viernes, 26 de febrero de 2016

Irun y sus 250 años

Noticia publicada en Diario Noticias de Gipuzkoa, el viernes día 26 de Febrero de 2016.

Irun y sus 250 años

Mañana se cumplen dos siglos y medio desde que Carlos III firmó la cédula de exención de jurisdicción de Irun con respecto de Hondarribia. O lo que es lo mismo, su existencia como villa, que se recordará con diversos actos este año.
UN REPORTAJE DE XABIER SAGARZAZU - Viernes, 26 de Febrero de 2016 - Actualizado a las 06:13h

Vista de la columna de San Juan Harri, que simbolizó la independencia de Irun desde siglos antes de que se hiciera efectiva, y del ayuntamiento, al fondo.
Vista de la columna de San Juan Harri, que simbolizó la independencia de Irun desde siglos antes de que se hiciera efectiva, y del ayuntamiento, al fondo. (X.S.)
La importante efeméride se cumple mañana pero será hoy mismo cuando se dé el pistoletazo de salida a las actividades que a lo largo de todo este año 2016 van a recordar esa segregración de Irun respecto de Hondarribia y otras efemérides importantes de estos dos siglos y medio: los 175 años del establecimiento de las aduanas en la ciudad, el centenario del Tren Txikito y del puente Avenida o los 80 años del incendio de la ciudad durante las primeras semanas de la Guerra Civil, en septiembre de 1936.
El encargado de abrir estos actos será el experto en nobiliaria e historiador irundarra Iñaki Garrido, con una conferencia, esta misma tarde a las 19.00 horas en la Sala Capitular del ayuntamiento de Irun, titulada Irun, de aldea a villa: Antecedentes, hechos, personajes y costos.
Garrido confiesa, en las horas previas a la cita, que “va a ser muy especial estar en esa sala en la que hace dos siglos y medio se hizo realidad, de forma oficial, el establecimiento de Irun como villa, o su independencia de Hondarribia, que es el concepto que podemos utilizar perfectamente, aunque haya quien prefiere no usarlo, al resultar duro, de alguna manera”.
RELATO DE INTENTOS Garrido relatará esta tarde cómo “ya en 1766 e incluso también antes, Irun, que dependía de Hondarribia como lo hacían Lezo o Pasaia, era casi a todos los efectos una villa, con su gobierno, que velaba por los montes y bosques o gestionaba el presupuesto”, pero en cambio, “la justicia era impartida por el alcalde de Hondarribia”.
Los irundarras “se quejaron muchas veces ante los reyes de la época por el trato injusto que había para con ellos y trataron, en varias ocasiones, de gestionar la cédula de exención para constituirse como villa, intentos ante los que Hondarribia argumentaba que si se hacía eso, peligraría el emplazamiento estratégico que era esta última ciudad para los intereses del reino”, explica Iñaki Garrido.
“Hubo cinco intentos de solicitar la segragación respecto de Hondarribia. En 1615, cuando lo lograron hasta 29 pueblos de toda Gipuzkoa; en 1652, en 1702 durante la Guerra de Sucesión y en 1732; en las dos primeras, incluso las Juntas Generales llegaron a aprobarlo, pero Hondarribia logró frenarlos con el argumento de la defensa del reino”, relata el historiador.
Garrido relata cómo “en 1742 se empezó a gestar el proyecto para construir el edificio que hoy conocemos del ayuntamiento de Irun, cuya obra arrancó finalmente en 1756, para inaugurarse el 1 de enero de 1763; todo ello, en medio de intensos conflictos entre iruneses y hondarribiarras, con sublevaciones y episodios de violencia”.
Ya en 1764, “Irun envía a la corte de Madrid al sacerdote Juan José Aguirre, que pasó dos años gestando y gestionando la concesión de la cédula de exención”, recuerda Iñaki Garrido.
GESTIONES Firmada la cédula por Carlos III el 27 de febrero de 1766, “el documento llega el 2 de marzo a las Juntas Generales de Gipuzkoa, en Azkoitia, donde es leido y confirmado, y el corregidor y el secretario inician un trayecto de dos días hasta Irun”, relata el historiador.
El 8 y 9 de marzo, 202 ciudadanos iruneses, reunidos en la Sala Capitular del ayuntamiento, eligen como primer alcalde al que era diputado de la Universidad de Irun, Domingo de Olazabal y Ramery, que en los días siguientes, inicia el trayecto para fijar y proclamar las mugas de Irun como villa. De ahí viene la costumbre de recorrer las mugas cada año, que todavía lleva a cabo la Corporación de Irun a lo largo de los cuatro años que dura su mandato”, explica Garrido.

DETALLES

Apellidos ilustres. Cuenta Iñaki Garrido que “entre los 202 iruneses que estaban en la elección del primer alcalde había ya miembros de familias que han perdurado en la vida pública y asociativa de la ciudad: Mitxelena, Eizaguirre, Izaguirre, Etxegoyen, Iparragirre...
Conflicto de lindes. La fijación de las mugas de Irun se retrasó porque Hondarribia no aceptaba que lo que hoy es su barrio de Mendelu fuera a parar a la nueva villa. Finalmente, se resolvió en la forma que hoy conocemos, el 26 de marzo de 1766.
Sin recuerdo. El historiador Iñaki Garrido resalta cómo el rey Carlos III figura en la puerta del ayuntamiento con su efigie, y hay una calle con el nombre del primer alcalde, Olazabal y Ramery. “¿Para cuándo una calle del cura Juan Jose Aguirre y una calle 27 de febrero?”, se pregunta.

No hay comentarios: