Un pequeño taller de confección que quiere competir con China
Hazlan, la empresa de inserción del Centro Mendibil, se ha hecho un hueco en la producción textil a base de calidad, variedad y buen precio
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
La sudadera del club judoka Bidasoa, el chándal y la camiseta de juego del Rugby Club Txingudi y los gorros y 'bufs' del Real Unión comparten una característica: han sido diseñados y producidos en Irun. También conjuntos de boda, abrigos, forros de cuna... El taller de confección de Hazlan, empresa de inserción impulsada por el Centro Pedagógico Mendibil, es responsable de esos productos y de muchos otros.
Ayer, durante una visita que el alcalde, José Antonio Santano, y el delegado de Promoción económica, Miguel Ángel Páez, realizaron a Hazlan, la diseñadora de la empresa, Marian Irastorza, anunció que por la tarde iban a recibir a representes de «Loreak Mendian. Les hicimos un prototipo y quedaron encantados y vamos a seguir trabajando con ellos». Esos prototipos son las prendas que, junto con los patrones, sirven de guía a los talleres de otros países que se encargan después de la producción a gran escala. «Nos gustaría que esa parte se acabara haciendo también aquí. Y creemos que es posible. Cada vez más empresas están planteándose traer la producción, porque en países como China están teniendo problemas de calidad, con pedidos enteros que no cumplen las condiciones, que llegan con fallos», lo que a la larga puede acabar ocasionando costes «mayores que si lo hubiéramos producido en Hazlan».
Irastorza defiende la calidad de los diseños y de los materiales de la empresa, así como el alto nivel de los trabajadores en la confección y la versatilidad de un equipo pequeño y con las ideas claras, que afronta cada pedido como el más importante. «Acabamos de diseñar toda una línea de ropa para restaurantes de alto nivel para un comercial que trabaja con algunos de los nombres propios más importantes de la gastronomía, y no sólo del País Vasco». Si la vende, sí esperan que la producción «se quede en casa esta vez».
Etiqueta 'Made in Irun'
Ajustar los precios para ser competitivo en el mercado ha sido la clave para que el resto de virtudes de Hazlan hayan podido lucir. Toñi García, directora del Centro Pedagógico Mendibil, indicó que eso sólo es posible «porque se trata de una empresa que no tiene como objetivo ganar dinero», sino ofrecer un trabajo al personal formado en el propio centro, «personas en riesgo de exclusión social o, directamente, en situación de exclusión».
El ámbito de trabajo de Mendibil es comarcal y ese espíritu localista marca también a Hazlan. «Las serigrafías nos las hace Lauburu Estudio; los bordados, también en Irun... Hace poco, uno de los clubes nos comentó que por qué no añadir a las prendas una etiqueta en la que pusiera 'Made in Irun' y nos pareció un gran idea», señaló Irastorza.
Coincidió con ella el alcalde, que apuntó que «un sello de 'fabricado en Irun' aporta valor añadido a una marca», aunque, de momento, Hazlan no está por la labor de sacar sus productos bajo un nombre que los agrupe a todos, «sino por seguir haciendo diseños personalizados para cada cliente», sean estos contactos realizados por su comercial o particulares que se acerquen al taller, en la avenida Letxunborro,25.
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