fuente de la calle Mayor, protagonistas de la tercera Guerra Carlista en Irun. Su historia y la crónica de lo que fueron estas contiendas en la ciudad se recogen en 'Guerras Carlistas en Irun y Hondarribia' (Almena Ediciones), un libro escrito por los irundarras Rafael González Merino y Ramón Guirao.
-Irun fue liberal y defensora de los derechos de Isabel II desde el inicio de la primera guerra, en 1833, hasta su ocupación por los carlistas en 1835, bando al que perteneció hasta mayo de 1837, cuando fue tomada nuevamente por tropas liberales apoyadas por la Legión Auxiliar Británica. En la tercera contienda se mantuvo siempre en el bando liberal y resistió el bombardeo y asedio al que le sometieron las tropas de Carlos María Isidro, tío de Isabel II, durante varios días.
-Irun fue un punto caliente durante las contiendas.
-Hubo muchos enfrentamientos, entre ellos están los dos ataques a la ciudad en 1837 y 1874, además del combate del puente de Amute en 1836 o el carro blindado que utilizaron los carlistas contra el fuerte de Behobia en 1874.
-Aún hay, aunque lamentablemente cada día más deterioradas. Si no se toman las medidas oportunas parte de ellas desaparecerán. Entre los que resisten están los restos del foso, muros y parapetos del fuerte del parque, ubicado en el Alto Olazábal, en Gain Gainean. También se conserva parte del fuerte que se construyó en la ermita de San Marcial, el fuerte de Evans en Azken Portu o el portal defensivo de la calle Larretxipi.
- Otras no tanto. La fuente de la calle Mayor tiene unas cadenas y dos 'bolas' de hierro. Son bombas que fueron lanzadas durante la tercera Guerra Carlista (1874) desde la zona de Ibaieta y que fueron encontradas en una huerta. Aunque llevan grabada esa historia, ambas pasan totalmente desapercibidas.
-Los botones y chapas pertenecen a una colección privada que tiene Ramón, así que fue sencillo reproducirlos. La recopilación del resto de documentos se hizo con paciencia, buscando la iconografía en revistas de la época, entre los años 1873 y 1876, que tuvimos la suerte de descubrir y adquirir en casas de subastas. Una documentación que hemos decidido ceder al Archivo Municipal de Irun para su conservación, que dicho sea de paso, tiene una valiosa información manuscrita sobre todo lo que ocurrió aquí. Asimismo, hemos recurrido a diferentes archivos como el del Museo Zumalakarregi, que conserva una gran cantidad de grabados de autores británicos que vinieron con la Legión Auxiliar y nos dejaron ese maravilloso legado.
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