Duro trabajo que se convierte en un juego
35 jóvenes, creativos, inquietos y amantes de los videojuegos, participan en la sede local del Global Game Jam. En 78 países de todo el mundo, 14.000 personas crean sus propuestas en 48 horas, que se podrán probar gratuitamente en la web de este evento
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
El sector vasco de los videojuegos escribe este miércoles, 28 de enero, una de las páginas más brillantes de su historia. Baboom, firmado por el estudio bilbaino Relevo Videogames, saldrá al mercado para la plataforma PS Vita y se convertirá en el primer juego vasco para los sistemas Play Station de Sony.
No es tontería. Cada vez más personas consumen juegos, ya sea en consolas, ordenadores, tabletas o smartphones. A falta de conocer lo que deparó 2014, valga referenciar que en 2013 había 1.231 millones de jugadores en el planeta: el 17% de la población mundial; la mitad si se cuenta sólo a los que tienen acceso a internet. Aquel año, esta industria facturó 70.400 millones de dólares (más que el cine en Estados Unidos) y las previsiones apuntan que mantendrá la línea ascendente que está dibujando estos años hasta facturar, en 2016, más de 86.000 millones.
Es una tarta golosa de la que todo el mundo quiere su pedacito. Por eso es importante la irrupción de la industria vasca en las plataformas de Sony, donde se mueve mucha parte del dinero del sector.
«Es un hito», advierte Diego Gutiérrez. Él es uno de los promotores de Pintxo Developers, la Asociación de Profesionales y Aficionados del Videojuego de Gipuzkoa. «Necesitas soporte económico para pagar licencias de programas, trabajar un año o dos sin ingresar nada... Es muy difícil. Es todo un logro lo que ha hecho Relevo en Bizkaia». En Gipuzkoa, hay pocas empresas que hagan videojuegos: Ikasplay, Santa Clara, Etorki Games en Irun... Lo que sí tenemos», asegura Gutiérrez, «son centros de formación, cursos especializados, pero luego no hay ni donde hacer prácticas». Con buenos y bien formados profesionales, pero sin industria «se ha dado una enorme fuga de talento. Te encuentras desarrolladores de juegos vascos y guipuzcoanos en Canadá, en Francia, países punteros en el sector. A nivel nacional, los desarrolladores de aquí son un referente desde hace años. En el famoso PC Fútbol, ya había muchos vascos».
Qué es Global Game Jam
«Por eso importante hacer eventos, cultivar semillas que demuestren lo que se puede hacer aquí», afirma Gutiérrez. «Hay gente muy buena que necesita visibilidad». Con esa motivación, entre otras, Pintxo Developers impulsó en San Sebastián el pasado año una sede para el Global Game Jam. «Funcionó muy bien, pero este año, decidimos traerlo a Irun por varias razones. La primera es que la asociación es guipuzcoana y no queremos que todo se haga en la capital. Tenemos muchos socios de Irun y Hondarribia y pensamos en venir aquí. Además, en Donostia a veces es complicado encontrar el lugar adecuado para eventos como éste. Contactamos con Maxi García, de la empresa irundarra Openbiz, que conoce bien la ciudad y nos ayudó a ponerlo en marcha».
El lugar en el que reunir a los 35 participantes que coparon las plazas disponibles ¡en 11 minutos! desde que se abrió el plazo, fue el Gazteleku. «El Ayuntamiento, a través de las áreas de Promoción económica y Juventud, nos dio muchas facilidades y hay que agradecerles a ellos que Irun sea este fin de semana una de las 516 sedes del Global Game Jam en todo el mundo», explica por su parte García.
Global Game Jam es una iniciativa que cumple este año su octava edición. Se trata, en resumen, de un maratón de 48 horas de creación de videojuegos. Más de 14.000 personas en 78 países de todo el mundo, desde Palestina hasta Estados Unidos, desde Malasia a Venezuela, están este fin de semana encerrados en medio millar de sedes con el único objetivo de crear videojuegos en grupos de cuatro o cinco personas. Al cierre del evento, todo lo producido se pone a disposición de quien lo quiera disfrutar en la web del evento, globalgamejam.org. «Tiene algunas peculiaridades que lo hacen especial», explica Gutiérrez. Una es que no hay premios y otra que los juegos han de girar en torno a un tema que se da a conocer el viernes a las seis de la tarde y que cada sede mantiene en secreto hasta que Hawaii, la última, alcanza ese horario. Este año, la frase de inspiración ha sido «¿Qué hacemos ahora?» y a partir de tan vaga referencia se han puesto a trabajar 14.000 mentes en todo el planeta.
Explosión creativa
En la sede del Gazteleku Martindozenea trabajaban ayer 35 de esos cerebros. Ordenadores, tablets y otras herramientas tecnológicas se combinaban con papeles y lapices, bolsas de patatas, galletas y botellas de agua y refrescos. Todo lo necesario para crear durante 48 horas.
«Duermes cuando te hace falta y sólo si el trabajo lo llevas bien adelantado», explica la donostiarra Andrea Conde, que en las primeras 24 horas del evento ha dormido «un par. Estamos haciendo un juego en el que una reina trata de defender a su hijo de hordas de princesas que llegan con intención de llevárselo». Tiene 23 años y ya ha dado sus primeros pasos profesionales en el mundillo. «Estuve primero cinco meses de prácticas y luego un año trabajando en Pulsar Concept, en Bilbao, desarrollando el juego Frontón para Bainet, y algunas cosas más». Su motivación para participar en el evento es hacer algo «original y que funcione. Y sobre todo, pasarlo bien. He estado en eventos similares y la experiencia ha sido tan buena que no me quería perder éste. En un fin de semana con tanta gente que está en esto aprendes muchísimo».
«Te lo pasas muy bien y aprendes», coincide Imanol Pinelo, otro participante del evento, en este caso irundarra y una década mayor que ella. Lleva ya 10 años intentando crear juegos en el colectivo Ingumak junto a varios amigos. Ninguno trabaja profesionalmente en la creación de juegos, «pero estamos en sectores cercanos: simuladores para empresas, diseño gráfico, aplicaciones, diseñadores 3D...» Tanto sus proyectos profesionales como los de Ingumak han quedado aparcados este fin de semana para centrarse en el Global Game Jam. «Estamos trabajando en una idea de un grupo de gente de fiesta que se va moviendo de un lado a otro y a la que hay que defender de ataques diversos para que sigan divirtiéndose».
Mañana, éstos y el resto de los juegos desarrollados en todo el mundo estarán disponibles en internet. Pero tener sede en Irun permitirá un contacto más cercano. Esta tarde, a partir de las cinco, aproximadamente, las puertas del Gazteleku se abrirán para que todo el que quiera asista al acto final del evento, en el que los grupos irán mostrando su trabajo.
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