La declaración de la excepcionalidad del aeropuerto llega «al tramo final del proceso»
La tramitación, que tenía como fecha tope marzo de 2016, estará terminada en los próximos meses
- JUANMA VELASCO
- SAN SEBASTIÁN
Las incertidumbres que pesan sobre el futuro del aeropuerto comienzan a tomar forma de certezas. Si hace pocas semanas el aeródromo guipuzcoano recuperaba su condición de aeropuerto frontera, que le permite operar con vuelos con origen y destino en países de fuera del espacio Schengen, en pocos meses culminará el proceso de declaración de excepcionalidad, que le permitirá cumplir con la normativa internacional de seguridad sin necesidad de ampliar la pista. De hecho, el trámite se encuentra en «el tramo final del proceso», según aseguran fuentes de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la entidad del Ministerio de Fomento que se ocupa de la certificación de los aeropuertos.
La declaración de excepcionalidad del aeropuerto de Hondarribia hará que la pista mantenga las actuales dimensiones y que los mismos aeronaves que actualmente operan allí, como los Airbus 319 que van a Barcelona o los CRJ900 que van a Madrid, sigan haciéndolo como ahora. Entonces, ¿cuál es el beneficio que traerá para un aeropuerto que sigue perdiendo viajeros? Según explica el propio director del aeropuerto, José Manuel Sánchez Losada, se «elimina la incertidumbre y se establece un marco estable para las compañías», lo que contribuirá a dinamizar el aeropuerto.
La excepcionalidad es una figura que permite a aeropuertos ubicados en emplazamientos singulares seguir operando en condiciones de seguridad. Es el caso de Hondarribia, limitado al norte por el mar y al sur por el barrio de Mendelu. Esta figura dejará al aeródromo exento de ampliar la pista para instalar franjas de seguridad, que iban a ser utilizadas por las aeronaves en caso de emergencia. La otra posibilidad era verse obligado a reducir la pista, con lo que eso supondría para la operatividad de los aviones comerciales.
La tramitación para declarar la excepcionalidad se inició hace ahora un año y, según señalaron fuentes de AESA aDV, actualmente se encuentra «en el tramo final del proceso», aunque declinaron ofrecer una fecha concreta. Una vez analizados por parte de la agencia estatal de seguridad aérea los estudios facilitados por Aena, se está a la espera de «consideraciones adicionales» para poder «validar dichos estudios», añadieron las mismas fuentes
Normativa de la OACI
¿Por qué se tramita la declaración de excepcionalidad? El Real Decreto 862/2009 establece que antes de marzo de 2016 todos los aeropuertos tienen que cumplir con la nueva normativa de seguridad aérea de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Para ello, AESA acomete actualmente un proceso de certificación de cada aeródromo de competencia del Estado. Sin esa certificación, a partir de 2016 no se emitirán autorizaciones para la operación de naves.
En el caso de Hondarribia, la certificación se puede conseguir de dos formas. La primera sería acometiendo las obras contempladas en el plan director ahora en fase de revisión, que preveía la habilitación de las franjas de seguridad en los extremos de la pista 50 metros en la cabecera que da al mar y 150 metros hacia el barrio de Mendelu. Su coste se elevaba a 22,7 millones de euros y no contaba con el beneplácito de todos los partidos e instituciones.
La segunda vía para lograr esa certificación de seguridad es la declaración de excepcionalidad de la pista, que permite dejarla como está. Esta última opción, por la que se ha optado, está contemplada en la normativa para aquellos «aeropuertos de uso público ya construidos en emplazamientos singulares». Además, cuenta con el beneplácito de todas las instituciones y así lo han manifestado en los últimos tiempos en declaraciones desde el Parlamento Vasco, las Juntas Generales de Gipuzkoa, el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Hondarribia.
El Real Decreto 862/2009 detalla que dicha excepcionalidad será otorgada por la secretaria de Estado de Transportes del Ministerio de Fomento. Una vez declarada, esa excepcionalidad quedará reflejada en el certificado del aeropuerto realizado por AESA y se notificará a la OACI. Con ella, el aeródromo guipuzcoano podrá seguir operando como hasta ahora a partir de marzo de 2016.
La Gomera
Previamente a Hondarribia, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea culminó en agosto de 2013 la declaración de excepcionalidad de otro aeropuerto en una «situación similar» al aeródromo guipuzcoano. Se trata del aeropuerto de San Sebastián de la Gomera, que ha logrado esta excepción «debido a problemas de la misma naturaleza» que Hondarribia, es decir, su emplazamiento singular. No en vano, el aeródromo de La Gomera también se encuentra ubicado junto al mar, cerca de Playa Santiago. Además, se trata de un aeropuerto que consta de una sola pista.
Desde AESA aseguran además que otros dos aeropuertos del Estado se encuentran en proceso de obtención de la «excepción al cumplimiento de la norma técnica», si bien, se trata de circunstancias distintas a las de Hondarribia y La Gomera.
Fuera de España, en Europa existen otros ejemplos de aeródromos ubicados en emplazamientos singulares que cuentan con ciertas excepciones y restricciones para cumplir con la normativa internacional. Es el caso de London City y Belfast City, al estar insertados en zonas urbanas.
El aeropuerto de London City, en concreto, está ubicado junto al Támesis, muy cerca del corazón de la capital inglesa. Su única pista está rodeada por agua en la zona de Gallions Point Marina. Además de la limitación del río, las rutas de aproximación al aeropuerto imponen fuertes restricciones debido a la altura de nuevos rascacielos.
En cuanto al aeropuerto de Belfast City, su única pista se encuentra ubicada junto al Puerto de la ciudad y el mar. Para colmo, comparte su espacio con una instalación de fabricación de aeronaves y está pegada a zonas residenciales. Esta circunstancia hace que tenga importantes restricciones de vuelos comerciales y de horarios de operaciones por el ruido de las aeronaves.
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