«Éste es un concierto simbólico; fue el primero que suspendimos por el estado de alarma»
Xoel López CantanteEl músico gallego llega en formato de cuarteto para recuperar la actuación que tenía programada en el Amaia el 22 de marzo
Una propuesta musical genuina y siempre en evolución ha convertido a Xoel López en un referente de la música indie para la crítica y para sus propios compañeros de profesión. Sus directos espectaculares, ya sea en banda, formato reducido o individual tanto en festivales como en salas y teatros, han ido haciendo crecer sus seguidores. Mañana ofrece el concierto que la pandemia obligó a suspender el 22 de marzo.
–Su visita se ha hecho esperar.
- La banda
- Xoel López acompañado por Adrián Seijas, Charlie Bautista y Ede.
- Dónde y cuándo
- Mañana a las 19.00 horas en el Centro Cultural Amaia. Entradas en www.irun.org/entradas.
–Para nosotros éste es un concierto simbólico porque es el primero que tuvimos que suspender por el estado de alarma. A cambio de la espera, el espectáculo sale reforzado: íbamos a ser trío y seremos cuarteto, lo que nos permite, por momentos, crecer y ser más enérgicos. Es curioso que en marzo íbamos a venir un par de meses antes de sacar el disco nuevo, pero tuvimos que parar la grabación por el confinamiento y, ahora, se da la misma circunstancia pero con fechas corridas. A mediados de noviembre saldrá el nuevo álbum.
–¿Lo va a cantar mañana?
–Sólo las tres canciones que ya se han oído. El resto no las tenemos preparadas. Podría tocarlas yo con una guitarra, pero no sería una forma justa de presentarlas.
–Esos tres nuevos temas parece que han entrado bien.
–Estoy especialmente contento porque estoy haciendo algo que me apetece mucho y que es relativamente nuevo para mí. Me siento con energía renovada al trabajar con canciones diferentes. Las tres que se conocen muestran un poco del nuevo disco, aunque habrá otras que no tengan nada que ver, como 'El destello', la que abrirá el disco, que es algo nuevo en mi repertorio. A los que me conocen les sorprenderá, espero que para bien.
–Deberían estar acostumbrados. En 20 años de carrera no ha dejado de evolucionar. ¿Se reconoce en canciones de su primer disco como 'I'll see you in London'?
–Era una fase de aprendizaje en la que copiaba a mis maestros de aquel momento. Intentaba hacer pop británico de los 90 y otros estilos que me gustaban. La madurez llegó después, con letras en las que empiezo a contar más cosas y ya tiro por mi cuenta. Ahora estoy en otro lugar, pero me identifico, me reconozco y respeto ese pasado. Es más, ahora escucho canciones que escuchaba hace 20 años y me doy cuenta de cosas que vienen de ahí: la métrica, la forma de cantar, el timbre, esa guitarra, estructuras...
–Muchos dicen de usted que es un músico honesto. ¿Cree que es por cómo se expresa en sus canciones, por cómo las canta, por cómo entiende la industria...?
–Como se suele decir, habría que preguntar a los que lo dicen, pero, honestamente (risas), puedo decir que fui sincero en todo lo que hice. Incluso en las entrevistas hablo con claridad de las debilidades, de los errores, de qué canciones me gustan más. A partir de ahí, hay mucha subjetividad. A algunos les parecerá que mi voz es honesta y a otros que es puro postureo. Lo que hago, lo hago de corazón. Después de tantos años, si no fuera así, ya se habría notado.
–El caso es que su propuesta parece funcionar cada vez mejor.
–Si dibujamos una línea desde el principio de mi carrera hasta ahora, tendría altibajos. Cuando saqué Atlántico, después de 5 años en Latinoamérica y cambiando el nombre de Deluxe a Xoel López, noté mucho bajón de público, de caché... Tuve que bregar. Desde entonces la cosa ha ido a mejor, poco a poco, sin picos. Este momento quizá sea el más dulce y ha llegado la pandemia para matizarlo. Pero para mí el éxito es poder ser músico profesional.
En pandemia
–¿Cómo ha gestionado la banda el confinamiento y la nueva normalidad?
–Estamos en una política de salvar a cuantos sea posible. Pre-Covid hacíamos conciertos en trío o banda completa de 7-8. Ahora hemos hecho una formación de cuarteto que supone también más técnicos y, obviamente, repartir entre más y menos ganancia personal. He tenido ofertas para tocar solo, algo que antes hacía. Pero ahora se trata de cómo entiendes al equipo. Queremos mantener esto a flote con la máxima gente posible. Hemos hecho 20 conciertos, una barbaridad. Y así, a pico y pala, seguimos adelante. Otros compañeros lo están pasando peor.
–Nos dijimos que de esta situación saldríamos mejores. Visto lo visto, ¿aún piensa, como dice su canción, que «del lodo crecen las flores más altas»?
–... (silencio) Esta circunstancia es tan absurda que, la verdad, no lo sé. Me pongo en duda a mí mismo. Supongo que algunos aprenderán y otros no. Por mi parte creo que estoy aprendiendo cosas a todos los niveles, de mí mismo, de la gente que me rodea, de la sociedad en general. Me quedo con eso.
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