Una prueba en la que nunca ganan los más rápidos
La Asociación de la Tercera Edad Makila celebró ayer la decimosexta edición de la Marcha Regulada
- MARÍA JOSÉ ATIENZA
- IRUN
Treinta parejas participaron ayer en la décimosexta edición de la Marcha Regulada de la Tercera Edad, organizada por la Asociación Makila. A las 9.30 de la mañana, los 60 participantes en esta prueba deportiva sanmarcialera, hacían ya cola en el porche del Centro Social Luis Mariano para recoger sus dorsales. Marchadores y voluntarios de la organización se habían puesto a cubierto, porque había comenzado a llover. Pero, muy previsoras, casi todas las parejas llevaban sus paraguas, iban muy motivadas para andar y decidieron poner al mal tiempo buena cara.
Los hermanos Miqueleiz fueron de los primeros en salir. «Esto son cuatro gotas. Enseguida aclara y hacemos el recorrido en seco», decía Esteban, muy optimista.
Lady Cabo y su marido, Mikel Osinaga debutaron ayer en la Marcha Regulada. «Es la primera vez que nos apuntamos, pero nosotros andamos mucho por nuestra cuenta, para mantenernos en forma».
Agustina Murillo y Mari Carmen García, en cambio, se han apuntado a la marcha sanmarcialera de Makila «todos los años». Así están ellas, ágiles y ligeras. «Nos gusta mucho andar y siempre venimos», decía Agustina. «Mira, este año vamos a ser la última pareja en salir».
No hay prisa (o no debería haberla) para cubrir el recorrido urbano de 6,5 kilómetros marcado por la oganización. En esta prueba, nunca gana el más rápido. «Se hace la media entre el tiempo más largo y el más corto y la pareja que más se aproxime a esa media es la ganadora de la marcha», explicaba Amador Hernández, presidente de Makila.
«Sin atajos»
«Esta no es una prueba de competición», añadía Marisol Martínez, la voluntaria que estuvo repartiendo dorsales y botellines de agua. «Cada cual camina a su ritmo. Hay algunos que vienen hasta con el nieto en la sillita. Eso sí, hay controles en el recorrido, porque en los primeros años, algunos cogían los atajos y aquí no se puede hacer trampas».
El veterano de la marcha de 2014 ha sido Emiliano Domínguez, de 86 años, que no está nada mal, aunque Marisol recuerda a aquella campeona que fue Pepita Álvarez, que participó hasta los 92 años. «Eso es lo que quisiéramos todos ¿no?».
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