Irun lamenta que no haya gestos para facilitar la vida transfronteriza

Ha pasado ya casi un mes desde que los alcaldes de Irun, José Antonio Santano, y de Hendaia, Kotte Ezenarro, reclamaran a los gobiernos español y francés algún gesto para facilitar las relaciones transfronterizas de los vecinos que realizan su actividad a un lado y otro de la muga. Perola frontera con Francia sigue cerrada y solo existe la vía abierta del puente de Santiago, donde las colas de coches son ya parte del paisaje habitual.
Los regidores pedían al menos que se reabriera el paso de Behobia para descongestionar la zona. Irun, a través de su alcalde, volvió a lamentar ayer que no se haya movido ninguna pieza del puzle para facilitar la vida transfronteriza, al confirmar España que mantiene el 1 de julio como fecha de reapertura de sus fronteras internacionales.
Comercio asfixiado
La desescalada se ha dejado notar en el volumen de movimientos a un lado y otro de la muga. «Se ha recuperado la actividad económica, el trabajo presencial de muchas empresas, abren los comercios a los dos lados y empieza el colegio. Entendiendo que los ciudadanos de uno y otro lado del Bidasoa en su vida diaria hacen actividades indistintamente a ambos lados de la frontera, los pasos por Santiago se multiplican y las colas también», expusieron en su día los regidores de Irun y Hendaia.
El cierre de la frontera decretado por la pandemia está ahogando a buena parte del comercio de Irun, que tiene en los vecinos franceses a una fuente principal de ingresos, como es el caso de las zonas de Behobia y Santiago.
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