El PNV insiste en que un proceso de participación defina cómo será el nuevo edificio de San Juan
Cree que la propuesta del Gobierno local «compite con la casa consistorial», quita la vista del monte San Marcial y, por su dimensión, «neutraliza» la columna de San Juan Harri
El portavoz de EAJ-PNV en Irun Xabier Iridoy y la concejal del grupo Miren Guezuraga criticaron ayer el proyecto para construir el nuevo edificio de oficinas municipales en la plaza de San Juan. Iridoy recordó que su grupo hizo «un planteamiento para que se aplazara la construcción y se dedicara este año a un proceso de participación. Pero el Gobierno socialista hace oídos sordos y sigue aplicando sus políticas del pasado, caducas y que no responden a las necesidades que solicita la ciudadanía irundarra».
Se refería el edil jeltzale a que, pese a su solicitud de aplazamiento, el presupuesto municipal aprobado incluye una partida plurianual con vistas a comenzar la obra este año. «Durante la sesión conseguimos el compromiso público del alcalde de que se le pedirían al arquitecto al menos 'diferentes opciones' de cómo podría ser el edificio sobre las que la población podrá opinar y de las que hablaría con los grupos».
Fue Guezuraga quien expresó argumentos contra el planteamiento que maneja actualmente el Gobierno y que propone «un edificio que compite arquitectónicamente con la casa consistorial, que ocultaría para siempre la vista del monte San Marcial y de la ermita» y que, por sus «desproporcionadas dimensiones, neutralizaría la delicada columna de San Juan Harri, que se distanciaría apenas tres metros de la fachada». Recordó que este proyecto «recoge aportaciones desfasadas y precarias de un proceso que se realizó hace más de 15 años» y en la que participaron «2.000 personas de 62.000. Desde entonces, hay una nueva generación de irundarras que debería poder opinar sobre cómo definir un lugar tan emblemático», señaló reivindicando «un nuevo proceso de participación para conocer qué opinan los irundarras».
Para Iridoy el problema es que cuando «el Gobierno socialista habla de participación se refiere a legitimar sus propuestas, no a fomentar una verdadera cultura de participación ciudadana». Citó el discurso de investidura de Santano, «que dijo literalmente 'abrir nuevas vías de participación y escucha porque cada opinión es importante, porque entre todos tomamos mejores soluciones'». Iridoy lo calificó de «promesa incumplida» porque «transcurridos seis meses, los irundarras siguen a la espera de que lo que dijo se convierta en un hecho».
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