Los nuevos concejales se estrenan como dantzaris
Los miembros de la Corporación ensayan el aurresku que bailarán dentro de una semana, el día de San Pedro
Sobrevivieron a su primera campaña electoral y a su toma de posesión como concejales. En el mismo lugar en el que hace una semana recibieron la venera y la insignia, se preparan para afrontar uno de los retos que conlleva ser miembro de la Corporación municipal: bailar el aurresku en una abarrotada plazoleta del Juncal el día de San Pedro. Para los diez ediles que se estrenan en su cargo, será la primera vez. Esta semana y la que viene asisten a las clases que imparten dantzaris de Kemen Dantza Taldea. Certificamos que le están poniendo empeño y, literalmente, sudando la camiseta. Decía Borja Olazabal poco después de empezar la primera clase que «esto es lo más difícil que he hecho en la vida»; pero lo cierto es que al término de la sesión, una hora después, los siete concejales asistentes le iban cogiendo el ritmo.
Para algunos no era la primera vez que bailaban un aurresku: Josu Iguíñiz contaba que «bailé de chaval, pero no me acuerdo de nada. El ensayo me ha venido bien para refrescar la memoria, pero voy a tener que practicar más». También Miren Echeveste aprendió a bailar el aurresku «con ocho años, pero es como si no lo hubiera hecho nunca. Aunque para ser el primer día, creo que ha ido bien. Con un par de ensayos más...». Jon Ugarte dio alguna clase «cuando estaba en la ikastola, pero con el tiempo se te olvida».
Esas clases que están impartiendo Kizkitza González y Beñat Oiartzun, dantzaris de Kemen, ayudan a los nuevos concejales a refrescar la memoria o a aprender de cero. «Yo no había bailado nunca el aurresku», dice Borja Olazabal. «Y... Bueno, no es fácil. Son bastantes movimientos y cuesta aprendérselos. No es que sean complicados en sí, pero sí lo es aprender todos y saber cuándo hacer cada uno». «Y seguir la música y el ritmo», apunta Santi Jiménez. «Te aceleras... Y se te olvida el paso siguiente».
Hasta esta semana, Lander Ugartemendia tampoco había bailado nunca un aurresku: «yo estoy acostumbrado a ir con la trikitixa, y el aurresku lo bailaban otros». Tiene más experiencia con «el fandango y el arin-arin. Los aprendí a mi manera, metiéndome en corros e improvisando».
Los siete asistentes salieron con buenas impresiones de su primera clase, pero «a alguna más tendremos que venir», comentaba Jon Ugarte. «Sí, porque aunque el aurresku no sea un ejercicio difícil técnicamente, si no lo repites y repites no lo aprendes», coincidía Borja Olazabal. También habrá quien practique en casa, «recurriendo a Youtube», apuntaba Santi Jiménez.
Dedicar ese aurresku a todos lo irundarras que se acerquen el día 29 a la plazoleta del Juncal será, sin duda, un momento muy especial: «es uno de los actos más emotivos de las fiestas», asegura Jon Ugarte. «Todo lo que tenga que ver con la euskal dantza me parece bonito, así que esto también, precioso», afirma Miren Echeveste. Lander Ugartemendia espera con ilusión el momento en que el coro parroquial interpretará el 'Tu es Petrus' en la Misa Mayor de San Pedro: «por historia familiar, me remueve mucho», explica.
En ambiente distendido
Después de unos meses políticamente tensos y una campaña electoral, el ambiente entre los ediles de distintos grupos se relaja en estas clases de dantza: «tengo madera de bailarín. La bachata y la lambada no sabéis cómo las bailo», comenta entre risas Lander Ugartemendia. «Después de unos meses de tensión, vienes aquí a bailar y es otro rollo totalmente diferente», asegura Borja Olazabal. «Estas cosas vienen bien para rebajar esa tensión que ha habido», añade Miren Echeveste. Han pasado, en pocas semanas, de una campaña electoral a vivir los sanmarciales de una forma nueva: «ha sido muy a bote pronto... pero siempre hay ganas de fiestas», concluye Miren Echeveste
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