Una Edad Media más rica y diversa
Behobia estrenó ayer su segundo mercado medieval que se extiende hasta el lunes
A los conceptos más clásicos de este tipo de eventos como artesanía o cetrería se le suman aires árabes y algo de fantasía con duendes y faunos
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
Behobia vuelve a reclamar protagonismo. Lo hace de nuevo con actividades. En este caso, una segunda edición del mercado medieval que, como recordaba el delegado de Promoción Económica y Comercio, Miguel Ángel Páez, «el año pasado dejó muy buen sabor de boca. Fue una experiencia de éxito».
El barrio irundarra ha consolidado con el tiempo una oferta comercial que tiene como público de referencia a los residentes al norte del Bidasoa. Un cliente, el francés, al que se mima y se cuida y a quien se tiene muy presente al organizar este evento medieval, cuya duración se alarga en un día para que alcance hasta el lunes, «el último de los festivos que hay en Francia en este mes de mayo», remarcaba el presidente de la asociación de comerciantes de Behobia, Rubén Fraile. Esta entidad, en perfecta alianza con la AVV del barrio y la asociación de comercio y hostelería Bidashop, ha sido la encargada de sacar adelante la feria.
«Hemos intentado que haya más espectáculos para que la gente disfrute de ellos, hemos distribuido los puestos de otra manera para que sea más agradable y cómodo recorrer el mercado... Invitamos a todo el mundo a disfrutar de este evento», dijo Fraile. En ese 'todo el mundo', y sin negar la importancia del francés, Páez incidió especialmente en la «clave interna. Es una perfecta ocasión para que los del resto de Irun nos acerquemos este fin de semana hasta Behobia y veamos el potencial de este mercado, que en esta edición incorpora cambios a mejor. Esperamos que el tiempo acompañe para que de nuevo este año vuelva a ser un éxito de público».
El delegado aplaudió la labor de los comerciantes que han organizado el evento como ejemplo de personas «que se mueven, que trabajan, que pelean a diario y apuestan por iniciativas como ésta, que aportan un plus a su actividad diaria para ofrecer una buena imagen del barrio y de la ciudad. Ahí estará siempre el Ayuntamiento para ayudar».
En proceso de crecimiento
Juan Cantero, de la empresa Balconet, es el director de esta feria medieval que ha redecorado Behobia para estos días. «Hay 65 puestos, alguno más que el pasado año», con artesanía de todo tipo y una oferta gastronómica muy variada. Pero el gran valor de este año está en «los espectáculos, diferentes a los del año pasado, para que la gente encuentre cosas distintas. Por ejemplo, hoy habrá un grupo de música cristiana y el domingo y el lunes, un grupo de música árabe de origen egipcio».
Además, como la Edad Media es un escenario literario habitual para mundos y seres de fantasía, éstos también tendrán un hueco este fin de semana en Behobia. «Habrá personajes que, en clave de humor, recorrerán el barrio», anunciaba Cantero. Uno de ellos, Froilán, el duende, ya andaba ayer por allí. Explicó a una mujer que se acercó en bicicleta las múltiples virtudes de ese medio de transporte. Ante su sonrisa de circunstancias, el duende le espetó un «¿a que sí?» y ante su incomprensión rectificó a un «¿a que 'oui'?» igualmente incomprensible para la visitante francesa.
Este duende y otros fantasiosos seres comparten protagonismo con saltimbanquis, trapecistas, grupos de música, teatro de calle y rapaces que vuelan sobre las haimas de la feria. «Hemos hecho un esfuerzo para tratar de consolidar este mercado y, el año próximo, hacer algo aún más grande, más potente», adelantó Rubén Fraile.
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