viernes, 26 de febrero de 2021

«Rico y recién hecho son las palabras que mejor definen a Krepherria»

Noticia publicada en Diario Vasco,el viernes día 26 de Febrero de 2021.

«Rico y recién hecho son las palabras que mejor definen a Krepherria»

Zarauztarra de nacimiento, con corazón navarro, paladar francés y ahora al frente de una crepería en Irun Axier Bastarrica Lehendakari en Krepherria

Todas las crepes de Krepherria están recién hechas y Axier es el responsable de que nos chupemos los dedos. / F. DE LA HERA
Todas las crepes de Krepherria están recién hechas y Axier es el responsable de que nos chupemos los dedos. / F. DE LA HERA
YLENIA BENITO* BIDASOANDV@GMAIL.COM
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Desde hace dos meses, la avenida Iparralde de Irun es más Iparralde que nunca. Sí, sí. La calle que conecta casi en línea recta con Francia tiene desde hace dos meses un sabor mucho más francés. Sabe a Iparralde, a mermelada de albaricoque, a Nutella y sobre todo a crepe. En estos tiempos de pocos viajes y movimientos limitados, a pocos pasos podemos sentirnos en otro pueblo gracias a la Krepherria de Axier. Este joven zarauztarra ha elegido Irun para cumplir una intención y un sueño que tiene desde niño: abrir una crepería. Descubrió este manjar con acento francés en una feria cuando tenía diez años y desde entonces esta fina masa se convirtió en su cena preferida. Ahora, desde su pequeña gran crepería hace las delicias de todo el mundo porque no existe una edad, ni una temporada para las crepes. Y menos en el pueblo de las crepes. En Krepherria las planchas siempre están encendidas y Axier siempre está dispuesto a compartir su comida preferida. En la avenida Iparralde huele a crepe, huele a Iparralde y sabe al tesón y al esfuerzo de Axier. Bon appetit!

–Axier, es imposible pasar por la avenida Iparralde y no caer en la tentación...

–(Risas) ¡No me extraña! Las crepes son riquísimas y verlas hacer es hipnótico. Muchos niños se quedan pegados al cristal mirando cómo las hago. Me hace mucha ilusión. Antes de abrir, tenía claro que quería un sitio en el que se me viera trabajar y hacer las crepes.

INNOVAR«Estoy a punto de sacar la 'creptalo' y va a ser algo único que no hay en ningún otro sitio»DULCES«Tiene mucho éxito la crepe con Nutella, ¡todo el mundo me pide que le ponga más cantidad!»

–Y por si la cristalera fuera poco, ¡pantalla grande también!

–Sí, eso es un invento mío. Se me ocurrió poner una pequeña cámara justo aquí, al lado de las planchas, y una pantalla nada más entrar. Así, mientras se hace tu crepe, puedes mirar cómo se hace. Ojalá pronto pueda poner una pantalla mejor para que se vea mucho mejor.

–¡Cómo no vamos a comer con los ojos!

–Yo quería que la gente viera que es un sitio 'txukuna' y que hago las crepes con mucho mimo.

–Se nota que a ti las crepes te gustan mucho, ¿desde cuándo?

–Desde siempre. Desde muy txiki he hecho crepes con mi madre en casa. Creo que las descubrí en una feria. Vi a otro niño comiendo una crepe, me llamó la atención, la probé y desde entonces he sido un aficionado. Siempre me ha encantado hacerlas y comerlas, claro.

–Aquí, además, tenemos cerca a los inventores de la crepe...

–(Risas) Sí, he ido a muchas creperías al otro lado de la muga y siempre me he preguntado por qué no teníamos ninguna más cerca. Ahí es cuando me puse el reto de algún día abrir una crepería. Es una idea que surgió hace tiempo.

–¿Y cuando te lo tomas en serio y te pones manos a la masa?

–Recuerdo perfectamente que fue en una pizzeria de Zarautz. Ahí le dije a mi novia que lo iba a hacer de verdad.

–¿Por dónde se empieza a montar una crepería?

–La primera idea que tuve fue la de tener una especie de foodtrack solo de crepes, pero me pedían muchos permisos y abandoné la idea. Entonces, me centré en poner un local. Miré muchos sitios porque yo tenía la idea del lugar en mente. Miré locales en Donostia o en Hernani, hasta que di con éste. Me pareció el lugar perfecto. Es un lugar de paso y es la calle que termina en Francia. ¡Es perfecto!

–Entonces sí que te pusiste manos a la obra porque lo has hecho todo tú...

–Sí. Yo vengo de una familia humilde, así que no tenía mucho dinero para invertir en obra y contratar a gente. Poco a poco lo he ido haciendo todo yo. Y estos 'chorretones' de Nutella del mostrador lo ha hecho mi madre. (Risas) Hemos trabajado mucho para ponerlo bonito y para que desde fuera se vea y apetezca entrar.

–Solo con tu lema ya se abre el apetito...

–'Goxoa egin berria'. Es la mejor definición de Krepherria. Rico y recién hecho. Como el nombre, desde el principio tuve claro que se llamaría Krepherria. Por eso aquí hay crepes y más cosas.

–¿Qué hay en la carta de Krepherria?

–Por supuesto, hay crepes. Además, todas tienen el mismo precio. Son sencillas, pero todas ricas y con una ya desayunas, comes o meriendas. Tiene mucho éxito la de Nutella, ¡todo el mundo me pide más cantidad! (Risas) Y luego tengo alguna cosa novedosa que he inventado yo.

–¿El qué?

–El gofre salchicha. Es un gofre que lleva una salchicha como en un pincho moruno. ¡Está riquísimo! Y luego, estoy a punto de sacar la 'creptalo'. Va a llevar txistorra, bacon... Es una sorpresa y una novedad que sacaré dentro de poco. Esto sí que no lo hay en ningún otro sitio. Es algo único. Estoy muy ilusionado.

–¡Y yo hambrienta!

–Normal. También tengo bizcochitos, gofres normales... No es una carta muy extensa, pero no hace falta más. Si lo que hay está rico, ¡suficiente!

–En dos meses te has metido a mucha gente en el bolsillo...

–Estoy muy contento. Cada día viene más gente y eso que tenemos muchas restricciones y no puede venir gente de fuera. Nuestra clientela ahora es local y cada día crece.

–Supongo que las crepes seguirán siendo tu cena preferida, ¿verdad?

–¡Claro! Quien prueba repite, eso está claro. Las crepes enganchan a cualquiera. Aquí vienen familias enteras.

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