martes, 16 de febrero de 2021

«Empecé a surfear compartiendo tabla con uno de mis mejores amigos»

Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 16 de Febrero de 2021.

«Empecé a surfear compartiendo tabla con uno de mis mejores amigos»

Eduardo Gómez Creador de 'Peta Surfboards', y el mejor 'shaper' de la zona

Este hondarribitarra lleva ya una década haciendo tablas de surf de manera artesanal en su taller de Irun, en la zona de Auzolan. / F. DE LA HERA
Este hondarribitarra lleva ya una década haciendo tablas de surf de manera artesanal en su taller de Irun, en la zona de Auzolan. / F. DE LA HERA
YLENIA BENITO

Mencionar a 'Duke' es sinónimo de surf. Y es que Duke Paoa Kahinu Mokoe Hulikohola Kahanamoku es una leyenda. Un icono del surf. Cuentan que el nombre de 'Duke' era solo un apodo que heredó de su padre al que se lo habían puesto en honor al Duque de Edimburgo. Pero Felipe el marido de la Reina Isabel II, no, el anterior. El Duque de 1869. El caso es que ni Alfredo ni Felipe surfearon como 'Duke', pero este joven nacido en Honolulu se convirtió en el Duque y el Rey del surf cuando se sumergió en el agua con su tabla de cinco metros y 52 kilos hecha con madera de koa. Eran otros tiempos, los inicios del surf tal y como lo conocemos hoy, pero los inicios de Eduardo tal vez también acaben contándose en los libros de historia del surf. Con su apodo, 'Peta', comenzó en esto del surf compartiendo tabla con un amigo, ha viajado y se ha enamorado de Indonesia, se ha lesionado, se ha reinventado y desde hace una década construye a mano, de manera artesanal, tablas de surf con las que hasta el mismísimo 'Duke' habría disfrutado del mar y sus olas. De momento, lo encontramos en su taller o en el mar, pero tal vez pronto se vaya en busca de nuevas olas. Así es nuestro Duque de las tablas de surf.

–¿Recuerdas tu primera tabla, Eduardo?

–¡Claro! No era mía, era de un amigo y la compartíamos. (Risas) Yo estuve como tres o cuatro años pidiendo una tabla en casa, pero a uno de mis mejores amigos se la compraron antes y la compartíamos. Qué tiempos...

TRABAJO«Para sacarme un extra y poder volver a Indonesia cuanto antes arreglaba tablas de surf»INICIOS«Me fui tres o cuatro meses a California para aprender a hacer tablas con un 'shaper' de allí»

–¿Y recuerdas tus primeras olas?

–Recuerdo cruzar nadando de Hondarribia a Hendaya con mis amigos para surfear allí. Éramos una cuadrilla de amigos de toda la vida y no siempre teníamos alguna ama o aita que nos llevase en coche a Hendaya, así que íbamos nadando. Te estoy hablando de hace mil años, entonces no surfeaba mucha gente. Nosotros éramos unos locos, unos hippies y unos gandules. (Risas)

–¿En quién os fijabais?

–En los mayores del surf. Todo ha ido cambiando poco a poco. Con el tiempo, nos empezaron a llevar a San Juan de Luz, Anglet, Hossegor... Ahí es cuando empezamos a conocer bien la cosa y a aprender mucho de los mayores.

–Y no solo en verano...

–(Risas) No, no. Yo recuerdo que quería surfear todos los días. En vez de ir al cole, yo quería levantarme temprano e ir a surfear. Era lo que más me gustaba del mundo. Disfrutaba muchísimo.

–¿Cuándo fuiste a buscar olas más allá?

–Los primeros viajes, además de esa costa francesa que te he comentado, los hicimos por la costa española. Aluciné. Recuerdo la costa norte y luego un poco más allá, Portugal. Fue increíble. La verdad que con el surf he viajado bastante, pero lo verdaderamente importante llegó cuando decidimos irnos a Nueva Zelanda.

–¿Cuándo?

–Yo creo que fue en 1998 o tal vez el 99. Fuimos a comprar los billetes y nos dijeron que podíamos hacer una parada en Indonesia. Esa fue mi perdición.

–¿Por qué?

–Fui allí hablando solo euskera y castellano, sin enterarme de casi nada, pero me atrapó. Fuimos tres colegas e Indonesia nos enganchó. Pedí una excedencia en el trabajo y todo para poder quedarme allí un tiempo. Y mi mejor amigo ahora vive allí en Indonesia. Estoy deseando volver...

–Pero, ¿después de la excedencia por qué volviste? ¿Para seguir trabajando?

–¡Qué va! Volví porque me lesioné surfeando. Me hice una avería muy grave en la rodilla y tuve que volver para operarme. Eso fue en el 2007 o 2008, creo. Recuerdo que volví a finales de año para pasar por quirófano. Después de eso fue cuando decidí empezar a hacer tablas de surf y crear mi marca 'Peta Surfboards'.

–Necesitabas una tabla en tus manos...

–(Risas) ¡Eso es! Siempre me han gustado los trabajos artesanales, todo lo hecho a mano. Además, desde hacía algún tiempo, como extra para sacar dinero y poder volver a Indonesia, arreglaba tablas de surf.

–¿Has sido autodidacta?

–No del todo. Un amigo trajo al 'Surfilm festival' a uno de los mejores 'shaper' que hay. Es un californiano increíble y me invitó a ir a aprender con él.

–¿Qué es un 'shaper'?

–Así se les llama a quienes hacen tablas de surf. Yo me fui con este 'shaper' a California a hacer tablas de surf y a surfear, claro.

–¿Cuánto tiempo estuviste por allí?

–No mucho, tres o cuatro meses. Pero en cuanto volví, decidí montar mi marca y hacer tablas de surf. Me encanta. Lo hago todo a mano con unas pocas herramientas. Pero de principio a final lo hago todo yo. Me mola, no sé si me relaja. Creo que sí, para mí es como surfear.

–¿Ese chaval que compartía tabla se imaginaba haciendo tablas?

–¡Para nada! A mí me dicen ahí que voy a hacer tablas y digo que ni hablar. Pero es que el surf es un amor que no te puedes quitar de encima. Es una de mis grandes pasiones. Mi intención ahora es abrir un poco el mercado y, por fin, pasar más tiempo en Indonesia.

–¿Tus tablas viajan tanto como tú?

–Algunas sí, pero mis clientes sobre todo están por aquí. El invierno ya no lo soporto tan bien, así que me iré a Indonesia en busca de calor, surf y abrir más allá el mercado.

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