Noticia publicada en Diario Vasco, el jueves día 17 de Febrero de 2022.
Protesta contra «una brecha salarial que llega al 27%»
Empleadas de la limpieza de edificios municipales se movilizan ante el bloqueo de la negociación con la empresa adjudicataria del servicio
Trabajadoras de la empresa Samyl, contratada por el Ayuntamiento de Irun para realizar los servicios de limpieza de instalaciones municipales, se concentraron ayer en la plaza de San Juan para protestar por su situación laboral y reclamar una reducción de la brecha salarial que las separa de los empleados de la limpieza viaria.
La plantilla está compuesta por 80 mujeres que realizan la limpieza de edificios municipales como la Casa Consistorial, la Biblioteca y los centros sociales de mayores, entre otros, así como los colegios de Primaria. Además de rebelarse contra «una negociación bloqueada» con Samyl, «que no nos quiere subir el IPC», denunciaron la brecha salarial que las separa de los empleados de la limpieza viaria de la ciudad, contratados por otra empresa. Dejando al margen los pluses de estos últimos por realizar su trabajo en la calle «la diferencia con ellos es de un 15,07%, unos 3.300 euros anuales y si contamos los pluses, la brecha es del 27%», señalaron.
«Este colectivo está compuesto íntegramente por mujeres, la mayoría de ellas fijas discontinuas y contratadas a jornada parcial, con lo que la brecha salarial es más que evidente», explicaba Carmen Sánchez, de CC OO.
«Estas trabajadoras siempre han sido subrogadas, mediante licitaciones de dos años. La empresa es estatal y ya sabemos que aquí hay otra realidad», añadía Ainhoa Arretxe, de ELA.
«El problema es que cada dos años tenemos una subcontrata. Ahora, no nos quieren subir el IPC»
Las delegadas de las trabajadoras, acompañadas por representantes sindicales, mantuvieron ayer una reunión con responsables de contratación del Ayuntamiento para exponer su situación y reclamar apoyo.
«El problema es que cada dos años tenemos una subcontrata. Ahora, no nos quieren subir el IPC. Para el personal de limpieza en la calle y para el de los colegios de Secundaria ya se ha hecho la subida y faltamos nosotras, pero la empresa no está por la labor y lo que pedimos es que el Ayuntamiento presione de alguna manera», reclamaba una de las empleadas.
«Es un servicio subcontratado, pero el cliente no deja de ser el Ayuntamiento, por lo que tiene la responsabilidad de garantizar unas condiciones dignas para estas trabajadoras», concluía Ainara Etxabide, de LAB.
No hay comentarios:
Publicar un comentario