Noticia publicada en Diario Vasco,el lunes día 22 de Febrero de 2021.
Vegetación seca y fuertes vientos, la combinación perfecta para un incendio
El mayor número de incendios forestales suele ocurrir en febrero y marzo, pero «no de estas dimensiones», refleja el jefe de Montes de la Diputación
La fuerza del viento hizo que el fuego iniciado en Bera y Lesaka llegara ayer hasta el parque natural de Aiako Harria por la zona del valle de Endara y Erlaitz. En esa zona, el incendio ha afectado a helechales, bosques de robles, hayas, zonas de plantación de la Diputación y de particulares. Ismael Mondragon, jefe del Servicio foral de Montes y Gestión de Hábitats, que se encontraba en la zona afectada mostraba su preocupación por el impacto causado y reconocía que la dificultad del terreno ha dificultado la extinción del incendio.
A la difícil orografía del terreno, hay que añadir que en las más de 400 hectáreas afectadas en Gipuzkoa «la vegetación, helechos, argoma, zarzal... se encuentra seca. Es lo habitual en esta época y ha contribuído a que arda fácilmente. A esto hay que añadir las fuertas rachas de viento que se han registrado». Una combinación perfecta, aunque triste, que ha hecho que el fuego se extienda en un abrir y cerrar de ojos. «Cuando creíamos que íbamos a poder con el fuego, las cosas se han complicado y no ha podido ser. A lo largo de la mañana y primera hora de la tarde -por ayer- estaba ya estabilizado y aunque la fuerza del viento sigue siendo motivo de preocupación», destacaba Mondragón. Además, «se han vivido momentos de mucho peligro. Fuertes golpes de viento han hecho que el fuego se cruzara en algunas zonas en las que se estaba trabajando y quienes se encontraban allí, han tenido que salir corriendo por propia seguridad».
Tras horas de preocupación y trabajo, muchos miraban al cielo, con la esperanza de que el fuego no avanzara hacia San Donato, porque en ese caso se hubiera adentrado por el parque natural de Aiako Harria». Sin embargo, las intensas precipitaciones que han caído en las últimas horas y el cambio de dirección del viento han permitido sofocar el fuego totalmente esta madrugada.
Mondragón reconocía que «el mayor pico de sucesos de este tipo se producen sobre todo en marzo», pero lo que no resulta habitual son incendios de las dimensiones del que se ha desatado esta vez en la zona de Endarlatsa. «Los últimos han sido los de Jaizkibel, Igeldo y Mendizorrotz, pero no son comparables en extensión y gravedad con este».
Tras realizar un recorrido por la zona afectada, Mondragón reconocía que «la fuerza del viento ha dificultado mucho el control del incendio que ha llegado hasta la zona del valle de Endara y Erlaitz, dentro del paque natural de Aiako Harria».
Un punto que provocó preocupación entre los técnicos por su ubicación y «la dificultad que presenta el terreno en cuanto a acceso», que ralentizó el trabajo de los bomberos, «Es una zona muy escarpada y boscosa a la que no pueden acceder los vehículos de los bomberos». A esto hay que sumar que ante la imposibilidad de que los helicópteros pudieran verter agua sobre esa extensión de monte, se trasladó hasta allí una máquina buldócer para hacer cortafuegos, con el fin de detener la propagación del incendio con focos provocados, pero no se logró el resultado deseado.
Las fuertes precipitaciones registradas esta madrugada y la menor intensidad del viento han terminado de extinguir las llamas.
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