El Taller municipal de Cerámica reabre sus puertas tras ser renovado
Aún quedan plazas libres para participar en las clases, que se ofrecen en distintos horarios y se adaptan a los alumnos
El espacio, en la calle Pikoketa, inició ayer el nuevo curso
- JOANA OCHOTECO
- IRUN
«Hoy es un día de reencuentros», comentaba Geneviève Fernández Cartujo, profesora del Taller de Cerámica. De reencuentros, y también de presentaciones. «Hoy han venido tres alumnos nuevos y esperamos que en los próximos días lleguen más». El centro municipal, situado en la calle Pikoketa, inauguró ayer el nuevo curso tras la renovación llevada a cabo en las instalaciones.
Las obras han retrasado el inicio de las clases, que habitualmente se producía en octubre, y los alumnos estaban impacientes por regresar. La delegada de Cultura, Juncal Eizaguirre, aseguró que «este año empiezan con mayor ilusión, porque aunque sea el mismo espacio, parece nuevo». Geneviève Fernández confirmaba que «estamos encantados. El cambio ha sido enorme».
«El área de Cultura ha creado en los últimos años nuevos espacios, como el CBA, pero creemos que es importante también mantener e invertir en los que ya tenemos», subrayó Juncal Eizaguirre. «La escuela de Cerámica es algo especial, con una oferta cultural diferente y era necesario hacer una reforma para ponerla en valor y siga creciendo con nuevos alumnos».
Juncal Eizaguirre explicó que la llevada a cabo en el taller «era una reforma que hacía falta». La renovación se ha centrado «en la planta baja, donde se dan las clases», pero también en la superior, donde «se ha reformado el cuarto de baño que había y las escaleras que dan acceso al mismo». Además, se han construido unos nuevos aseos en la planta baja, pensando en «las personas con movilidad reducida», señaló la delegada. Si bien la creación de estos servicios ha reducido ligeramente el espacio del taller, «vamos a optimizarlo. Estamos estudiando cómo configurar las mesas y poniendo todo a punto», explicaba ayer la profesora.
Flexibilidad
Quienes quieran apuntarse a la Escuela de Cerámica todavía pueden hacerlo: las inscripciones están abiertas a todas las personas nacidas antes del año 2005. El precio de las clases es, por cada trimestre, de 163,93 euros para los adultos y 139,34 euros para los menores de 18 años. Para apuntarse, los interesados deben llamar al SAC (010) o al área de Cultura y Deportes del Ayuntamiento (943 50 54 07 ó 943 50 54 08).
Los alumnos podrán asistir al taller dos veces por semana, en sesiones de dos horas cada día. El centro ofrece horarios amplios y flexibles para adaptarse a las necesidades de los usuarios: la escuela abre de lunes a jueves, por la mañana, de 10.30 a 12.30. Por las tardes, se puede acudir los lunes y miércoles entre las 16.00 y las 20.00 y los martes y jueves de 15.00 a 19.00. «El alumno puede elegir los horarios que mejor le convengan, sabiendo que puede venir cuatro horas a la semana», explicaba Geneviève Fernández. Por ejemplo, «si un día has faltado, puedes recuperar esas dos horas quedándote una tarde entera. Somos muy flexibles con los horarios», afirmó la profesora.
Geneviève Fernández animó a todos los interesados a probar esta afición: «aquí venimos a hacer cerámica de todos los estilos: depurados, más espontáneos... Todo es bonito, porque hay distintas sensibilidades y formas de trabajar. Pero aparte de cerámica», subrayó la profesora, «aquí hacemos amigos. Hay muy buen ambiente». Además, esta afición «es algo muy terapéutico. Dentro de una bola de barro puede haber todo lo que tu imaginación te permita: un joyero, un plato, un mural... A parte de que es muy relajante trabajar este material. La gente que conoce esto normalmente repite», asegura.
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