domingo, 18 de octubre de 2020

«Mi madre me cosía la ropa, fue ella la que me contagió y así empecé en esto»

Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 18 de Octubre de 2020.

«Mi madre me cosía la ropa, fue ella la que me contagió y así empecé en esto»

Del barrio de Artia al mundo, 'Lourdes Haur Jantziak' confecciona todo tipo de productos para los recién nacidosLourdes Telletxea Entre baberos, sacos y chupeteros

En el pequeño taller de Artia Lourdes trabaja acompañada y hacen envíos a muchos sitios fuera de Irun. / F. DE LA HERA
En el pequeño taller de Artia Lourdes trabaja acompañada y hacen envíos a muchos sitios fuera de Irun. / F. DE LA HERA
YLENIA BENITO* BIDASOANDV@GMAIL.COM

Hay bebés que llegan con un pan debajo del brazo y otros, con estilo. Sí, has leído bien, con estilo. No es cosa de la cigüeña, sino de Lourdes Telletxea. Ella es la encargada de que los bebés más elegantes lleven una puntada irundarra. De su pequeño taller del barrio de Artia salen infinidad de baberos, sacos para sillas, capotas, guantes o bolsos que marcan la diferencia nada más nacer. Estos diseños cruzan nuestras fronteras, pero siempre con la etiqueta 'by Lourdes' que es también 'made in Irun'. Todo lo confeccionado en el taller de Lourdes está hecho con cariño y mimo. Así, ¿quién necesita llegar con un pan debajo del brazo cuando le están esperando todo tipo de complementos personalizados y con estilo? Bienvenidos y bienvenidas al mundo y al microcosmos de 'Lourdes Haur Jantziak'.

–Entre un pan o uno de tus capazos, Lourdes, yo prefiero llegar con un capazo debajo del brazo...

–(Risas) Bueno, hay sitio para los panes también. Pueden llegar con el pan y también con un interior de capazo bonito.

–Y a conjunto con el resto de complementos.

–¡Claro! Sí, quien quiera puede hacerlo todo a conjunto. Hacemos sacos para sillas, guantes y hasta chupeteros.

–¿Chupeteros? Aquí hay bebés con estilo, ¿eh?

–Sí, sí. Hacemos muchas cosas, todo tipo de complementos del mundo bebé. Esto es un microcosmos. Ya ves, todo es para los más pequeños. Y no solo de aquí, eh...

–¿Cómo? ¿Alguien está copiando a los bebés irundarras?

–(Risas) Copiando no, pero hacemos envíos a muchos lugares. Mira, hace poco he enviado unas cuantas cosas a Mallorca, por ejemplo. Y franceses también vienen mucho o gente de Navarra y La Rioja también. La verdad es que trabajamos muchísimo. A veces no damos a basto. No me puedo quejar.

–Pero, ¿cuándo nació Lourdes Haur Jantziak?

–Uy, hace mucho. No sé, ¿20 años? Bueno, antes de ser 'Haur Jantziak' yo ya trabajaba de esto, así que llevaré cerca de 30 años en este mundo.

–¿Y cómo empezaste?

–Empecé ofreciendo mi trabajo a otras empresas. Yo tenía que trabajar, así que empecé haciendo cositas para empresas que vendían complementos dedicados a los bebés. Empecé haciendo muchos bolsos, prendas, saquitos para sillas...

–Pero antes de coser para otros, seguro que ya cosías para ti...

–¡Claro! Yo coso desde muy pequeña. La que me contagió fue mi madre. Ella me cosía toda la ropa, así que yo también empecé a coser desde muy pequeña. Luego, claro, he hecho cosas para mis hijos. Por eso no recuerdo cuánto tiempo exacto llevo en esto porque tengo la sensación de llevar haciéndolo toda la vida.

–¿Y cuando nace este local de Artia y decides ponerte por tu cuenta?

–Yo creo que aquí llevaré 10 años. Vivo cerca y es muy cómodo para mí trabajar aquí.

–Y a través de la web tus productos viajan de Artia al mundo...

–La web y... ¿te cuento algo?

–¡Adelante!

–Trabajo mucho por 'whatsapp'. Dirás que qué moderna, pero así es. Por mensaje hablo mucho con clientes. Les puedo mandar fotos de las telas o de las opciones de diseño y deciden. Es muy práctico y nos entendemos muy bien, pero estoy todo el día contestando a mensajes. Luego, cuando les llegan las cosas y nace el bebé también me mandan fotos con todo puesto. Es muy bonito. Eso me hace mucha ilusión.

–Así conoces a los verdaderos pequeños clientes, ¿no?

–Eso es. Me mandan fotos con el niño o la niña en la sillita o con los baberos. Ya te digo que es muy bonito ver cómo estrenan y utilizan las cosas que hacemos.

–Y por aquí, por la calle, también te habrás encontrado sillas con tu etiqueta...

–Sí, claro. También me hace ilusión. Es bonito conocer a muchos de los nuevos irundarras. (Risas)

–En el mundo bebé, ¿también hay modas?

–Bueno, sí. Los tiempos van cambiando y las tendencias un poco también. Tenemos una amplia variedad de telas para elegir, es difícil hacer dos veces el mismo saco, pero a veces sucede. Hay clásicos que perduran, pero, por ejemplo, antes se llevaban mucho las puntillas y ahora ya no tanto.

–¿La fórmula entonces es elegir tela y producto y esperar la magia de 'Lourdes Haur Jantziak'?

–Eso es. Bien por la web, por whatsapp o viniendo al taller, eligen lo que quieren y nosotras lo confeccionamos. Hay una persona más trabajando conmigo e intentamos hacerlo todo con mucho mimo y cariño. Yo creo que la gente se queda encantada porque muchos repiten. (Risas)

–¿Y les cuesta decidirse?

–La verdad es que no. La gente viene con las ideas bastante claras. Nosotras aquí les podemos enseñar algunos diseños o dar algunas ideas, pero suelen venir casi siempre sabiendo lo que quieren. Vienen parejas, amonas, izebas y osabas... Pero sí, sí que saben lo que quieren.

–Los plazos de entrega serán importantes, tiene que estar todo listo antes de que nazcan...

–La gente suele ser previsora, sí, sobre todo con los complementos para las sillas o los capazos. Tenemos un plazo de entrega de 20 o 25 días, pero también hay cosas que nos las encargan cuando el bebé ya ha nacido. Siempre viene bien un babero nuevo.

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