La reforma pendiente en el vial de Gazteluzahar se completará este año
El Gobierno municipal ha sacado a concurso el contrato para ejecutar la ampliación de la calzada y otras mejoras en el tramo de 260 metros en el que está el colegio
Las reclamaciones para mejorar la situación del vial de Gazteluzahar vienen de muy lejos. La parte alta de esta calle es una alternativa para el tráfico entre el casco urbano y Behobia que muchos conductores utilizan a pesar de sus deficiencias y acoge, además, un centro escolar actualmente adscrito a Toki Alai. Tiene una calzada estrecha con una anchura que en algunos tramos es escasamente superior a la que corresponde a un carril y, sin embargo, ofrece doble dirección.
El que sin duda era el tramo más delicado y peligroso, entre el cementerio de Blaia y el encuentro con la calle Bienabe Artia, ya fue abordado en su momento por el ayuntamiento, pero quedó pendiente una segunda fase para extender la actuación al resto del vial, hasta llegar a la curva en la que se encuentran los restos del fuerte que da nombre a esta calle. Aquellas obras primeras, ejecutadas en 2010, contaron con la financiación de aquel Plan E que el Estado ofreció a los municipios; la ejecución de la segunda fase se va a hacer esperar casi nueve años desde entonces. La junta de Gobierno local ha aprobado el proyecto esta semana y, al mismo tiempo, abierto el concurso público para adjudicar unas obras que, si no ocurre nada fuera del guión, comenzarán en unos meses.
El presupuesto máximo para la ejecución de los trabajos es de 603.000 euros, una inversión importante para un tramo que no alcanza los 300 metros de longitud. Es una muestra clara de que la actuación prevista es profunda.
Más ancho y más seguro
«Vamos a ganar en seguridad», destacaba el alcalde, José Antonio Santano. Esa mejora se va a producir desde distintos frentes, aunque el primero y más evidente es el viario. De esa calzada de doble sentido que en algunos puntos ronda los cuatro metros se pasará a una de dos carriles diferenciados que sumarán una sección total de 6,50 metros. A eso hay que añadir una acera renovada en el lado del colegio que se amplía en algunos puntos y una nueva que aparece enfrente, en la parte final, con algunas nuevas plazas de aparcamiento. Otra mejora de la seguridad relacionadas con la movilidad será la creación de un paso de peatones entre el colegio y la panificadora que hay enfrente y que además, estará elevado. Se plantean otros dos resaltos más en el resto del tramo.
«También vamos a marcar la parada del autobús escolar, con una acera más ancha al lado para facilitar la espera», explicó el alcalde, que recordó que como es habitual en reurbanizaciones de este tipo, se renovarán luminarias e infraestructuras del ciclo del agua. En cuanto a la iluminación pública, Santano incidió en que no sólo se acometerá la sustitución del sistema actual por uno de LED sino que «se va a ampliar significativamente el número de puntos de luz», otra acción que incluyó entre «las mejoras en seguridad». Sobre las infraestructuras, detalló que se renovarán las tuberías de pluviales, de saneamiento y de agua potable. Esa parte supone casi 165.000 euros del total de la obra y correrá a cargo de Servicios de Txingudi.
Aunque esta fase de renovación del vial de Gazteluzahar se ha hecho esperar, Santano valoró que está ya muy próxima y que servirá para mejorar de forma evidente la conexión entre Artia y Behobia y aportar más seguridad a los ciudadanos que habitualmente lo usan.
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