Servicios de Txingudi amplía información gracias al Contenedor de Oro
La campaña finaliza este mes, pero dejará en la empresa pública nuevos datos con los que trabajar en la mejora del reciclaje
- IÑIGO MORONDO | IRUN.
La Campaña del Contenedor de Oro lleva en marcha desde primeros de año proponiendo cada mes un reto ligado al reciclaje (mayor tasa, más vidrio por persona, más envases, etcétera) que ganaba alguno de los barrios de Irun u Hondarribia. El barrio ganador lucía unos contenedores dorados durante el mes siguiente y recibía la visita de unos animadores de calle que recorrían el barrio con propuestas lúdicas de teatro de calle.
Para hacerla posible, Servicios de Txingudi tuvo que modificar su sistema de recogida habitual, pasando del recorrido más adecuado en tiempo a uno que permitiera el cómputo de lo recogido en cada barrio. Esa parte, la trastienda de la campaña, ha otorgado a la empresa pública muchísimos nuevos datos sobre la realidad comarcal en lo que se refiere al reciclaje. «Aún continuamos con la recogida de datos hasta que acabe la campaña», apunta Valentín González, responsable del departamento de Residuos de Servicios de Txingudi.
En el origen de esta iniciativa está una realidad. «Los datos de la recogida selectiva de residuos se habían estancado alrededor del 37% y había que hacer algo». La primera novedad fue implantar el quinto contenedor, para residuos orgánicos. «La otra opción evidente es mejorar la tasa en el resto de reciclables. Hemos hecho muestreos de lo que se deja en el contenedor de resto», el verde, «y los datos llaman la atención. Cada año, recogemos separadas 4.500 toneladas de papel, pero calculamos que otras 2.000 van al contenedor de resto; en el iglú de vidrio, recogemos 2.400, y otras 1.200 van a vertedero; en el caso de los envases es aún peor: se separan unas 1.200 toneladas, pero se pierden 3.500 aproximadamente».
Toda la información con la que cuenta Servicios de Txingudi tiene carácter comarcal y el resto son suposiciones: «Entendemos que donde hay más bares deberíamos recoger más vidrio; donde hay más tiendas, más cartón». Recoger la basura por barrios va a servir para confirmarlo. O desmentirlo. «Si no se cumplen los supuestos, habrá que mirar por qué, hacer campañas específicas con los hosteleros o los comerciantes, buscar sistemas más adecuados...»
Algo similar podrá aplicarse con los particulares. «Cruzaremos los datos de recogida con los sociodemográficos, como la edad de la población, por ejemplo. Así, si hemos de hacer una campaña en ese barrio, sabremos si nos dirigimos a un público más bien joven o a uno de edad más avanzada, adecuando la campaña al público de la misma». La información «se cruzará con otros datos, como el de consumo de agua, las actividades predominantes... para tratar de establecer patrones».
La parte más importante de ese trabajo empezará «cuando acabe la campaña y contemos con toda la información» pero no quiere parase ahí. «Recoger los residuos por barrios no es lo más eficiente y estamos estudiando sistemas que nos permitan seguir la mejor ruta pero continuar recogiendo datos». Barajan sistemas de pesaje instantáneo, de manera que pudieran contarse los kilos en cada contenedor. «Hemos pasado de información comarcal a información de barrio. Con un sistema como ése, tendríamos datos por isleta y podríamos mejorar aún más».
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