Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 23 de Febrero de 2021.
La cuantificación de daños causados por el incendio tardará semanas dada su extensión
La mayor parte de las hectáreas quemadas en Gipuzkoa son de bosque autóctono, lo que supone una «grave pérdida» para el territorio
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Los daños del incendio de Bera de este fin de semana, que llegó hasta Irun, quedaron ayer aún más visibles después de que la lluvia ayudara a apagar todas las llamas. El barrio Bidasoa de la localidad fronteriza amaneció todavía ayer con el susto en el cuerpo. Por la mañana no quedaba ni rastro del fuego, que se dio por extinguido hacia la medianoche del domingo. El monte, sin embargo, lucía abrasado, con más que visibles pérdidas. La cuantificación de los daños todavía tardará semanas en precisarse por la extensión que alcanzó el fuego, afirman técnicos del Ayuntamiento de Irun, adonde pertenece la zona más afectada por el incendio en Gipuzkoa, la de Endarlatsa, donde al menos hay 400 hectáreas quemadas.
Por fortuna no hay que lamentar daños personales, pero sí una «grave pérdida» para el patrimonio natural del territorio. La mayor parte de las hectáreas quemadas pertenecen al bosque autóctono, explicaron ayer desde la Diputación de Gipuzkoa. Durante los próximos días se llevará a cabo una valoración más precisa de los daños causados estos dos últimos días. En cualquier caso, todavía es pronto para aventurarse. Si bien los daños han sido muy graves, la huella ambiental que ha dejado el mayor incendio de la última década en Gipuzkoa es aún difícil de calcular.
Los focos más importantes se situaron en el entorno de Endarlatsa. El sábado avanzaron hacia el norte, por la orilla izquierda del río Bidasoa, y el domingo hacia el noroeste, dirección Erlaitz y Pagogaña, por Peñas de Aia.
Animales muertos
Las intensas precipitaciones caídas en las últimas horas, unidas al cambio de dirección del viento, resultaron «claves» para que los equipos de emergencias desplegados en la zona pudieran terminar de sofocar las llamas y extinguir completamente el fuego, que se resistía a apagarse desde que el domingo por la mañana se considerara estabilizado pero no controlado. Si a las 400 hectáreas calcinadas en Gipuzkoa se les suma las de Navarra, son unas 1.800 hectáreas abrasadas en menos de 48 horas.
Los vecinos del Bidasoa siguen consternados ante los últimos acontecimientos. Nunca antes habían
visto el terreno que rodea sus casas así. No solo han desaparecido árboles y vegetación, también han resultado perjudicados decenas de animales que residen en esas campas. Caballos, yeguas, corzos... Muchos fueron heridos, pero otros tanto fallecieron a causa del fuego que se originó en Bera y que a las pocas horas, empujado por el fuerte viento sur, cruzó a Irun y también a Lapurdi.
EL DATO
- 400
- hectáreas de Gipuzkoa han sido quemadas por el incendio originado en Bera de este fin de semana. En total, el fuego ha arrasado con 1.800 hectáreas entre Navarra y Gipuzkoa. Ha sido el incencdio más grave que ha vivido el territorio en la última década.
El paraje destaca por la cantidad de caseríos y ganaderías que alberga. Muchos vecinos del barrio Bidasoa viven de la ganadería. Así, 38 familias tuvieron que se desalojadas de sus caseríos, además de dos restaurantes y una empresa. Ya han regresado todos a sus casas, muchas, rodeadas de cenizas.
«Parece» intencionado
La diputada de Gobernanza y portavoz foral, Eider Mendoza, admitió ayer que el fuego «parece» que ha sido intencionado. Ya había adelantado esta sospecha el fin de semana el alcalde de Bera, Aitor Elexpuru. Pese a que Mendoza insistió en que no dispone de la información necesaria al respecto, aceptó que «parece» que ha sido provocado. «Hemos estado todo el fin de semana coordinando los trabajos en la zona para intentar extinguir el fuego y que no fuera a más. Esa investigación la tiene que llevar a cabo el Gobierno de Navarra, puesto que es allí donde empezó y la directiva técnica también ha estado allí», aclaró en declaraciones a una radio. «Nosotros hemos trabajado para extinguir el incendio y la investigación les corresponde a ellos», si bien colaborarán en la medida de lo posible. El objetivo de Gipuzkoa ahora es contabilizar los daños causados desde el sábado. La Diputación avanzó ayer que han supuesto «una grave pérdida» para el terreno, sobre todo para el bosque que rodea al río Bidasoa. Mucha de la vegetación que calcinó el fuego estaba ya seca, lo que hizo que se quemara con mayor facilidad.
La consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente navarra, Itziar Gómez, también señaló que «ahora procede analizar, investigar y dejar hacer también el trabajo a la Policía Foral», informa Alicia del Castillo. Ya se han conformado dos equipos de trabajo, uno en el flanco Bera-Ibardin y otro en el de Lesaka-Irun, a «los efectos de valorar sobre el terreno la afección del fuego, clasificando los terrenos en pastos, matorral, roquedos u otras zonas no forestales y masas arboladas, y dentro de estas repoblaciones y monte rural».
Asimismo, la consejera explicó que, aún siendo el fuego originado en Bera el más importante tanto por su expansión como por el riesgo hacia personas y bienes, «no hay que olvidar que durante el fin de semana se han producido focos en otras zonas. El grado de afección en cada zona presumiblemente será muy variable».
Sorprendido y denunciado por quemar pastos
En plenas tareas de extinción del incendio de Bera, cuando Navarra y Gipuzkoa miraban con preocupación el desarrollo de los trabajos de emergencia, una persona fue denunciada esa misma jornada por quemas indebidas. Los guardas de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra informaron a través de redes sociales que el domingo era «sorprendida y denunciada una persona realizando una quema de pastos sin autorización». Los guardas recordaban que ese día las quemas se encontraban «prohibidas debido al alto riesgo de incendio en Navarra». De hecho, durante esa jornada, los efectivos de bomberos, guardas de Medio Ambiente y la UME trabajaban para intentar extinguir los distintos focos activos en Baztan-Bidasoa. El incendio originado en Bera ha afectado especialmente a Navarra, donde unas 1.600 hectáreas han resultado quemadas este fin de semana.
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