«Este homenaje a José Antonio Loidi es un honor y una deuda»
Por el centenario del nacimiento del escritor de 'Amabost egun Urgainen', Euskaltzaindia reconoció su aportación al euskera y a la literatura vasca
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
«Como tantos iruneses ilustres, José Antonio Loidi no nació en Irun». Así explicó el alcalde, José Antonio Santano, el aprecio profundo que la ciudad guarda a este hijo de la vecina Errenteria al que el viernes homenajeó Euskaltzaindia, la Academia de la Lengua Vasca, en este año del centenario de su nacimiento. Loidi murió en 1999, pero en el acto se demostró la fuerza de su legado, su presencia perenne en tantos y tantos ámbitos, si bien lo más reconocido en esta ocasión fue su aportación al euskera y a la literatura vasca. 'Amabost egun Urgainen', con la firma de Loidi, fue en 1955 la primera novela poliaca escrita en euskera, una lengua que entonces se consideraba idioma para los caseríos, para lo cotidiano, pero no desde luego herramienta para el arte, para lo literario.
«No queremos sólo recordar su figura, sino recuperar sus textos y reivindicar su ejemplo», dijo el presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia. «Su aportación en la recuperación del euskera aún puede guiarnos hoy. Celebrar este homenaje en Irun es un honor y, al mismo tiempo, una deuda que teníamos con Loidi, una persona que empleó siempre sus enormes conocimientos para enriquecer a su ciudad, a toda Euskal Herria, mediante la cultura y la defensa del euskera».
Tres breves conferencias
Irun, su ciudad adoptiva, no debe sentirse tan en deuda. Santano recordó que Loidi cuenta con una calle en la ciudad; que el Ayuntamiento otorga una beca de investigación que luce su nombre; que incluso cuando no hace ni un año se abrió ese CBA que acogía el acto, «lo tuvimos presente para llamar a una sala con su nombre». Y apesar de todo, también está previsto un acto de reconocimiento municipal para este verano.
No es de extrañar. En la primera de las tres breves conferencias que siguieron a las intervenciones del alcalde y de Urrutia, el historiador irundarra Iñaki Garrido, ofreció un repaso por las incontables aportaciones que Loidi realizó durante su vida. Santano había dicho que «este farmacéutico de profesión, tenía el perfil de un hombre del Renacimiento» y cuando Garrido citó sus contribuciones en antropología, filología, toponimia, literatura, sanidad pública, hidrología y botánica justificó las palabras del alcalde. No sólo eso, Loidi fue socio fundador de Luis de Uranzu Kultur Taldea, entidad que también presidió, escribió artículos en diversas revistas y publicaciones y contribuyó de manera activa, a petición del Ayuntamiento, «en la modificación y corrección de las traducciones a euskera de muchas de las calles de Irun y en la denominación de otras». Estos dos últimos, LUKT y el callejero, siguen muy presentes.
También su aportación literaria, aquel 'Amabost egun Urgainen' que tanta fama le dio y que, según contó el periodista Miguel Ángel Elustondo, nació de forma tan bonita. «Cuenta Loidi en una entrevista que a los 30 años se avergonzó por saber hablar euskera, pero apenas saber leerlo ni mucho menos escribirlo. 'Así que compré algunos libros y me puse a alfabetizarme', decía». Quiso dar un paso más y tratar de traducir una novela «lo que más leía la gente en aquel tiempo, sobre todo policiacas». Lo intentó, pero no pudo, le faltaban herramientas para traducir textos tan complejos. «Así que me puse a escribir mi propia novela», le citó Elustondo. A los 40 años la presentó al concurso que había convocado Euskaltzaindia para potenciar la literatura en euskera y fue premiada. Y fue un éxito, reeditada «ocho veces hasta 1997 y casi cada dos años en la siguiente década».
Ana Toledo, responsable de Investigación Literaria de Euskaltzaindia, cerró las intervenciones aludiendo a que «Loidi sigue muy presente. En LUKT, en las calles de Irun, en sus textos» y puso como ejemplo a Martín Garaide, el detective de 'Amabost egun Urgainen', «productiva semilla de tantos que llegaron después a la literatura vasca».
Aunque cada uno de los oradores fue despedido con aplausos, la mayor ovación sirvió para cerrar el acto cuando en representación de los muchos familiares de José Antonio Loidi presentes, su hermana gemela Ángela, recibió de manos del alcalde un ramo de flores.
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