lunes, 19 de octubre de 2020

Fiesta clandestina en la champiñonera

Noticia publicada en Diario Vasco,el lunes día 19 de Octubre de 2020.

Fiesta clandestina en la champiñonera

Ertzaintza y Policía local de Irun desalojan un edificio en el que se habían reunido decenas de jóvenes sin cumplir las normas sanitarias

Dolores Lasa, propietaria del edificio, revisa el lugar tras la fiesta. /Jose Mari López
Dolores Lasa, propietaria del edificio, revisa el lugar tras la fiesta. / JOSE MARI LÓPEZ
Jorge F. Mendiola
JORGE F. MENDIOLA

«Cuando llegó la Ertzaintza, la fiesta estaba muy arriba». Con estas palabras resume un testigo la situación vivida el sábado por la noche en un antiguo criadero de champiñones de Irun, donde varias decenas de personas se habían reunido para una celebración clandestina que terminó de forma abrupta con la intervención policial.

Los agentes interpusieron alrededor de cuarenta sanciones por incumplimiento de las restricciones sanitarias del Covid-19, además abrir cinco expedientes por posesión de sustancias estupefacientes y otros dos por desobediencia y resistencia a la autoridad en aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana.

Los hechos ocurrieron hacia las 3 de la madrugada en un edificio en desuso del barrio de Meaka de la localidad fronteriza, según informó ayer el Departamento vasco de Seguridad del Gobierno Vasco. La operación, acometida de manera conjunta entre la Ertzaintza y la Policía Local, se puso en marcha tras tener conocimiento ambos cuerpos de que se estaba celebrando una fiesta ilegal.

En el interior de la vieja champiñonera encontraron, además de medio centenar de jóvenes, alcohol y drogas, una actitud desafiante por parte de algunos de los implicados, que intentaron impedir la actuación de los agentes. También se procedió a la ocupación de equipos de música y varios vehículos fueron inmovilizados por incumplir la normativa de tráfico.

Al parecer, no era la primera vez que el mismo grupo de personas organizaba una fiesta de este tipo. Según comentan algunas fuentes, antes de la pandemia solían reunirse en los pabellones del antiguo matadero Montero, una instalación que cerró en la década de los noventa, pero problemas con los vecinos les llevaron a ocupar un nuevo espacio para divertirse. Horas después, la propietaria del edificio, Dolores Lasa, revisaba las instalaciones sorprendida por los hechos.

Otra fiesta ilegal, esta en Tarragona con 130 asistentes, se saldó ayer con un detenido. La actuación policial tuvo lugar en una masía de El Catllar, según informaron los Mossos d'Esquadra en un comunicado, y los participantes no llevaban mascarilla ni respetaban ninguna medida sanitaria por el Covid-19, además de dificultar su actuación «con un comportamiento hostil y agresivo».

Fiesta y drogas

Los agentes detuvieron a un hombre de 24 años de nacionalidad japonesa por llevar, supuestamente, 35 bolsas con una mezcla de cocaína y LSD, 12 dosis de LSD, 53 pastillas de éxtasis, una bolsa con marihuana y 170 euros en efectivo, por un presunto delito contra la salud pública.

También denunciaron al organizador y levantaron un acta por no respetar las restricciones sanitarias y otra de intervención de estupefacientes que los asistentes «lanzaron al suelo al ver a las dotaciones policiales». Los organizadores habían hecho la convocatoria por redes sociales y tenían la intención de alargar la fiesta hasta el esta mañana, según explicaron los Mossos.

En Madrid, la Policía Municipal detuvo en una fiesta clandestina en un piso de Ríos Rosas a cuatro personas, todas en estado de embriaguez, por resistencia, amenazas y agresiones a otros tantos agentes. Durante la noche del sábado fueron desalojadas 30 fiestas privadas en viviendas.

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