Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 20 de Febrero de 2022.
La alegría de la tribu zíngara vuelve a las calles de Irun
Mascarillas con abalorios. Los Caldereros visitaron la ciudad felices como siempre, aunque han aplazado la boda un año para invitar a todos los iruneses
Una chispa de alegría es lo que nos hace falta después de dos años de pandemia que nos van dejando el ánimo tocado. La fiesta del Carnaval, que este 2022 sí ha llegado a la ciudad, tiene la voluntad de levantar los corazones. Lo ha conseguido en tiempos más duros que los actuales y lo hará, sin duda, en los que nos toca vivir. Ayer tuvo lugar la primera cita del calendario carnavalero. Heraldos de esta fiesta invernal, los Caldereros llegaron a Irun con toda su cacharrería, su bullicio y su colorido. Tras un año de ausencia y de la mano de la sociedad Irungo Atsegiña, la tribu zíngara regresó a Irun cantando a todo pulmón: «¡Caldereros somos de la Hungría, que venimos en tren especial a pasar en vuestra compañía los tres días de este Carnaval!» y otras canciones, que hablan de la añoranza del hogar.
La tribu nómada volvió a pisar las calles de Irun y lo hizo con un numeroso público que esperaba su paso en las aceras y con alegría e ilusión renovadas, a pesar de tener que retrasar su salida. Los Caldereros partieron de la plaza de Alberto Anguera quince minutos después de lo previsto para dar tiempo al final de la manifestación convocada por Osasun Bidasoa, un tiempo que aprovecharon para ensayar sus canciones con la txaranga.
«¡Teníamos muchas ganas de volver!», decía el jefe de la tribu, Joxe Aranburu. «Han pasado ya dos años desde la última vez que vinimos y estamos muy contentos por haber podido celebrar el desfile de este año».
«Hasta hace muy poco pensábamos que otra vez íbamos a tener que quedarnos en casa y estar aquí ahora es una alegría para nosotros y esperamos que también lo sea para la gente que se ha animado a participar y para la que ha venido a ver la comparsa», comentaba Patxi Zayas, miembro de la organización.
La comparsa de Caldereros no dejó en casa ni a uno solo de sus personajes principales. Abrieron el desfile tres elegantes gitanos a lomos de sus caballos. Les seguía la reina con sus damitas, sobre un carromato repleto de sartenes y no podía faltar el oso grandullón, que asustó tanto como hizo reir a los más pequeños. Una jovencísima domadora trataba de controlar sus movimientos con más o menos fortuna y cuando el animal se desmandaba, era el jefe de la tribu el que ponía orden. Cuadrillas y familias de zíngaros seguían a Joxe Anranburu y tras ellos, la animada txaranga. Tampoco faltaron los gigantes turcos, que cerraron el desfile. Como este año no ha podido celebrarse la boda gitana, quizá los novios retrasen el enlace hasta el Carnaval de 2023. Quieren invitar a todo Irun.
Celebración especial
La segunda cita del calendario de Carnaval tendrá lugar hoy domingo. La comparsa de Iñudeak eta Artzainak, organizada por Eraiki Dantza Taldea, tomará el relevo de los Caldereros en un año muy especial, ya que celebra su 25 aniversario. La comparsa partirá a las 12.15 de la calle Santiago y subirá por las calles Escuelas e Iglesia, hasta alcanzar la plaza San Juan, donde, como de costumbre, realizará una parada. Luego, continuará por las calles Mayor y Fueros y por el paseo de Colón hasta llegar a la plaza del Ensanche, donde se realizarán los habituales bailes, al son de la música interpretada por la Banda del Conservatorio. Después, reanudará la marcha para terminar en la calle Luis Mariano.
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