«Este año, la salida más internacional de la Vuelta y para el próximo, una salida como una catedral»
En 2021, Burgos será, como lo ha sido Irun este año, el escenario en el que echará a rodar la Vuelta a España
«Bienvenidos a Irun, sede oficial de la salida de la 75º edición de la Vuelta», saludó ayer el alcalde de la ciudad, José Antonio Santano, en la Sala Capitular del ayuntamiento. Allí se encontraban el delegado de Gobierno, Denis Itxaso; el diputado de Deportes, Harkaitz Millán; varios concejales municipales y unos cuantos invitados nada frecuentes: el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa; el arzobispo de Burgos y presidente de la Fundación 800 aniversario de la Catedral, Fidel Herráez; el director de la Vuelta a España, Javier Guillén, y más tarde, apurando la llegada después de que el viento dificultara el aterrizaje del avión en el que viajaba, la presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano.
La concurrencia de autoridades tenía su razón de ser en que se trataba del acto en el que Irun pasó a Burgos el testigo como ciudad de inicio de la Vuelta. «Mucha gente trabajó durante meses para que este año hubiera una etapa 100% guipuzcoana entre Irun y Eibar. No llegamos ni a soñar que las circunstancias nos convertirían en salida de la Vuelta», destacó Santano.
El primer edil irunés entregó una reproducción del San Juan Arri al Ayuntamiento de Burgos y a la Fundación del 800 aniversario de su Catedral, que han impulsado que la capital burgalesa, desde la plaza del propio templo, acoja la salida de la Vuelta en 2021. Otra columna fue a parar a las manos de Guillén y los tres recibieron también productos de Chocolates de Irun «para alargar el buen sabor de boca que nos deja la Vuelta». Santano reivindicó el vínculo «de siempre» entre la ciudad y el chocolate, muy ligado además al deporte de élite.
En el intercambio de obsequios, Irun recibió una representación de la ciudad de Burgos como la descubierta en el retablo de la Catedral cuando fue restaurado y la escultura que sirve de logo a la Fundación 800 Aniversario. Todos se llevaron otra escultura que simboliza el relevo como salida de la Vuelta, con un pelotón ciclista viajando del San Juan Arri a la catedral burgalesa.
Javier Guillén expresó la satisfacción de la Vuelta por comenzar esta edición «en una ciudad que no es que esté en la frontera, sino que es la puerta a Europa». Confesó cómo se sorprendió cuando hace unos días cruzó «caminando a Francia por el puente, siguiendo el consejo del alcalde», todo a pocos metros de Ficoba, de donde ayer partió la carrera. «Eso no sucede en ninguna otra ciudad que haya sido inicio de la Vuelta». Reinvinció por eso que «este año hemos tenido la salida más internacional de la Vuelta. y el año que viene tendremos una salida como una catedral» y celebró que «Irun, Burgos y Madrid, además de por una carretera y una línea de ferrocarril, estén unidas ahora por el ciclismo».
Irene Lozano cerró el acto agradeciendo que la Vuelta «sea un nuevo hito de deporte seguro» y animó a «que la bicicleta no deje de rodar».
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