Noticia publicada en Diario Noticias de Gipuzkoa,el domingo día 28 de Enero de 2018.
IRUN- El trabajo trajo a Irun a José Irigoyen, navarro de Carcastillo y de 51 años de edad, hace casi tres décadas. En todo este tiempo, ha sido parte de Bidasoako Txaranga, entidad que preside también desde hace cuatro años. El viernes, abrieron la muestra dedicada a los 30 años de Zanpantzar, el gigantón que idean los artesanos Xabier y Benito Garate y al que su comparsa, Bidasoako Erraldoiak, da vida y baila cada año, antes de que arda con la sardina en la hoguera, al final del Carnaval.
¿Qué encontrarán en el Amaia quienes se acerquen a ver esta exposición sobre Zanpantzar?
-En la exposición se pueden ver 26 de las 30 cabezas de Zanpantzar a lo largo de estas tres décadas de vida, incluida la que ya tienen preparada para este 2018 los hermanos Garate, que son unos artistas. Todo ello está acompañado de una cuarentena de paneles con fotos y recortes de prensa y además, hay réplicas a pequeña escala del Zanpantzar completo de muchos de estos años. La exposición, uno lo percibe mejor al verlo todo junto, es parte de la historia reciente de Irun y de su Carnaval, y un patrimonio cultural que merece la pena dar a conocer.
¿Por qué faltan cuatro cabezas?
-El primer Zanpantzar ardió entero en la hoguera, y los dos siguientes, los quemó alguien antes de tiempo, el sábado por la noche. Al principio, no se bailaba al gigantón por las calles y permanecía colocado en la plaza San Juan. El cuarto año ya lo quemamos nosotros y partir del quinto, nos dimos cuenta que el Zanpantzar era en sí una obra de arte y merecía al menos conservar sus cabezas. Las hemos tenido guardadas en nuestras diversas sedes sociales y la verdad es que emociona poder verlas ahora juntas en la exposición del Amaia.
¿Ha cambiado mucho el Carnaval en estos 30 años?
-Mucho. Al principio era algo mucho más espontáneo y participativo, y ahora la gente es más de verlo que de meterse en él. Es diferente en ese aspecto, pero nuestra tarea no ha cambiado. Del Carnaval surgió nuestra asociación y lo que fue la txaranga entonces, que ahora ya no existe. Y para acompañar y bailar a Zanpan-tzar, fueron surgiendo nuestros gigantes y el resto de elementos del Carnaval vasco que lo acompañan.
Gigantes que ustedes bailan y pasean por muchos lugares a lo largo del año. ¿Siguen teniendo tirón?
-Hubo un momento en el que los gigantes y cabezudos estuvieron de capa caída, pero han vuelto a resurgir. Nosotros mismos, hace cinco años, apostamos por crear las figuras txikis y medianas y ahora, tenemos 40 chavales de entre 8 y 18 años que los bailan. Por suerte, hoy sí, tenemos el relevo garantizado.
Su txoko guipuzcoano. La bahía de La Concha, es algo impresionante.
Un monte. Aiako Harria tiene algo de mágico, por esa cercanía al mar y los contrastes que uno admira desde allí arriba.
Un paisaje. Las vistas desde Aiako Harria, en especial las de la bahía de Txingudi.
Una playa. Las de Hondarribia y Hendaia. Muy tranquilas y disfrutables ambas.
Una fiesta. Como navarro, los sanfermines. Pero justo detrás van los sanmarciales de Irun.
Gipuzkoando
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