«En internet no tenemos nada que ocultar, pero sí mucho que proteger»
Hirukide impartió en el centro Palmera Montero la charla 'Cómo acompañar a nuestros hijos e hijas para un disfrute sin riesgos en internet'
Internet, los móviles, las redes sociales... Ha cambiado la forma en que nos relacionamos, y todo esto ha llegado para quedarse. La relación de los más jóvenes con las nuevas tecnologías es una de las cuestiones que más preocupan a padres hoy en día. Con el objetivo de arrojar luz sobre esta cuestión y despejar dudas, Hirukide, la Federación de familias numerosas de Euskadi, ofreció este jueves una conferencia en el centro Palmera Montero, titulada 'Cómo acompañar a nuestros hijos e hijas para un disfrute sin riesgos en internet'.
Igor Gaminde, miembro de Pantallas Amigas, fue el encargado de conducir la charla que obtuvo una buena respuesta de público, con decenas de personas entre las que, además de una mayoría de adultos, varios adolescentes acudieron con sus padres. Uno de los «miedos» que tienen estos hoy en día, señaló Gaminde, viene de observar cómo «nuestros hijos e hijas utilizan el teléfono móvil para todo. Pero es que es lo que nos han visto hacer a nosotros», recordó.
Independientemente de la herramienta que se utilice, cuando subimos algo a internet «dejamos de mantener la privacidad» respecto a ese contenido. «Pasa a ser de dominio público». No se trata de tener miedo a las nuevas tecnologías, pero sí de saber utilizarlas con sentido común: porque en internet «no tenemos nada que ocultar, pero sí mucho que proteger».
Los jóvenes, en Instagram
El experto hizo un repaso de las redes sociales más activas hoy en día: Facebook, Youtube y Whatsapp son las que más usuarios tienen, pero la predilecta de los adolescentes es Instagram. «Están ahí porque los adultos están en Facebook» y, como en la vida real, los adolescentes buscan un espacio diferenciado del de sus padres.
«El dato personal que más se distribuye en las redes son las fotografías», explicó Igor Gaminde. La privacidad de cada uno «es un derecho, que las personas tenemos que salvaguardar». Pero no sólo la nuestra: «la privacidad de otras personas también es nuestra responsabilidad». Por eso, el experto de Pantallas Amigas incidió en la importancia de pedir permiso a las personas que aparecen en una fotografía antes de subirla a las redes sociales, y también para compartirla por canales de comunicación como Whatsapp. Una frase que los jóvenes escuchan mucho de sus padres es «cuidado con lo que subís a intenet», pero hay que ir más allá y tener cuidado «con lo que hacemos con las cosas que otras personas suben a internet».
Igor Gaminde dedicó una parte de la conferencia a hablar sobre los juegos online: recordó que todos tienen que tener una clasificación PEGI, que establece una edad de uso recomendada en función de criterios como el nivel de violencia, de contenido sexual, si hay discriminación o lenguaje soez, entre otros. El ponente recordó, asimismo, que los juegos online posibilitan al jugador contactar con otras personas que estén jugando al mismo, por lo que los adolescentes «pueden hablar con desconocidos». La mejor forma de supervisar este tipo de situaciones es «estar con ellos mientras estos juegan».
Hay herramientas y trucos que pueden ayudarnos a hacer un uso más seguro de internet: por ejemplo, la página web tosdr.org ('Terms of service; Didn't read') resume a qué nos atenemos cuando aceptamos los términos y condiciones de uso de una aplicación; esos textos tan largos y farragosos ante los que pulsamos 'Aceptar' sin haberlos leído. «Es conveniente echarle un vistazo a esta web antes de instalar una aplicación», recomendó Igor Gaminde.
Otro consejo muy a tener en cuenta es repasar qué permisos hemos concedido a las aplicaciones instaladas en nuestro teléfono móvil: el experto explicó que puede consultarse en la sección 'Ajustes' del terminal. Varios de los asistentes de la charla lo comprobaron allí mismo y se llevaron una sorpresa al ver que, por ejemplo, habían dado permiso a Google para acceder al micrófono y la cámara de sus móviles.
Y un truco muy útil para no meter la pata en Facebook: configurar la privacidad para que sólo nosotros podamos ver nuestras publicaciones. «Siempre podemos cambiarla después, para que si meto la pata y por error publicó algo que no quería, no lo vea todo el mundo», recomendó Igor Gaminde.
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