«Hilar muy fino» para identificar a los legítimos propietarios
Si pierde cualquier pertenencia, esta termina en el SAC y quiere reclamarla, deberá ofrecer «una descripción lo más exacta posible» de la misma. Y en algunos casos, más detalles: si se trata de un móvil, «pedimos que nos faciliten el PIN». En cualquier caso, «no se entrega nada si no está absolutamente clara la identidad del propietario», subraya Izaskun Larrarte. Un buen consejo al respecto es guardar siempre las facturas de los objetos de valor para que, en caso de pérdida, dispongamos de un documento que acredite que es nuestro.
En cierta ocasión, acudió a las oficinas una persona que había perdido un audífono «y teníamos dos en depósito». Pero al ciudadano le resultó imposible acreditar que fuera el propietario de ninguno de ellos «y no se lo pudo llevar. A la más mínima duda, no se entrega el objeto. Hay que hilar muy fino: el único objetivo de este servicio es devolver los artículos a sus legítimos propietarios». Y para lograrlo hay que ser precavido, porque también aquí «puedes encontrarte picaresca», señala Javier Arranz.
Sea picaresca o ingenuidad, hay historias curiosas como la de una persona que acudió al SAC porque había perdido sus gafas: mantuvo la siguiente conversación con la agente que la atendió, que le preguntó, «¿la montura era de pasta o de acero?». «Era una normal», respondió. «¿Y el color?», «oscuro». «Me tiene que dar alguna descripción más específica», «bueno, tú enséñame las que tengas que, si eso, yo ya le cambiaré luego los cristales».
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