HONDARRIBIA
Betharram, más cerca de Gibeleta
La residencia Caser ha estrenado un pasadizo que conecta el edificio con el parque del barrio. «Los residentes podrán estar en contacto con los vecinos y su vida no se ceñirá sólo al centro», destacó la directora
08.06.13 - 00:08 -
El primer aniversario de la residencia de Betharram ha llegado con un regalo para este centro y, en especial, para sus residentes. A partir de ahora, disponen de una conexión directa y cómoda entre el edificio y el contiguo parque de Gibeleta, lo que les permitirá disfrutar de este espacio y sentirse más cerca del barrio. Para ello, se ha habilitado un pasadizo, cuya inauguración se produjo ayer.
Laura Rodríguez, la directora de este centro que gestiona Caser Residencial, subrayó que «era importante que tuvieran la oportunidad de acceder a este parque donde pueden estar en contacto con vecinos de todas las edades. Buscábamos que pudieran salir a la comunidad, que si vienen familiares de visita no se tengan que quedar en el centro y evitar así que su vida se ciña sólo al recinto de la residencia».
Se quiso que los protagonistas del acto fueran los residentes y, por ello, se decidió que la encargada de cortar la cinta en representación de todos ellos fuera Inés, que lleva once años en Caser. Los diez primeros los pasó en el centro de Irun, y este último ha estado en Betharram. Está encantada con este equipamiento y con el personal que «me cuida de maravilla», según aseguró.
En la inauguración de este pasadizo, también estuvo el párroco de Betharram, José Gogorza, una persona que jugó en su día un papel clave para que esta residencia se pudiera llevar a cabo en esta zona. Comentó que es un acierto esta conexión porque «la residencia no es un claustro y esta apertura les permitirá aprovechar el parque».
130 residentes
En la actualidad, este centro cuenta con 130 residentes, en su gran mayoría vecinos de Hondarribia e Irun. Acaba de cumplirse el primer año desde su apertura y, en opinión de la directora, «el balance es muy positivo porque en la comarca había una carencia de plazas residenciales. Lo más bonito es que hemos podido acercar a muchas personas de aquí que estaban en otras puntos de la provincia, incluso se ha podido reagrupar a matrimonios que estaban separados».
La delegada de Servicios Sociales de Hondarribia, Maite Peláez, señaló que «va a ser bueno para todos la convivencia que se va a generar, sobre todo porque los residentes tendrán la oportunidad de acceder a un sitio agradable al aire libre como es este parque». Se refirió también a la lista de espera que hay todavía en la comarca para entrar en una residencia. «Es desproporcionada respecto a otras zonas, por lo que si se abren más centros, mejor».
No hay que olvidar que Betharram funciona precisamente como una residencia comarcal y hay muchos irundarras que se benefician de estas instalaciones. La delegada de Bienestar Social de la localidad fronteriza, Maite Cruzado, aprovechó para recordar que «está pendiente la residencia de Arbes y es un asunto que la Diputación tiene que abordar. Seguimos pidiendo una respuesta para resolver las necesidades que tenemos en el Bidasoa».
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