Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 23 de Febrero de 2021.
La futura estación del TAV en Irun comenzará a construirse en 2022
Adif confirma que va cumpliendo los plazos del cronograma de este proyecto cuyo coste ha estimado por encima de los 60 millones de euros
La operación de regeneración urbana Vía Irun, tan grande que parecía que no iba a llegar nunca, está a las puertas de empezar sus primeras obras. Hace una semana el Ayuntamiento de Irun anunció que en 2022 estará en disposición de afrontar las primeras actuaciones en la regeneración de los suelos que la ciudad le va a ganar a los espacios ferroviarios en desuso. Ahora es Adif quien mueve ficha. En el seno de la Comisión de Seguimiento de Vía Irun anunció este martes que en 2022 comenzará la construcción de la nueva estación.
El nuevo equipamiento irá mucho más allá de actualizar el actual, que se ha quedado desfasado en servicios, confort y accesibilidad. Será un centro intermodal que mirará tanto a la península como a Europa, con todos los servicios ferroviarios (incluida la Alta Velocidad) y una terminal de autobuses tan largamente esperada como claramente necesaria. El proyecto reserva el espacio en el que en un futuro pueda acoplarse al conjunto una parada de Euskotren, si es que finalmente el Topo modifica su trazado en la ciudad. En cuanto a movilidad urbana, creará una pasarela peatonal-ciclista de un lado a otro de las vías que transformará la forma de entender la relación entre las dos márgenes de la gran brecha ferroviaria.
EL DATO
- 60
- millones de euros, algo más, es el coste estimado de la nueva estación, IVA incluido. Las mayores operaciones públicas en Irun en los últimos 20 años (tercer enlace de la A-8 y Ronda Sur, 15,4; desdoblamiento de Gaintxurizketa, 18; Ficoba, 21; por citar algunos ejemplos) ni se acercan a esa cifra.
Todo esto, con alto grado de detalle, se expuso en la Comisión de Seguimiento de Vía Irun, un órgano en el que están representados Ayuntamiento, Diputación Foral de Gipuzkoa, Gobierno Vasco y Ejecutivo central. En ese contexto, Javier Dahl, subdirector de Arquitectura de Estaciones de Adif, señaló que el proceso para la nueva estación viene «cumpliendo los plazos» hasta ahora. Con la aprobación del proyecto básico se procederá, en cuestión de semanas, a la exposición pública, tras la cual comenzarán a trabajar en el proyecto de ejecución que Dahl espera tener «para finales de este año o principios del siguiente». Es el documento técnico que permite licitar la obra que, una vez adjudicada, «podrá empezar en el primer semestre de 2022».
Se trata de plazos que, probablemente, no estaban ni en las más optimistas previsiones del alcalde irundarra, José Antonio Santano. «Hemos sentado oficialmente las bases de un proyecto en el que llevamos décadas trabajando. Empezamos a poner fechas concretas al futuro de Irun», valoraba a la salida de la reunión. Santano recordó la importancia de este proyecto tal y como se ha planteado, porque lo que hoy está fuera de toda duda «no hace tanto estuvo en discusión. Que la estación de Irun vaya a ser intermodal, internacional, urbana y céntrica es un logro muy importante para la ciudad y el arranque efectivo de grandes oportunidades urbanísticas, económicas y de movilidad para los próximos años».
El cambio llega por la Aduana
Esas oportunidades a las que se refería el alcalde, especialmente aquellas que tienen que ver con la actividad económica, son uno de los principales valores de Vía Irun. La regeneración del espacio ferroviario se planteó en un principio para incorporar a la ciudad decenas de miles de metros cuadrados que el ferrocarril ocupaba en pleno centro de Irun con vías, pabellones y otros recursos, todos ellos en desuso.
LA NUEVA ESTACIÓN
- Intermodal.
- El nuevo equipamiento integrará líneas de autobuses y de trenes, tanto los actuales servicios de Renfe como la Alta Velocidad (aún está por ver si también el Topo, pero reserva el espacio por si fuera necesario) y mirará hacia la península y hacia Europa.
- Urbana.
- El proyecto de Adif despeja definitivamente temores del pasado: la estación de Irun recibirá al TAV, no se traslada fuera de la ciudad y mantiene su céntrica ubicación.
En una primera fase, el Gobierno central ha desafectado más de 60.000 metros cuadrados de suelo ferroviario y los servicios municipales de Urbanismo, previo debate político y proceso de participación ciudadana, están inmersos en el diseño del nuevo planeamiento. El Pleno ya aprobó unos Criterios y Objetivos que contemplan usos mixtos (residenciales, educativos/universitarios, de equipamientos, de espacios públicos y de actividad económica) y un eje verde que vertebrará esa 'nueva ciudad en la ciudad'.
De todo esto se habló en el encuentro telemático de la Comisión. También de la definición del Distrito Urbano Innovador que articulará la vertiente empresarial de Vía Irun, en la que colaboran Diputación de Gipuzkoa y Ayuntamiento y a la que ahora se suma Zaisa. Esta empresa pública, propiedad del consistorio irundarra, del ente foral y del Gobierno Vasco, se ha convertido en la herramienta de gestión de todo el proyecto y su capacidad financiera va a ser clave para que esas primeras actuaciones lleguen en 2022, empezando por la rehabilitación del edificio de la Aduana, una propiedad del Estado que se encuentra sin uso desde hace unos años. Este martes se informó de los movimientos de Zaisa para adquirirla lo antes posible para convertirla en la cabeza de playa de esta operación de renovación urbana.
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